¿Puede alcanzar Xóchitl a Claudia?

Según las encuestas más respetables que se han publicado, la diferencia entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, es de alrededor de 15 puntos. Esto, a pesar de que la morenista lleva más de 2 años en campaña y la prianista unos 3 meses.

Ante estos números, y tomando en cuenta que faltan poco menos de 200 días para la elección, surge la interrogante ¿Qué tan posible es que realmente en las encuestas se registre pronto un empate entre las dos virtuales candidatas a la presidencia?

La primera respuesta, y la más rápida, es que esto no será para nada sencillo. Ciertamente cada equipo de las candidatas va a plantear que hay las condiciones para que a partir de que comiencen las precampañas, mejoren su posición en la competencia electoral.

Pero, poniendo el escenario de que, en efecto sean solo 15 puntos la diferencia entre Claudia y Xóchitl, sigue siendo mucho. Se sabe que la apuesta del equipo de Xóchitl es que, al aumentar su nivel de conocimiento, también lo haga la intención de voto a su favor.

Pero entre Xóchitl y Claudia existe otro factor; se trata de la candidatura de Samuel García por Movimiento Ciudadano, la cual es posible le reste votos a la candidata del Frente. Algunos análisis que se han publicado, indican que los votos que captara Samuel provendrían por igual de Claudia que de Xóchitl.

Otros analistas sugieren que una de las condiciones para que Xóchitl pudiera imponerse en la contienda tienen que ver con una alta participación ciudadana. Incluso, algunos señalan que, con un porcentaje de 70 por ciento de participación de la lista nominal, la candidata opositora puede tener posibilidades de ganar.

Para entender esto, recordemos que en la elección presidencial de 2018, la tasa de participación fue de 63.4 por ciento. En la de 2012 fue de 63.1 por ciento; de 58.6 por ciento en 2006; de 64 por ciento en el 2000 y de 77.2 por ciento en 1994. Es decir, se requeriría, en esta lógica, una tasa de participación como no se ha visto en tres décadas.

Por lo que hemos visto hasta ahora, es que se percibe una distancia entre los tiempos de la “marea rosa” de hace poco más de un año o de febrero, que las movilizaciones que hemos visto en los últimos meses. Hay una suerte de cansancio de la ciudadanía. Las campañas necesitan sacudir ese cansancio para convertirlo en el entusiasmo que se apreció entonces. Una parte de ese cansancio deriva de la falta de novedades. El que a la candidata del Frente la respalden partidos políticos tradicionales puede provocar parte del desencanto de la ciudadanía, que perciba que se trata de una versión modificada del pasado.

Y, no puedo dejar de señalar, que algo que juega en contra del Frente es el desempeño económico que se ve en diversas zonas del país.

Y es que, resulta complicado sustentar un discurso acerca del desastre económico cuando se están observado niveles de desempleo históricamente bajos, alzas del salario real como no se habían visto antes o récords en la inversión productiva.

Incluso en materia de inseguridad, a pesar de que hay malos resultados en delitos de alto impacto como los homicidios dolosos, la percepción de inseguridad pública urbana, está en el nivel más bajo desde que el INEGI levanta esta encuesta.

Al comenzar la administración de AMLO el 74 por ciento de la población consideraba que era inseguro vivir en su ciudad mientras que la cifra de septiembre de este año reportó el 61.4 por ciento.

La ventaja de Sheinbaum sobre Gálvez no es irremontable, desde luego, como prácticamente ninguna en una campaña electoral, pero requiere que Xóchitl no se equivoque y que Claudia cometa errores de manera sistemática.

El saldo de la selección de candidatos a gobiernos estatales tendrá costos para Morena, pero también los habrá para el Frente.

La diferencia en niveles de conocimiento es limitada. De acuerdo con la más reciente encuesta nacional de El Financiero, el 93 por ciento de las personas interrogadas conoce a Sheinbaum mientras que el 88 por ciento a Xóchitl. La diferencia de 5 puntos no parece suficiente para que, al cerrarse, cambie radicalmente las cosas.

Por lo pronto, debemos de estar listos para la marea de spots de una y otra que ya ha comenzado.