Dos años de polarización 

José Antonio López Sosa

Mañana se cumplen dos años del inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que el ha denominado como la cuarta transformación.

Como en todo gobierno, hay aciertos y desaciertos, hay quienes están a favor y en contra y hay un diagnóstico en el terreno de la realidad, mismo que no nos pone en el escenario que se prometió desde la campaña política del propio presidente. Sí, hay una pandemia de por medio que ha llevado al mundo a la crisis sanitaria y económica, sin embargo hay cosas poco claras también en el manejo de estas pandemia al interior del país.

La síntesis son dos años de polarización, dos años en que los que creen en López Obrador le justifican todo, a pesar de lo que sea y a toda costa; dos años en que los odiadores de López Obrador encuentran más y más elementos para ir contra él y asegurar que es lo peor que le ha ocurrido al país; en medio, el ciudadano que no ve progreso y que se dirime entre las maromas y los ataques.

Ahora bien, el presidente es responsable de esta polarización, todas las mañanas desde su púlpito de comunicación señala, ridiculiza y apoda a sus adversarios, mete a todos en la misma cesta, les llama pasquines inmundos a quienes le critican, asegura que en su gobierno está «prohibido prohibir» mientras exhibe a periodistas que no comulgan con sus modos, manda mensajes claros para dividir entre los que están y no con él, prácticamente todo aquel que se atreva a criticar algo sobre su gestión, es etiquetado como conservador, neoliberal y pasa al lado de los que están contra el bien de México.

El balance que saco de estos dos años es polarización, es lo único que ha crecido y ganado adeptos al por mayor.

Tan ciegos están los de un lado que los del otro, tan mal le hacen al país los creyentes que los odiadores del presidente, cada vez el análisis es menos claro y más visceral, de un lado y del otro.

Un hecho que no podemos dejar de observar es que, la mayoría de las promesas de campaña no se han cumplido, definitivamente no estamos mejor que en diciembre de 2018.