Roberto Guillermo Cuspinera Durán. Tus milhojas

 

Roberto Guillermo Cuspinera Durán. Licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas. Postgrado en Orientación y Desarrollo Humano. Postgrado en Psicoterapia Gestalt. Graduado de la Escuela de Teatro de Manolo Fábregas. Participó como actor en telenovelas, series (Tú a alguien le importas, El derecho de nacer, El ángel caído, entre otras) y obras de teatro mexicanas (Hoy invita la Güera, 12 hombres en pugna). En España trabajó como conductor del programa Hoy de mañana, en Antena 3 y de la teletienda El Kanguro. También fue vocalista de la agrupación musical La Década Prodigiosa.

Actualmente se desempeña como psicoterapeuta en Veracruz y explora el mundo de la literatura, de la mano del maestro Miguel Barroso Hernández, en el Taller de Escritura Creativa Miró.

 

TUS MILHOJAS

                                                                                                … a Tere Vázquez Mata

 

Aquella tarde mentí, asegurando que era el mejor milhojas que había probado en mi vida. “Tienes que pedir el postre”, dijiste y confiaba en tu buen gusto.

“Es una hermana que la vida me regaló”: te presenté y mi esposo ya conocía buena parte de nuestra historia. Tú solo sabías que venía de Cuba y justo en aquel restaurante de la Colonia Roma te enteraste que era escritor y nos habíamos conocido por internet. Comimos delicioso y seguro pensabas: “¿Con un cubano bohemio? ¡Estás loco! Seguro te enredó con palabritas lindas…”. Mientras: la digestión se acomodaba entre recuerdos y novedades; porque, a pesar de no vernos muy a menudo, nos disfrutamos como si nunca pasara el tiempo o no existieran las distancias entre ambos. “Cuida tu corazón” pudiste haberme dicho con discreción, pero eres cautelosa y respetaste mi osadía.

Ser feliz implica riesgos y yo había decidido arriesgar todo. Si caía herido estaba, ciento por ciento, seguro de que ibas a secar mis lágrimas e invitarme a volar otra vez. ¡Era lo que necesitaba! La vida es como un pastel y sólo con buenos ingredientes la podemos degustar a plenitud. ¡Encontrarlos no es fácil!

—Es el mejor milhojas que he probado en mi vida.

Las láminas de hojaldre, abrigando el relleno del mismísimo “rey de los chefs y chef de los reyes”, explotaban en mi paladar. Sonreíste triunfadora: “¿verdad que es lo máximo?”. Es lo máximo, pensé viendo a mi “monstruo Comegalletas”. En Cuba no había restaurantes franceses y saboreaba cada bocado como niño. Los ingredientes eran de otro mundo. Tú eres de otro mundo y él también: ahora lo sabes y, como su talentosa discípula, me acabas de convertir en personaje.

¡Sí!, aun siendo una delicia el postre del Maison de Famille: ¡mentí! Elijo, mejor, leer tus dulces y agridulces historias. Prefiero las milhojas que escribas. Los miles de cuentos que, como pastel gourmet, huelen a recién salidos del horno y leyéndolos se quedan nadando en nuestro inconsciente o nos invitan a la aventura de la vida.