Con autorización del médico

EN LAS NUBES

 

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Añadiríamos nosotros los consejos que advertimos y agradecemos:

La vida es la vida. Defiéndela. Es felicidad. Merécela.

La vida es una oportunidad, aprovéchala. Es una belleza, admírala. Es un reto, afróntalo.

La vida es un deber, cúmplelo. Es un juego, juégalo. Es preciosa, cuídala. Es un misterio, quítale el velo.

La vida es amor, gózalo. Es tristeza, supéralo. La vida es un combate, acéptalo.

Tampoco olvidemos que la vida es una tragedia a la que nos obligamos a dominar.

Sí Jorge Alberto y Mariana, hay que dominarla. Como ustedes lo logran cada instante.

Aun cuando no obtuviéramos su permiso, como es nuestro nieto médico querido, Jorge Alberto Ravelo Barba, compartimos su charla escrita.

Con su amor Mariana radican en Barcelona.

Y dedica su profesión a la atención de enfermos en un Hospital civil del Gobierno Catalán, llamado del Mar, desde hace varios, creemos que cinco, años.

“Feliz santo. Aprovecho para desearte un buen día y contarte un poco de nuestra actualidad, jeje:

Aquí en Barcelona como ya sabrás, las cosas andan poco menos tensas, pero se siente el nerviosismo de una segunda ola del famoso COVID.

En fin…. se sabe que el pueblo olvida, pero no pensé que tan rápido.

Después de una pandemia que vivimos y ya cobró el mismo número de sanos caídos que la segunda guerra mundial, y que desde la guerra civil no se había necesitado desplegar el sistema sanitario y ponerlo a prueba.

Eso parece que a la población se le olvido en menos de 3 meses, y bastaron un par de semanas de verano para bajar la guardia y que el Pius nos ponga en jaque de nuevo.

Y ahora los jóvenes insensatos, y donde me podría incluir, con ganas de tenerlo todo hoy, todo ahora, si te prohíben una disco pues vamos. Como del bar. Que luego, permitieron, con mesura.

Ahora por la insensatez de la población de nuevo a cerrar bares, gente sin trabajo para que para que los jóvenes puedan pasar un verano normal.

El joven es el menos afectado, el más asintomático del virus, pero no nos damos cuenta que al que ponemos en riesgo es al mesero que trabaja, al enfermero que nos cuida. Y a la médica, que te atiende en urgencias.

No te cuento nada que no vivamos en la Unidad de Cuidados Intensivos, en la UCI en la que trabajo y paso varias noches al mes en chambeando.

Nos ha tocado ya atender a colegas, a compañeras del servicio de Urgencias. Piden que no les incubemos, porque saben lo que eso involucra, y que su oxígeno en sangre se cae en picada.

No hay más que esquivar sus peticiones y hacer lo que toca por intentar que mejoren.

Afortunadamente los sanitarios aprendimos, supinos afrontar el virus, y ahora tenemos mejores estrategias, mejores herramientas, y más claro lo que se debe y lo que no hacer

Pero el avance científico es insuficiente cuando todo el pueblo le gusta jugar a la ruleta rusa porque si, por una cerveza por un momento de amigos.

Pero en fin no te cuento más de esta historia que quizá hoy la cuento con mayor impotencia, porque me avisaron del servicio de medicina laboral, que fui un contacto de riesgo y mañana me toca una prueba para ver si soy o no positivo.

Supongo que no porque el peligro fue mínimo, pero ahí está el albur.

Fuera del tema Covid que nos tiene en jaque a todos, y cansados te cuento que por otro lado estoy ahora en mi rotación por Neumología.

Esta que era una segunda opción al elegir especialidad, y la verdad es que me gusta mucho. Aprendo mucho y consolido conocimientos y habilidades de emisoras de profesión.

Escuchar con un estetoscopio, evaluar completo a un paciente y no solo ver los pulmones.

He tenido la suerte de estar con grandes profesores, que confíen en mí y me dan oportunidad de tomar decisiones.

Lo que disfruto mucho.

Son buenos años de ser residente en medicina intensiva, aunque a ratos el cansancio aflora.

Y aunque me cancelaron unas vacaciones –donde teníamos planeado ir a México– para tener que chambear, a lo mejor me puedo escapar a desempolvar los esquís o al menos mis zapatos crayones y pilotes para hacer alguna montaña del Irineo.

En un puente de 4 días que mes organizo, antes de entrar a la recta final del 2020 en que seguro tendré varias guardias en la UCI y/o Urgencias.

Mariana, mi amor y yo felices.

Y debo decirte también que aunque Teo mi cachorro que ya cumple 1 años en nuestra casa y 1 año 3 meses de vida, tiene mucha energía, es super buen compañero al salir a correr o solo ir pasear por el monte, le encanta.

La playa lo vuelve loco, así como jugar con el frisbee, pero en casa cada vez es más tranquilo. Pero sigue con sus travesuras como buen cachorro. Pero es buen perrito al final de todo, jeje.

Tú qué tal, cuéntame cómo estás, cómo te sientes.
Te mandamos un abrazo grande y fuerte.

Jorge Alberto Ravelo Barba y Mariana, tus nietos”.

Bien decía Bety.

No hemos vivido en vano.

craveloygalindo@gmail.com