El peso de los programas sociales

Victor de Regil

 

A unas cuantas semanas de la elección, los programas sociales del gobierno federal se convirtieron en el centro del debate en la contienda presidencial. Lo que está en juego en la próxima elección del 2 de junio es la continuidad del proyecto obradorista, la denominada Cuarta Transformación, o su interrupción.

Uno de los ejes centrales del discurso lopezobradorista desde hace casi dos décadas ha sido el “primero los pobres”, que se ha traducido en este sexenio en la creación de programas de transferencias directas en apoyo a sectores vulnerables de la sociedad.

Xóchitl Gálvez ha asegurado, hasta con un pacto de sangre, que no quitará los programas sociales si gana la elección presidencial. Su intención es minimizar las críticas, que anteceden a su candidatura, cuando afirmaba que los programas sociales debían ser temporales.

Así lo dijo durante su participación en la FIL de Guadalajara en 2022: “Lo que tenemos que hacer es que estos apoyos sean temporales, darles habilidades, darles educación, certificación laboral, competencias laborales, generar fuentes de empleos; para que la gente pueda salir adelante […]”.

Recientemente, Gálvez exigió al INE que despliegue una campaña para dirigirse al electorado, a fin de que deje en claro que ningún partido político puede condicionar los programas sociales y que “gane quien gane, los programas sociales son tuyos”.

Por otro lado, Sheinbaum defiende los programas sociales que impulsó el presidente López Obrador e incluso ha planteado ampliar a nivel nacional programas que aplicó en la Ciudad de México, como becas para niñas y niños de nivel básico, más educación y pensión para mujeres mayores de 60 años.

Además, se posicionó a favor de la reforma que elevó a rango constitucional el derecho a la protección de la salud, las pensiones para personas con discapacidad, la Pensión para Adultos Mayores a partir de los 65 años de edad y un sistema de becas para estudiantes de todos los niveles escolares de educación pública.

Es importante señalar que la bancada del PAN en la Cámara de Diputados votó en contra de elevar a rango constitucional y a nivel de derechos los programas sociales, aunque posteriormente fue aprobado en el Senado.

Este debate no está ajeno a las elecciones locales, especialmente en estados donde se elige gobernador o gobernadora este 2024.

En el caso de Puebla, el candidato Alejandro Armenta representa la continuidad de la Cuarta Transformación, y por tanto se presenta como un defensor de los programas que inició AMLO y que Sheinbaum propone ampliar, mientras que el candidato Eduardo Rivera representa una postura más cercana a la de Xóchitl Gálvez, en el sentido de limitar, reducir o eliminar los programas que existen actualmente.

Así lo muestran los datos de la más reciente encuesta de Indicadores S.C.  La empresa especializada en el análisis de la opinión pública preguntó a las ciudadanas y los ciudadanos del estado de Puebla su opinión sobre el tema de los programas sociales.

En la pregunta: ¿Quién de los candidatos a gobernador de Puebla considera usted que dará más apoyos sociales para la gente?, el 48.5% de las ciudadanas y los ciudadanos respondieron que Alejandro Armenta, mientras que sólo el 17.9% respondió que Eduardo Rivera.

Esta tendencia se ha ampliado en el transcurso de los últimos meses, pues a finales del año pasado la distancia de los dos candidatos en esta variable era de 21 puntos y actualmente es de casi 31 puntos.

Se preguntó en la encuesta: ¿Quién de los candidatos considera usted que pone en riesgo los programas sociales? Las respuestas estuvieron igualmente polarizadas, con el 44.2% que afirma que Eduardo Rivera es quien pone en riesgo los programas, frente a un 11.7% que afirma que sería Alejandro Armenta.

Según las más recientes cifras, más del 70% de los hogares mexicanos reciben al menos uno de los programas sociales del gobierno federal.

De acuerdo con el Coneval, gracias a estos programas sociales, casi el 3% de la población no cayó en pobreza multidimensional en 2022. Se trata de una inversión histórica de 600 mil millones de pesos, de los cuales apenas se ha ejercido el 31%.

Los programas sociales son en realidad el verdadero eje de polarización en este proceso electoral, a nivel nacional y en estados donde se renovará la gubernatura.

Los programas sociales, más la popularidad y alta aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador, son sin duda la principal fortaleza de los candidatos de Morena y partidos aliados.

La base social y electoral detrás de programas como Apoyo a Madres Trabajadoras, Becas Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, La Escuela es Nuestra o Sembrando Vida, son todo un hándicap en contra de la oposición.

 

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