María Alejandra Vidal Bracho. Luna

MARÍA ALEJANDRA VIDAL BRACHO es pintora y escritora chilena nacida en la ciudad de Punta Arenas, Magallanes. Su trabajo literario se desarrolla a través de poemas, cuentos y reflexiones, sobre distintos temas, relacionados siempre con los sentimientos e ilusiones propios del ser humano, pero vistos desde un profundo idealismo y rescatando la magia de lo cotidiano. Por otro lado, su obra pictórica ha sido calificada de naif y onírica, debido al alto contenido de fantasía que la caracteriza, lo cual se expresa en su exposición individual, denominada “En-sueños”. Ha publicado un poemario titulado Al final del Arcoiris con Ediciones Nueva Aurora (1982) y los libros: Cuentos, reflexiones y poemas anti es3, con Editorial El taller del Poeta, de Pontevedra, España (2016), A quien corresponda Ediciones Co.incidir (2018), en Santiago de Chile. El corazón es nuestro verdadero reloj libro publicado en Magallanes con editorial Calafate (2021).

 

Luna

 

Estoy en deuda contigo,

te debo un poema;

yo, que vivo pendiente de tu compañía,

tengo, al menos, que dedicarte unas letras.

 

Colgada en el techo de la Tierra,

lideras con encanto las noches nuestras,

siendo siempre pródiga en magia, misterio y entrega.

Porque tú no haces divisiones entre terrícolas fronteras

y vives, iluminando senderos en el campo,

en calles elegantes y modestas;

para ti somos todos iguales

ya sea en tiempos de paz o de guerra.

 

Por mi parte, me gustaría

poder tejerte una bufanda suave, mullida, gruesa,

que te abrigue, con primor, en las noches frescas;

regalarte un abanico para las noches calurosas

y una cajita con rubor,

que te garantice un tono saludable

en las noches de fiesta.

Ser protagonista y primera actriz, cansa;

todas las miradas y las luces sobre ti,

el telón inapelable que se abre y tú inerme quedas

encantada en tu propio poder de hechicera;

administradora de magia,

que seduce a siembras y mareas,

bendice a los bosques, materializa deseos,

alberga misterios, cautiva, acompaña y serena.

 

De la Tierra eres Diosa,

madre, amiga y compañera

viviendo frente a nuestros ojos

tu misterioso ciclo entre ser nueva y llena,

creciendo y menguando, mientras

juegas con la luz del Sol, que se proyecta

sobre cada tramo de tu cuerpo de reina.

Amante alerta y exclusiva de un rey,

encargada, cada noche, de velar el sueño en la Tierra

y aunque, a veces, nubes celosas te besan,

sigues desplegando tu ayuda certera

dispuesta a ser cómplice de quien lo requiera,

porque es imposible detener tu fuerza,

signada por los Dioses de la naturaleza;

y así, de la Tierra eres Diosa,

madre, amiga y compañera.