En las últimas semanas, la violencia en la capital poblana se ha desatado. Masacres, linchamientos, violencia contra las mujeres, homicidios dolosos, feminicidios, son la constante y la autoridad, al menos la capitalina, parece estar más concentrada en los próximos procesos electorales que en buscar la pacificación de la capital poblana.
El lunes 23 de octubre, ya es el más violento del año en Puebla, pues se registraron en tan solo 24 horas, 11 homicidios dolosos, siendo nuestro Estado el segundo más violento del país en ese día, solo atrás de Guerrero quien, igual que Puebla, también tuvo una masacre de 23 personas, la mayoría de ellos policías.
Las historias son estremecedoras, pues en primeras horas de la mañana de ese día, se dio el reporte de dos cadáveres que se encontraban maniatados del sexo masculino, así como un mensaje de amenaza se encontraron entre los municipios de Puebla y Cuautinchan, a unos metros de la carretera a Valsequillo.
Los primeros reportes policiales indicaron que personas que transitaban por la carretera a Valsequillo reportaron que había dos cadáveres tirados a la altura del kilómetro 16. Agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) acudieron y entre las juntas auxiliares de San Baltazar Torija y Santo Tomas Chautla, confirmaron el reporte.
Después, el terror se apoderó de la capital poblana, pues a las 14:00 horas del mismo 23 de octubre, ocurrió el multihomicidio en un picadero ubicado en la calle del Jardín, entre las calles Emiliano Zapata y Constitución de la Junta Auxiliar de San Miguel Canoa.
Según las primeras informaciones, al lugar llegaron hombres armados en al menos tres camionetas y dispararon contra un grupo de personas que se encontraba al interior del inmueble. El grupo armado disparó en varias ocasiones, por lo que algunas personas lograron salir del lugar, pero otras fueron alcanzadas por las balas.
Los vecinos reportaron a las unidades de emergencia de las detonaciones de arma de fuego y señalaron que había varias personas heridas. Por lo que al lugar acudieron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) así como de la Policía Estatal y paramédicos de la Secretaría de Salud.
Se sabe que este multihomicidio tuvo que ver con la venta y consumo de drogas, pues donde fuer el ataque, “El Picadero”, es un lugar conocido y recurrente, en donde suelen ir a drogarse habitantes de la misma comunidad.
Ta solo unas horas después y a unos cuantos kilómetros de San Miguel Canoa, ahora en la junta auxiliar de La Resurrección, dos personas estuvieron a punto de morir linchados, pues una turba enardecida de habitantes de la junta auxiliar de La Resurrección golpeó en distintas ocasiones a una pareja, quienes supuestamente en complicidad con al menos otros cinco sujetos privaron de la libertad a una mujer y un bebé.
Toda vez que se rumoró el supuesto secuestro, los vecinos de la comunidad unieron fuerzas y agarraron a dos de ellos -un hombre y una mujer-, a quienes tundieron a golpes en la plaza Central.
Los hechos fueron documentados por algunos de los participantes en el intento de linchamiento, a quienes incluso, les pidieron no grabar.
Debido a esto, autoridades estatales se movilizaron rápidamente y lograron rescatar de la turba enardecida a la pareja, aunque hasta el momento se desconoce la identidad y el estado de salud en que se encuentra la mujer y el menor que presuntamente fueron secuestrados.
Todo esto, insistimos, en menos de 24 horas, donde tuvo que hacer presencia, incluso el Ejército y la Guardia Nacional.
Pero esto no ha sido, pues en los últimos meses, la violencia ha llegado a los mercados municipales de Puebla. La delincuencia se ha hecho presente en mercados como “La cuchilla”, el de Amalucan, el Independencia, La cocota y el Tianguis de San Isidro, donde se ha presentado la mayor incidencia delictiva en este 2023.
En dichos mercados, se ha detectado consumo de drogas, asaltos, agresiones sexuales e, incluso, homicidios al interior de los mercados,