PULSO POLITICO. ¿Se rompe en Puebla la alianza PRI-PAN?

Gabriel Sánchez Andraca

 

Durante su estancia en Puebla, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito” el dirigente nacional del PRI, afirmó que su partido no reconoce a Eduardo Rivera Pérez, el presidente municipal panista de esta capital, como candidato a gobernador de Puebla de la Alianza Amplia por México.

El PRI, señaló el dirigente nacional de ese partido, impulsará candidatos propios para ser considerados en el proceso de selección.

Al parecer esta es una respuesta a Marko Cortés, el dirigente nacional del PAN, que ya estaba actuando como dueño de la plaza, levantando la mano a Rivera Pérez, para proclamarlo candidato al gobierno del Estado, de la Coalición conformada por el PRI, el PAN y el PRD y afirmando que el candidato a la presidencia municipal de Puebla, también sería de filiación panista, porque es una posición ganada por el PAN en las elecciones locales anteriores, que los panitas no se iban a dejar arrebatar.

Dijo que reconocía el trabajo realizado por Eduardo Rivera, como presidente municipal y que su partido tiene elementos capaces también de realizar un buen trabajo en el municipio y que la candidatura para el 2024, se tenía que construir de común acuerdo con los partidos que conforman la alianza.

Lo mismo se va a hacer con la candidatura para gobernador, se tiene que construir mediante las propuestas que los partidos opositores hagan y lo que opine al respecto la ciudadanía, es decir, no se aceptarán imposiciones de ninguno de los tres partidos que conforman la alianza opositora, deberá seguirse un proceso abierto y respetuoso, para sacar adelante la mejor propuesta.

POR OTRA PARTE, LA CONSEJERA DEL INE, DANIA Ravel Cuevas, dijo que el Congreso local poblano, incluyó en la Constitución Política de la entidad el acceso de las mujeres al Poder Ejecutivo de la entidad pero no ha cumplido con la obligación que tiene, de regular ese acceso con las leyes secundarias correspondientes.

Por lo tanto, con la decisión que tomó el INE de que en cinco de las nueve entidades que tendrán elección de gobernador, entre ellas Puebla, deberá ser mujer la candidatura de los partidos políticos  participantes, si en Puebla ganan las encuestas, en el caso de Morena, aspirantes del sexo masculino, se postulará a una mujer por determinación del INE.

Eso abre las posibilidades para las aspirantes femeninas de Morena, Olivia Salomón, Claudia Rivera y Lizeth Sánchez.

Y es que sin leyes secundarias no está plenamente garantizada la participación de las mujeres en este proceso.

LA FALTA DE UNIDAD AL INTERIOR DE TODOS los partidos políticos, la carencia de una estructura completa en la entidad poblana, incluyendo al PRI que perdió gran parte de ella, pese a que durante décadas fue el partido mejor organizado de todos y por consiguiente, la falta de organización y de unidad, va a provocar una rebatinga por los puestos de elección popular que tendrán lugar dentro de un año.

Diputaciones locales, diputaciones federales, senadurías, presidencias municipales, regidurías y sindicaturas de los 217 ayuntamientos, constituyen el botín político al que aspiran miles de militantes de todos los partidos.

PARA EVITAR PROBLEMAS INTERNOS Y EXTERNOS los dirigentes deben tomar decisiones  duras, pero necesarias, de lo contrario acabarían más divididos que nunca, porque la llamada “guerra sucia”, que importó el PAN en las elecciones presidenciales del 2000 y que llegó para quedarse, está al acecho.

No permitir el golpeteo interno entre los aspirantes a ser candidatos a lo que sea, sería una de las primeras medidas que deberán adoptarse. La guerra sucia divide y esas divisiones consistentes en insultos, acusaciones sin fundamente o con fundamento, chismes de lavadero, en fin, lo que también se llama “guerra de lodo” es lo peor que le puede pasar no solo a un partido, sino a un pueblo, pues deja a familias divididas y con odios que son difíciles de superar con el tiempo.

Para todo esto, los partidos deben tener una organización mínima o de lo contrario, acabarán hechos trizas. Todavía tienen tiempo de lograr algo en los meses por venir.