GOBERNADORES Y LOS “VIENTOS” JUÁRISTAS.

CONFRONTACIÓN POLÍTICA Por JUAN CARLOS ROJAS LA “REBELIÓN” DE LOS Cumplieron su muy repetida amenaza y finalmente diez gobernadores abandonaron la tristemente célebre y muy desprestigiada CONAGO (Conferencia Nacional de Gobernadores). Ya se la tenía muy “cantada” a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en lugar de ceder a sus chantajes los ha venido acorralando políticamente. Javier Corral, gobernador de Chihuahua; Martín Orozco, de Aguascalientes; Francisco Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; José Rosas Aispuro, de Durango y Diego Sinhué Rodríguez, de Guanajuato, son los caciques regionales del Partido Acción Nacional que encabezaron la revuelta. ¡Puro hampón de la política!
ARRASTRARON CON ELLOS A LOS OTROS VIRREYES, A LOS PRIISTAS MIGUEL RIQUELME, de Coahuila y José Ignacio Peralta, de Colima; al “independiente” Jaime Rodríguez de Nuevo León; a Enrique Alfaro de Jalisco, de Movimiento Ciudadano, y al disque “perredista” Silvano Aureoles, de Michoacán, que en realidad llegó por el apoyo de tenebroso Manlio Fabio Beltrones. La CONAGO tiene su antecedente en la Anago (Asociación Nacional de Gobernadores), creada por el gobernador tlaxcalteca Alfonso Sánchez Anaya, quien propone una redistribución de los recursos públicos derivados del cobro de impuestos por parte del gobierno federal. Hay que decir que, hasta ese momento (1999), el presidente de la República manejaba a su mero antojo esos recursos.
EL DINERO PÚBLICO, NUESTROS IMPUESTOS, SE PRODIGABA EN LAS LLAMADAS “PARTICIPACIONES FEDERALES” tanto para los gobiernos estatales como para los municipales según las necesidades políticas del presidente. Con eso pagaba lealtades o, quitándolas, castigaba deslealtades. Eran los tiempos del presidencialismo omnipotente y todos se arrodillaban. Pero en el 2000 llega al gobierno el panista Vicente Fox, luego de una serie de arreglos cupulares para simular que el PRI perdía, cuando ya no podía sostenerse más en el poder ante una insurgencia popular ya incontenible. Se había dividido el PRI surgiendo la Corriente Democratizadora y luego cometieron el fraude electoral de 1988 al entonces candidato del Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas.
EN TLAXCALA, EN 2002, SE CONSTITUYE LA CONAGO ANTE LA AUSENCIA DE ESE FORMIDABLE PODER PRESIDENCIAL. Un presidente inepto, débil, fue visto como presa fácil no solo por los virreyes priistas, sino también por los panistas. Todos presionaban por más dinero y más facultades, es decir, más poder. En 2004 lograron “sentar” a Fox en la Primera Convención Nacional de las Haciendas Públicas arrancando más de 300 acuerdos que les concedían enormes canonjías: dinero del boom petrolero, aval y permiso para endeudarse, así como una mirada miope del presidente para no ver sus latrocinios. Una gran “piñata” para repartírsela.
EN ABRIL DE 2019 SE DISPUSIERON A DAR LA BATALLA CONTRA AMLO, RECIÉN ELECTO UN AÑO ANTES y con cuatro meses en la presidencia. Preside la reunión Pancho Domínguez, gobernador panista de Querétaro que prefirió deslindarse ahora de tal movimiento “separatista”. Este año la preside Juan Manuel Carreras, gobernador de San Luis Potosí y tampoco le entró al asunto, ni Claudia Pavlovich de Sonora, que tiene la vicepresidencia de Conago. Pero los pícaros no habían quedado conformes con la petición presidencial de disminuir sus gastos suntuarios, bajar los sueldos de los altos funcionarios y parar el endeudamiento. No han dejado de recibir las “participaciones federales” con toda puntualidad, como lo tuvieron que reconocer varios gobernadores en las conferencias “mañaneras” del presidente, realizadas en sus mismas entidades y la población de todas las entidades del país ha estado recibiendo directamente, sin intermediarios, los programas sociales, lo mismo los Jóvenes Construyendo futuro que las becas a los estudiantes de todos los niveles, como los campesinos semillas y fertilizantes, las pensiones a los adultos mayores, discapacitados, etc.
Y LAS GRANDES OBRAS VAN VIENTO EN POPA. LO MISMO EL TREN MAYA, QUE EL TREN TRANSISTMICO, el Programa Sembrando Vida, el Aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de “Dos Bocas”, que producirá gasolinas para el consumo interno y evitar comprar al extranjero, y un conjunto de obras de impacto directo en la población más pobre del país, lo mismo del sur que del norte. Y para eso no ha tomado en cuenta a los gobernadores. Eso los tiene enchiladísimos. En fin, a eso se resume la visión “federalista” de los diez gobernadores rijosos que están dando el salto al vacío: quieren más dinero y más facultades para endeudar a sus estados. Pero no los acompañó Pancho Domínguez, al que se investiga por las “maletas” de dinero, tuvieron que acompañarlos Alfaro, Aureoles y otros dos priistas. Pero en su aventura no los van a seguir las masas populares.
TIENEN RAZÓN: LA CONAGO YA NO ESTÁ FUNCIONANDO. ESTAMOS VIENDO EL FIN DE TODA UNA ÉPOCA en que los gobernadores acumularon poder, ya del PRI, del PAN o del partido que sea. Ahora han perdido ese poder porque el presidente López Obrador llegó con toda la legitimidad que dan 32 millones de votos, a pesar de toda una campaña negra en su contra, con todos los poderes fácticos en contra. Los gobernadores dejaron de ser los “virreyes” que acumularon poder cuando naufragó la institución presidencialista en medio de la descomposición del régimen y por la corrupción. Pero el único y muy endeble “pegamento” que une a estos gobernadores que se autodenominan “federalistas” es el de una muy sucia conveniencia y también de un muy fundado temor e incertidumbre ante el oscuro panorama que los amenaza.
DECIMOS QUE LA CONVENIENCIA PORQUE ALGUNOS DE ELLOS SON ASPIRANTES A SER CANDIDATOS de sus partidos a la presidencia (Corral por el PAN y Alfaro por Movimiento Ciudadano); otros por temor, atento al hecho de que están muy a la vista procesos judiciales en el extranjero o aquí mismo en México por sus ligas con el crimen organizado, como sería el caso de Diego Sinuhe, Rosas Aispuro, Riquelme, Ignacio Peralta, Jaime Rodríguez, Silvano Aureoles y de Cabeza de Vaca. Creen que solamente unidos podrán “hacer frente” a la acción de la justicia que ya casi los alcanza, inexorablemente. Y tanto la Secretaría de la Función Pública como la Unidad de Inteligencia Financiera están trabajando a marchas forzadas para revisar sus cuentas y detectar los desvíos y malos manejos que todo mundo conoce, pero que nadie se ha atrevido a documentar y convertir en acciones legales punitivas y ejemplares. Y la elección de 2021, cuando se renovará la cámara de diputados y varias gubernaturas, es toda una promesa que traerá nuevos vientos de cambio…