¿Qué tan cerrada será la elección presidencial?

 

Al interior y exterior de la campaña de Sheinbaum y Palacio Nacional han insistido que el resultado electoral ya se conoce, que es imposible que Xóchitl Gálvez remonte la brecha de no pocas encuestas y que “este arroz ya se coció”.

Esta estrategia es congruente con un triunfo cuyo margen depende de que la participación ciudadana en la jornada electoral sea baja. Si tiene éxito y sufraga sólo un 58% de los ciudadanos, se puede vislumbrar un triunfo de Morena y sus aliados que incluya la presidencia, el gobierno de la ciudad de México, Puebla y mayoría en la Cámara de diputados y Senado, incluso posiblemente calificada. Pero también refleja un cierto temor de que la brecha se pueda cerrar poniendo en riesgo las mayorías en el Congreso, los gobiernos de varios estados y, por qué no, aún el mismo Palacio Nacional.

Las encuestas no son predictores precisos de una elección competida, como se ha visto en muchas ocasiones en México y el extranjero. No son inusuales votaciones que divergen de las encuestas en 15 puntos porcentuales o más. En la más reciente en el estado de México, las encuestas predecían una brecha de 15 puntos porcentuales, pero terminó con un margen de 8.3 puntos y una baja tasa de participación de 49%.

Amén de las encuestas que se venden o forman parte de grupos con un interés creado y no son confiables, los encuestadores reconocen sesgos significativos en función de la metodología de levantamiento. En general, las encuestas en vivienda tienden a subestimar a las clases medias por altas tasas de rechazo o el difícil acceso a hogares en edificios. Las telefónicas tienden a subestimar a las clases bajas, aunque cada vez menos, mientras que las de internet marginan segmentos etarios dependiendo de la red social.

Así, por ejemplo, la última encuesta en vivienda de Buendía reporta un margen de 23 puntos entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, mientras que la del Reforma uno de 24. En la última de El Financiero, telefónica, la brecha es de 17 puntos, mientras que en la de México Elige, en internet, de 7.1 puntos.

Cada analista y partido cita una u otra para llevar agua a su molino. Una mejor práctica consideraría las tres metodologías para generar una adecuada estimación del margen. De manera alternativa, se puede apelar a los resultados de elecciones recientes como punto de partida para hacer un análisis sobre la dimensión de la brecha y las posibilidades de cerrarla.

Recordemos que en la elección de 2021, para muchos de manera sorpresiva, los partidos que conforman la oposición obtuvieron más votos que la coalición oficialista incluso, como recordamos, la oposición ganó la mayoría de las alcaldías en el bastión de Morena: la Ciudad de México, lo que prendió las alarmas del oficialismo.

Finalmente, hay que considerar que se ha utilizado una tasa de desencanto pareja de 10% o 12% para todos los estados. Se puede, por supuesto, hacer un análisis más fino para los electoralmente más grandes. No es difícil prever que la elección será más pareja de lo que predicen las encuestas nacionales en Estado de México, Ciudad de México, Veracruz, Jalisco, Nuevo León, Puebla y en Morelos. Si el desencanto en ellos es mayor, el resultado de la elección sería distinto al de las encuestas y mucho más favorable a Xóchitl.

 

 

Puebla, un hervidero

Victor de Regil

 

Las últimas semanas han estado marcadas por la violencia en Puebla. Incluso, varios días nuestro Estado encabezó las listas de violencia en el país. Ante los hechos delictivos que han estado ocurriendo en las últimas semanas con especial y sospechosa recurrencia en Puebla, el mensaje del gobernador Sergio Salomón fue contundente y estuvo acompañado de claridad sobre las intenciones de quienes buscan “separar a la autoridad del pueblo” en pleno proceso electoral.

Peor la pregunta que todos los poblanos nos hacemos es: ¿Qué está pasando? Ha habido 20 ejecuciones, entre el 5 y el 9 de abril. Se han registrado en la capital poblana, pero también en otros municipios como lo son Cuautinchan, Nicolás Bravo y Tehuitzingo.

Luego del hallazgo de un auto abandonado con siete cadáveres, en Periférico, el viernes pasado, el Gobierno de Puebla apresuró una posición y un mensaje para los poblanos. Un mensaje necesario, de conciliación y de certezas. De llamado a la calma, pero también claridoso.

Sergio Salomón llamó a la unidad. También aseguró que “la autoridad actúa, está presente y hace frente de manera coordinada”, a los hechos delictivos.

En una conferencia de prensa, acompañado de su gabinete de seguridad, el titular del Ejecutivo de Puebla pidió a los poblanos y poblanas tener “plena certeza de que estamos coordinados (los tres niveles de gobierno) y de que en este esfuerzo conjunto la única prioridad es Puebla y las familias que habitan, tanto en nuestra ciudad capital, como en todo el estado”.

Sergio Salomón advirtió que, con estos hechos, hay quien pretende “dividir a la sociedad; lo que algunos delincuentes buscan al realizar estos actos es fracturar la relación entre la sociedad y sus instituciones”.

Aunque también se trata de expresiones de “reacción ante la contención frontal y decidida que hemos dado de las instancias de seguridad presentes en nuestro estado”, dijo.

Estamos en pleno desarrollo del Proceso Electoral Concurrente 2023-2024. Ha habido ya el asesinato de un candidato en la misma tierra en la que nació Alejandro Armenta, candidato a gobernador de Morena. El mensaje está ahí.

El abanderado de Morena en Acatzingo se sumó, muy lamentablemente, al homicidio de otras y otras en el país.

Unos cuantos días después dos militantes del PRD, que son esposos, fueron baleados en Ajalpan y su condición se reporta grave. Ella, Mariela Amil Torres, es candidata a diputada federal, por aquella región.

Manos aviesas pareciera que operan con sincronía. El mismo gobernador reconoció que hay quienes buscan sembrar miedo. E hizo muy bien, Sergio Salomón, en ser tan contundente sobre la unidad. Sobre el combate frontal a la delincuencia, que está dando su administración. También en subrayar que la prioridad es Puebla, los poblanos y las poblanas.

Hay muchas preguntas en el aire. ¿Quién está interesado en calentar la plaza? ¿Quién con lucrar electoralmente con el miedo de los ciudadanos?

Porque todo apunta, y las autoridades lo han identificado así, que hay una operación en ese sentido.

A nadie le conviene. Ni en este tiempo de campañas, ni el día de las elecciones, ni nunca. Hay una obvia intencionalidad en la secuencia de los hechos. En su recurrencia y una sincronía. La intención lo hace ver todo muy claro.

¿Qué fuerzas oscuras nacionales están interesadas en que Puebla se caliente? ¿Cómo pretenden que esto influya en el proceso electoral? ¿Va en la lógica de la campaña federal de sembrar miedo entre la gente?

Las respuestas dan la impresión de que deben ir con el sentido común. La lógica pareciera clara.  Hay mucho por hacer. Y, afortunadamente, se está haciendo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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