Partidos políticos, renuncian a sus ideologías: Dirigentes

P U L S O    P O L I T I C O

Gabriel Sánchez Andraca

               Los dirigentes estatales del PRI, PAN y PRD, en conferencia de prensa efectuada ayer en el hotel Quinta Real, de esta capital, anunciaron su alianza para lo que dijeron, hacen a un lado, lo que es esencial en todos los partidos políticos del mundo, su ideología. Su único objetivo es “salvar a Puebla”.

              Dijeron que la unión de los que fueron los tres partidos más importantes del país durante décadas, se debió a que escucharon el clamor de los ciudadanos que ante tantos errores de “Morena” y del Presidente de la República, pedían, suplicaban que mandaran al diablo sus ideologías y sus intereses personales y se unieran para salvar a México y a Puebla, claro, de quienes con su 4-T, lo están hundiendo.

            En las próximas elecciones, dijo Néstor Camarillo Medina, el joven dirigente priísta que en las elecciones del 2021, solo habrá dos caminos, nos líneas a seguir; la de “Morena y sus aliados apoyando la 4-T y la de “la gran alianza PRI, PAN, PRD” que representará a los jóvenes y a las mujeres, a los empresarios y a los hombres del campo.

Los que ven mal esta “gran” alianza son los que sienten que no la tienen fácil, ya que vieron que podemos construir mucho nosotros desde este lado. “Vamos a ganar, por Puebla y los poblanos” remató.

            Su colega del agónico PRD, Carlos Martínez Amador afirmó que la alianza partidista que han constituido, parte de cero. No hay nombres de posibles candidatos; no se sabe, no se conoce el número de candidatos que tendrá cada partido. La unión de los que fueron los grandes partidos de México, se da en un contexto de mucha polarización y encono, de una economía que venía a la baja, de problemas graves de inseguridad y violencia. Anto todo eso, afirmó don Carlos, tenemos que ir unidos para “cambiar el rumbo.

            Finalmente, doña Genoveva Huerta Villegas, la dirigente estatal del PAN, afirmó que por encima de ideologías y de intereses particulares, lo que pretenden es construir un estado constitucional, basado en el respeto a los derechos humanos, en la solidaridad y la fraternidad, se trata de una alianza con los ciudadanos, señaló.

            COMO USTED YA SE HABRA DADO CUENTA, los dirigentes partidistas andan en la luna. El clamor de la ciudadanía en las elecciones del 2018, como lo demuestra la votación histórica de más de 30 millones de votos a favor de AMLO, fue para cambiar el rumbo que seguían los gobiernos priístas y panistas, culpables del desplome económico, del surgimiento de la guerra interna que ha provocado cientos de miles de muertos y desaparecidos, en su mayor parte jóvenes; de la desbocada corrupción en los altos niveles de gobierno; del abandono en que se ha tenido a la agricultura nacional que nos ha convertido en un país dependiente de alimentos; de la intención de entregar al capital extranjero la industria más importante del país que es PEMEX y que la dejaron en la quiebra; de la entrega de la electricidad a empresas extranjeras; de la violencia y de la inseguridad, así como de la impunidad que ha prevalecido en el país desde que un presidente de la república, panista él, declaró la guerra al narcotráfico y su secretario de seguridad, preso en los Estados Unidos, era cómplice del más importante cártel delincuencial mexicano.

           El pueblo ya estaba harto de la incapacidad de los gobiernos priístas y panistas, de tanta ineficiencia para resolver los problemas del país. Somos uno de los países más endeudados del mundo y tenemos que pagar 40 mil millones de pesos o de dólares cada año, por concepto de nuestra deuda billonaria.

          A nivel Estado, Puebla es una de las entidades con más elevada deuda pública dejada por el único gobierno panista que ha habido en la historia de la entidad. Nunca Puebla se había endeudado tanto como en el gobierno panista. Se deben más de 60 mil millones de pesos y la deuda se acabará de pagar hasta dentro de 30 años.

         ¿Porqué esa deuda? Porque se construyó un edificio en la zona más moderna de la capital, que costó una millonada y que su mantenimiento requiere también millones de pesos, para que el gobernador y la secretaría de finanzas, despacharan como los grandes ejecutivos gringos que siempre fueron su modelo: para construir un museo “internacional” del Barroco, que nadie visita porque no hay nada que admirar en él, pero el cascarón, el edificio, costó más de 7 mil millones de pesos más los intereses que se cobrarán durante tres décadas, échele lápiz; unas ciclopistas elevadas, apantalladoras, que nadie utiliza y que cuando algunos se arriesgaron, fueron asaltados en las alturas y hasta las bicicletas les robaron….y así podemos seguir hasta el infinito.

           Si los dirigentes partidistas de veras quisieran “salvar a Puebla” deberían tener un poco de humildad y reconocer sus culpas y empezar a trabajar desde abajo, para construir, no reconstruir, sus partidos desde cero, con unidad, que ninguno de esos partidos tiene; con una ideología precisa, que los identifique, con democracia interna para designar a sus dirigentes municipales y estatales, así como a sus candidatos; con cercanía con el pueblo, con honradez  y con sensibilidad social.

           Las luchas electorales son como las guerras: ganan los ejércitos, en este caso electorales, más capaces, mejor preparados, mejor adiestrados, mejor organizados y con verdadero espíritu de sacrificio.

           Por sus declaraciones en la conferencia de prensa de ayer, parece que ninguno de los tres está ubicado en la realidad. ¿Sabrán que el 74 por ciento de los mexicanos votaría otra vez por Morena, pese a los innegables desaciertos de muchos ayuntamientos y gobiernos estatales, surgidos de ese partido? Los tres jóvenes dirigentes de los que fueron los más importantes partidos políticos en la entidad, tienen reales intenciones de sobresalir, pero deben madurar un poco, capacitarse mejor y no salirse de la realidad. La situación económica del país, al margen de la pandemia que padece el mundo, es producto, como ya se está demostrando, de la corrupción, del endeudamiento, del pésimo manejo de las finanzas públicas de los gobiernos priístas y panistas que surgieron del neoliberalismo que implantó en el país Carlos Salinas. La inseguridad y la violencia, es producto de la inexperiencia, de la torpeza de los gobiernos federales panistas. El triunfo de Morena, en el 2018, es producto del hartazgo de un pueblo que se cansó de tanta corrupción y de tanta ineptitud. Punto.