Martín André Rosas Ortiz. Querido diario

Martín André Rosas Ortiz. Adquiriendo habilidades como tarotista y fantaseando más allá de su experiencia con los videojuegos, comenzó a escribir una novela sobre el mundo de los arcanos. En el proceso, se inscribió al taller de Escritura Creativa Miró, dirigido por el maestro Miguel Barroso Hernández y, hoy, cree posible el sueño de convertirse en escritor.

Con 17 años, cursando el quinto semestre de preparatoria en el Liceo Veracruzano, Martín aprehende las técnicas y habilidades narrativas para, próximamente, estudiar literatura y convertirse en protagonista de su propia historia.

QUERIDO DIARIO

Hoy es 4 de junio y faltan 3 días para el cumpleaños de mi esposo Rodrigo. Preparo una fiesta sorpresa, muy especial, para él; sin embargo, los últimos contratiempos me aterran. La seguridad en la ciudad, debido a los recientes secuestros y asesinatos, me hace dudar. ¿Será buen momento para festejar?

Algunas de las personas desaparecidas eran amigos de la familia. Estoy tensa y triste, pero Rodrigo sigue siendo el hombre más asombroso y dulce del mundo. A pesar de lo misteriosa que ando, confía ciegamente.

Al enterarse de la muerte de Rafael —mi mejor amigo— estuvo presente en todo momento. Hasta me acompañó a despedirlo cuando echaron sus cenizas al mar y ha sido un gran apoyo en este proceso de resiliencia.

No podría estar más feliz de tenerlo a mi lado, por eso no quisiera desistir con los preparativos de la fiesta; especialmente porque necesito anunciar públicamente que quiero tener un hijo con él.

… ¿qué dices Diario?

Mañana cumplo años y acabo de descubrir por qué mi esposa Natalia actuaba raro. Olvidó su diario sobre el cajón, junto a nuestra cama y tuve una gran sorpresa.

Resulta que ha estado planeando una fiesta para mí y yo dudando de ella. ¡La verdad, me causó bastante risa!

De un tiempo, a la fecha, salía diario; regresando tarde a casa. ¡Se deshacía en excusas! Y como la amo demasiado, no podía concebir la posibilidad de una traición, o que ya no fuéramos pareja. ¿Ya no me quería?

Eliminé a cualquier amigo cercano que pareciera culpable. Incluso a personas al azar, en la ciudad; para que la policía no sospechara de los asesinatos en el mismo círculo de conocidos. Y resulta que todo el tiempo se trataba de una inocente fiesta sorpresa y, además, Natalia quiere tener un hijo conmigo.

No podía imaginar un desenlace más hermoso y agrio a la vez. Ella es tan dulce y tan inocente que me odiaría si se entera, aunque lo haya hecho por amor.

Mi único arrepentimiento es no haber encontrado ese diario antes. Rafael podría seguir vivo de ser así. No quise hacerlo sufrir, no soy ese monstruo; sólo un hombre perdidamente enamorado y lo daría todo, absolutamente todo, por ella.