PULSO POLITICO. Concentración en el zócalo, de opositores a la reforma del INE

Gabriel Sánchez Andraca

¿Cuántas personas cree usted que se concentraron en el zócalo, opositoras del actual gobierno mexicano y a la propuesta de éste de reformar la ley del Instituto Nacional Electoral? Fue la pregunta que hicimos a varios cafetómanos de los portales que presenciaron el acto, y las respuestas fueron diferentes de acuerdo al pensamiento político de cada quien.

Iban de los tres mil a lo diez mil.

Eso nos hizo recordar viejos tiempos, cuando el PRI era el rey que dominaba totalmente el escenario político nacional.

Hubo un acto de mujeres priistas convocado por el partido tricolor, cuando estaba aquí como delegado del comité nacional de ese partido, el licenciado Mario Vargas Saldaña, un simpático veracruzano que era un maestro de la política priista a nivel nacional, que había sido presidente municipal del puerto comercial más importante del país, en los tiempos en que gobernaba al país, su paisano Adolfo Ruiz Cortines.

Nos había citado a una conferencia de prensa para informarnos del acto y afirmaba categóricamente que la asistencia había sido de diez mil mujeres poblanas.

El recién estrenado jefe de prensa priista, que estaba a su lado, un joven periodista que pensaba en la veracidad e imparcialidad de la información que estábamos obligados a dar los profesionales de la prensa, le dijo: “No señor, fueron dos mil”.

La respuesta del delegado fue contundente: “Fueron diez mil”. El todavía inexperto en menesteres burocráticos insistió: “No señor, fueron dos mil”.

Eso exasperó a don Mario que molesto, dijo delante de todos los compañeros periodistas que ahí estábamos: Fulano, (lo llamó por su nombre en diminutivo, como lo conocíamos todos) “con quien carambas está usted. Fueron diez mil”. Y fueron diez mil, no había más.

EN LA MISMA EPOCA, EL MISMO DELEGADO, QUE representó al comité nacional de su partido en tres procesos electorales, el PAN realizó un mitin en el zócalo de esta capital. Estuve presente, me metí entre los panistas que ocupaban la avenida Reforma entre la avenida 5 de mayo y el pasaje del ayuntamiento y me di cuenta que había muchos espacios vacíos, es decir, no era un grupo cerrado, sino que muchos espacios estaban abiertos. Calculé, después de medio contar a los asistentes, que habría unas 200 o 250 personas.

Los agentes de Gobernación y los priistas enviados por don Mario a “espiar”, eran unas “chuchar cuereras” en eso de dar informes inflados a sus superiores y le dijeron al delegado que la asistencia había sido de no menos de dos mil.

En ese tiempo, el PAN no era capaz de juntar en un acto público, ni a doscientos asistentes. Los mítines de apoyo al candidato panista a la presidencia municipal, el ingeniero Ricardo Villa Escalera, fueron un fenómeno, pues rebasaban con mucho esa cantidad, pero todavía no eran esos tiempos.

Entré al despacho de Vargas Saldaña, pues la prensa tenía derecho de pica-porte y me pregunta de inmediato: ¿Gabriel, estuvo usted en el acto panista? Y la respuesta fue “sí don Mario”. “¿Cuántos asistentes cree que hubo?”.

Le explique que me metí entre los panistas, que había muchos espacios vacíos y que ocupaban como media calle del zócalo entre la avenida 5 de Mayo y la 2 norte y que serían unos 200 o 250 más o menos.

“Gabriel, es usted un llegón”, esta última palabra fue un disparate que significa lo mismo. Y agregó: “Estoy rodeado de pen….intentes que no saben nada de nada. Me vienen a decir que hubo más de dos mil”.

Realmente era una exageración, pues el PAN en la época de que habló, no tenía ninguna presencia ni siquiera medio importante en Puebla.

Pero esto demuestra que los partidos políticos o sus simpatizantes, suelen exagerar sus datos según les convenga o disminuirlos, según sea el caso.

LO DE AYER FUE UN CASO DE ESOS. Unos vieron muchos y otros vieron menos. Lo cierto es que para ser un acto político de la derecha o del grupo conservador, la asistencia fue importante.

Los asistentes, personas de la clase media acomodada, son personas convencidas de que el actual gobierno nacional, nos lleva a la ruina económica, aunque los hechos demuestren lo contrario y que vamos derechito al comunismo.

Terminado el acto de apoyo al IVA, que los del grupo contrario lo vieron como apoyo al régimen de corrupción y de entrega del país al capital extranjero, los cafés y restaurantes de los portales se atiborraron de clientes y lo mismo los estacionamientos del centro, por las personas que iban a recoger sus vehículos. Muchos matrimonios llevaron a sus niños y los vendedores de dulces y helados, hicieron su agosto, antes, durante y después del acto.

EL PARTIDO FUERZA POR MEXICO, QUE PERDIÓ SU registro nacional, por no haber alcanzado el 3 por ciento de la votación, logró obtener en Puebla el registro como partido local, pues la votación que obtuvo fue del 3.4 por ciento.

Ganó cuatro ayuntamientos y 14 regidurías y el comité estatal estuvo presidido hasta hace poco, por Rafael Moreno Valle Buitrón, quien luchó, después de las elecciones, para obtener el registro como partido local.

Por tener ocupaciones que requieren su presencia fuera del estado, renunció y lo sucedió en el cargo, Laura Artemiza, a quien hizo entrega de toda la documentación del registro.

El sigue como militante de Fuerza por México, partido que en Puebla, se convertirá en aliado de Morena, en las próximas elecciones.

LAS CONCENTRACIONES DE AYER EN LA CAPITAL de la república, en Puebla y en otras grandes ciudades del país, en apoyo al IFE, pueden considerarse como exitosas, pues reunieron a muchos conservadores o derechistas, corriente política que siempre ha existido en el país, desde la época de la Independencia.

Esa corriente y su opositora la corriente liberal, lo hemos dicho siempre, son las que han conformado a este país y ni van a desaparecer, ni pueden desaparecer.

Modernamente han estado representadas por el PRI y el PAN y a principios del siglo pasado, entró la corriente izquierdista que se abrió paso en los años sesenta y setenta.

El neoliberalismo que se apropió del PRI, convirtió a este partido en conservador o derechista y la corriente liberal-progresista, fue asumida por el PRD, en los años ochenta y por Morena, en los años recientes, que absorbió a gran parte de la militancia perredista y llegó al poder nacional en el 2018.

Hasta los más renuentes a aceptar al nuevo régimen, reconocen que no tienen posibilidad de ganar la presidencia de la república, pero ven una ventana abierta en las diputaciones y senadurías, para imponer sus decisiones, pues también reconocen, tácitamente, que ahora los poderes legislativo y judicial, son auténticamente independientes y no como antes, que estaban sometidos a la autoridad del poder Ejecutivo.

La idea de luchar por la mayoría en el Congreso, la expresó aquí hace dos semanas, la senadora Beatriz Paredes, tlaxcalteca que fue gobernadora de su estado y dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, en el que sigue militando.