Alito Moreno y la 4T

José Antonio López Sosa 

Como dicen coloquialmente, se han juntado el hambre con las ganas de comer.

El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, ha estado envuelto en el escándalo y el escarnio público luego que se filtraran una serie de conversaciones donde argumenta desde que hay que matar de hambre a los periodistas, hasta el sobornar a empresario y castigarles de uno u otro modo.

 

Como suele suceder en nuestro país, el victimario se convierte en víctima, el propio Moreno Cárdenas aseguró en reiteradas ocasiones que esos audios fueron editados, nunca explicó el verdadero sentido –de acuerdo a su versión—que le dio a las frases y tampoco dio explicación alguna sólida, simplemente acusó al gobierno federal de montar una persecución en su contra, al grado que tuvo la desfachatez, de presentar una queja internacional en Ginebra, Suiza.

 

Por otro lado, la inexperiencia del gobierno en turno, sumado a los ánimos de venganza que han caracterizado a la gestión del presidente López Obrador, llevó a complementar de forma casi perfecta la imagen de víctima del señor Moreno Cárdenas. Sin razón alguna, desde la cuenta de twitter del gobierno federal se informó que la fiscalía tiene una carpeta de investigación en su contra, luego de entender el yerro, borraron el tuit y esto sirvió aún más a Moreno Cárdenas para hacerse la víctima una vez más.

 

¿Se debe investigar a Alejandro Moreno por sus dichos?, sí, ¿es víctima Alejandro Moreno?, no, ¿es una torpeza del gobierno federal anunciar una investigación de la fiscalía? sí, ¿contribuyen los yerros del gobierno del presidente López Obrador a hacerse víctima a Alejandro Moreno?, sí.

 

Y así el folclor de la política mexicana, donde el victimario se convierte en víctima –insisto—con la ayuda de quien debe gobernar y no juzgar, donde la sed de venganza se traduce en inestabilidad política y social.

 

DESPIDEN A LA PILOTO DE VOLARIS

 

Dio a conocer a través de su columna Gente Detrás del Dinero, Mauricio Flores en el diario La Razón, que la aerolínea Volaris decidió cesar a la piloto que documentó desde tierra a maniobra “al aire”, esa que se viralizó donde otro avión de la misma aerolínea, abortó un aterrizaje por encontrarse un avión en una de las pistas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

 

El CEO de Volaris, Enrique Beltranena prometió una investigación exhaustiva aquel 7 de mayo y, por lo menos de forma pública el resultado fue cesar a Libertad Salomón, quien desde a cabina de mando en tierra y en espera de la autorización para carretear a pista y despegar, documentó con su teléfono celular el hecho.

 

Ojalá la misma vara usen en las aerolíneas (Volaris incluida), para cesar a quienes dan pésimo trato a los clientes, porque a ellos ni la atención les llaman en muchas ocasiones.