PULSO POLITICO. La Coalición Amplia por México, no levanta

Gabriel Sánchez Andraca

La coalición opositora formada por PRI, PAN y PRD y denominada, para efectos electorales, Coalición Amplia por México, no levanta. Su candidata presidencial, Xochitl Gálvez, en la última encuesta realizada oficialmente, está muy por debajo de su contrincante de Morena, Claudia Sheinbaum, que tiene, según la empresa Parimetría, una intención de voto del 60 por ciento, mientras la inefable Xochitl, apenas llega al 17 por ciento. Esa encuesta fue levantada entre el 30 de septiembre y el 5 de octubre.

El dinero que recibirá el PRI para la próxima campaña electoral, será de una cantidad estratosférica, mil ochocientos setenta y siete millones de pesos, de los que deberá invertir la mayor parte en la campaña de la panista Xochitl Gálvez, en vez de ocupar esa cantidad en reestructurar y fortalecer al Revolucionario Institucional, que está requiriendo a gritos una fuerte inversión para medio rehacerse, porque cada día se muestra más débil, sobre todo por el sometimiento que demuestra hacia la dirigencia del PAN y del empresario Claudio X. González, quien por cierto, según consigna el columnista de La Jornada, Enrique Galván Ochoa, organizó el “relanzamiento” de Xochitl, acto al que solo asistieron los dirigentes del PAN, Marko Cortés y del PRD, Jesús Zambrano.

¿La ausencia de Alejandro Moreno Cárdenas, el dirigente nacional del PRI, significará que el partido tricolor empieza a hacerse a un lado, de la campaña de la panista?

El mismo columnista comenta que a la mejor, el tal “Alito” ya está pensando que hizo mal al forzar el retiro de Beatriz Paredes Rangel, la experimentada priista que en las comparecencias de las dos aspirantes a la candidatura de la Coalición, demostró una superioridad abismal frente a su contrincante y que pese a eso, fue retirada por el dirigente de su partido, pues la cúpula empresarial que dirige a los partidos opositores, ya había decidido que la candidata fuera la folklórica, mal hablada y gris panista.

Fue un autogolpe del PRI el haber forzado a retirarse a doña Beatriz, una de las mujeres del Revolucionario Institucional, más experimentada, más preparada para la lucha política de alto nivel, pues fue diputada local de su Estado, Tlaxcala, diputada federal; gobernadora, dirigente nacional de su partido, embajadora en Cuba y en Brasil y ahora senadora de la república. Además de ser una oradora brillante, que logra convencer pues siempre tiene argumentos sólidos en sus exposiciones.

PERO BUENO, LO HECHO, HECHO ESTÁ. Alito logró enojar a los priistas que aún le quedan a ese partido, muchos de los cuales, se abstendrán de votar en las próximas elecciones, pues no están conformes con las decisiones tomadas por su dirigencia nacional, que ha perdido el rumbo: no es liberal, no es revolucionaria, no tiene ideología. Con el neoliberalismo el priismo perdió sus principios surgidos del Movimiento Armado de 1910 y sus tres sectores, los pilares de ese partido, el campesino, el obrero y el popular, quedaron deshechos desde los tiempos del salinato.

LA EXIGENCIA DE LOS CONSEJEROS PARTIDISTAS, del INE, de que se aplique la paridad de género en la elección de las nueve gubernaturas que estarán en juego en las elecciones próximas, no podrá cumplirse.

EN LA MAYORÍA DE LAS GUBERNATURAS QUE deberían cambiar sus postulaciones varoniles por una mujer, entre ellas está Puebla,  tienen un grave problema. Entre sus cuadros, no hay mujeres suficientes para hacer los cambios. Hay muchas mujeres capaces, que han demostrado su valía en los puestos administrativos que han ocupado, como es el caso de Olivia Salomón, en Puebla, que como secretaria de Economía hizo muy buen trabajo, pero les falta adquirir lo que se llama el “oficio político” y este se adquiere en la práctica. Doña Olivia podría ser la candidata a la presidencia municipal de Puebla y luego ocupar alguna diputación local o federal y después buscar posiciones mayores, incluso la gubernatura. Para doña Claudia Rivera, que está en la lista de los aspirantes, la situación es más difícil, pues precisamente por su falta de oficio, hizo tan mal papel como presidenta municipal, que no logró la reelección que buscó en ese cargo. Y es que el trabajo hace al maestro y para ser un político profesional, hay que desarrollar un trabajo permanente y bien hecho, ocupando cargos administrativos y de elección popular que permitan adquirir habilidades que solo se adquieren con la práctica.