EN LAS NUBES Esas guerras  y no más violencia

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Teresa Gil nos comparte. Y nosotros al final lo damos a conocer.

Pero antes aprovechemos un doble análisis que el colega Jorge Meléndez Preciado, realiza en su crónica que llama “Confrontaciones”.

Involucra al mundo.

Y México, capitulo aparte, no se salva.

Leamos con detenimiento:

Hasta ahora, la invasión Rusa a Ucrania ha traído miles de

víctimas que han sido las paganas de la estupidez de los políticos y

los negociantes de la guerra.

Estos, los fabricantes de armas, multiplicaron sus riquezas

ampliamente y el valor de las 15 principales firmas aumentó en 81

mil 550 millones de dólares; nueve de ellas, por cierto, son

estadounidenses (La Jornada, 3 de marzo).

Alemania se rearmará, destinando el 3 por ciento de su PIB

(cien mil millones de dólares), algo nunca visto.

Lo que posibilitará que haya la tentación de un nuevo acoso germano en Europa, según un texto que es el mejor escrito hasta ahora acerca del conflicto actual, del siempre atento Ignacio Ramonet en Le Monde Diplomatique (1 de marzo, 2022).

El texto de Ramonet, titulado: Una nueva edad en la geopolítica, deja muy bien asentado la necedad de Estados Unidos de entrometerse en las fronteras de Rusia, sin dejar de señalar las

impertinencias del señor Putin y sus amigos capitalistas.

Estamos, como bien han señalado los trotskistas de la Liga de

Unidad Socialista (LUS), en guerras donde los de arriba ganan y los

de abajo, todos sin excepción, perdemos, como ha ocurrido a lo largo de la historia.

Por lo que se necesita un nuevo régimen mundial que tome en cuenta a los trabajadores y no únicamente a los millonarios.

En México, asimismo, hay una confrontación entre empresarios, medios cobijados bajo las alas de estos ricachones y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Lo cual, según Carlos Slim Helú, es una “estupidez”, ya que

“cuando un gobierno es electo democráticamente hay que espetarlo” e intentar “resolver los conflictos con diálogo y no a periodicazos” (golpe al corazón a los Claudios X. González y a Gustavo de Hoyos).

Algo que vemos cotidianamente.

El dueño de América Móvil (cuyos 541 contratos, 353 por adjudicación directa, en la 4T representan nueve mil 390 millones

de pesos), dijo que si las cámaras empresariales insisten en confrontar por confrontar porque el que ganó no es de nuestro agrado, es una tontería.

El también propietario de Carso lanzó estas y otras advertencias ante Carlos Salazar Lomelín, que dejaba la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en manos de Francisco Cervantes, el cual fue electo por siete personas en un organismo que supuestamente congrega a más de mil agrupaciones de patrones y ricos de diversos tamaños.

El señor Cervantes, lógico, dijo que marchará para unir fuerzas

con el gobierno y sacar adelante a México.

Propuso algunos puntos interesantes, ninguno para abatir la desigualdad que es uno de los males que padece el orbe, y en especial México.

Regresemos al señor Slim, quien construyó la fallida Línea 12

del Metro y es contratista actual de Pemex.

Nos enteramos que en el gobierno de Felipe Calderón la hoy endeudada empresa mexicana de combustibles, recibió la cantidad de 420 mil millones de dólares, ya que el barril de petróleo se cotizaba en 150 dólares y la producción era de tres millones 600 mil barriles diarios.

Lejos de usarse dichos recursos para invertirlos y hacer más

productivo a Pemex, Felipillo los dilapidó entre sus amigotes, Juan Camilo Mouriño, el preferido, quien falleció en un oscuro accidente de aviación.

También, y esto no lo dijo el señor Slim, sino es un hecho, llegaron las empresas españolas que han ganado millones y dejado sin luz a los habitantes de España, entre ellas Iberdrola.

El también poseedor de los Sanborns, hoy muy reducidos en

sus espacios, alabó la política de López Obrador por no subir

impuestos y hacer una recaudación fiscal más audaz.

Algo que muchos no estamos de acuerdo en el primer punto,ya que los recursos públicos son escasos y por eso hay necesidades como las escuelas de tiempo completo que se cierran en perjuicio de los infantes y sus madres trabajadoras.

Si en realidad un pacto sacará adelante a México, como pide

el hombre más rico del país, tendría que hacerse de otra manera no como los establecidos con Miguel de la Madrid y Enrique Peña

Nieto, entre otros, donde los únicos beneficiarios fueron los de

arriba.

Por lo que una reforma fiscal a fondo es indispensable.

Se necesita para avanzar no solo crear empleos bien pagados,

sino repartir las milmillonarias cifras que obtienen los 24 ricachones de México, para que la balanza no este cargada sólo de un lado.

Y eso que dice el propietario de Telmex del fin de las

ideologías, suena más bien a sorna, pues ya vimos que hasta Francis Fukuyama se espantó de sus predicciones unipolares.

Confrontaciones las habrá siempre, aunque algunas deben

hacerse de manera más civilizada, menos inequitativa y ver que

el mundo no sea el oscuro objeto del deseo de unos cuantos, como diría el gran Luis Buñuel.

Y de Teresa Gil otra escritora, que apoya, Nuestro respeto. No más violencia.

La lucha de las mujeres, es de todos

Debe haber cambios profundos en torno a las mujeres, incluso en algunas que estimulan por costumbres, mucho de lo que denuncian, nos dice ella.

En un marco de violencia verbal, mentiras y armamentos en acción, se celebra el Día Internacional de la Mujer.

Fecha paradigmática en la que mucho aflora, y que hoy tiene el añadido de una paz mundial, en peligro.

Los datos sobre feminicidios serán lo fundamental en esta fecha, igual que en el día del periodista lo que aparece son los asesinatos y agresiones a los que ejercen el oficio de la prensa.

Lo demás no cuenta.

Los avances, los cambios en actitudes, el apoyo en leyes no serán evaluados porque están de por medio muchos casos que no han tenido justicia y el aumento en algunos sectores, de esas muertes.

Está, además, la exacerbada virulencia de los que aprovechan el día para condenar como si el problema fuera de hoy y se aplicara como política de estado.

Quien tiene un dolor propio por una pérdida, no ve en cambios la posibilidad del consuelo.

Una violencia que viene de siglos se reproduce en la vida actual
Las viejas leyendas del antiguo Testamento, que condenaron a la primera mujer como un ser traidor y maldito, evidencia el misogismo que ya experimentaban los que escribieron esos libros. Pero para muchos son benditos.

Anclado parte del mundo a esas posturas, eluden los ejemplos que aún subsisten, se trepan al patriarcado aunque algunas lo denuncien y campean en las actitudes actuales.

Ninguna de la mujeres religiosas, muchas de las cuales desfilan levantando consignas y se van contra el gobierno en turno, han condenado el sistema bíblico de dar al patriarca a una mujer nueva, tras el rechazo y abandono de la vieja.

Ni el harem que tenían esos machos poderosos.

Se les hace agua la boca cuando se cuenta en las iglesias, como el señor Abraham, ya apocalíptico, había rechazado a su mujer anciana para incorporar a una jovencita a su lecho.

Lo consideraban normal; era el uso corporal de la mujer lo que predominaba y predomina.

Los feminicidios modernos, porque siempre existieron en el pasado, que reivindican esas costumbres pese a la libertad que asumen muchas mujeres, tiene la misma respuesta de antaño, con la impunidad que hay de muchos casos.

No puede exigirse un cambio, si la sociedad que sigue aceptando el predominio del macho, no cambia.

Los que leen las mil y una noches, celebran el triunfo de scherezada

Las costumbres reiteradas en las familias aquí y en el resto del mundo se evidenciaron durante la pandemia.

Las violaciones a menores y las agresiones a mujeres y los mismos feminicidios, se recrudecieron.

Eso significa que hay una cultura profunda y terrible en la que predominan los instintos sobre el respeto.

Y que las mujeres son las principales víctimas. Las agresiones han sido en todas las clase sociales. Igual que el uso y desecho.

Eso lo vemos a diario en mujeres que aparecen muertas, violentadas de todas maneras, como si el demonio se apoderara de los asesinos.

Cierta literatura que exacerba esas posturas ha sido de la más leídas a través de los tiempos. Y no se refieren a pornografía o a los libros llamados obscenos.

Al que me voy a referir es un libro de cuentos que ha gustado según los sondeos al 86 por ciento de sus lectores.

Hay ediciones infantiles.

Me refiero a Las mil y una noches (Alma, Clásicos ilustrados 2019). En él se celebra el triunfo de Scherezada por haber logrado que el sultán Schariar, le perdonara la vida.

La colección de cuentos que se llama así, aborda otros temas, pero el central y más conocido es el del sultán y su esposa, la cuentista.

El hombre tras la traición de su primera esposa, decide matar a todas las mujeres que pasen por su vida como sus esposas, un día después de estar con ellas.

Así, ha matado a miles en pocos años.

Al casarse Scherezada, sabedora esta de lo que le espera, le empieza a contar cuentos que el sultán disfruta y así, pasan mil y una noches, tiempo en el que el sultán ha decidido quedarse con aquella mujer ingeniosa.

La gente celebra el triunfo de Scherezada al quedarse ya instalada como esposa permanente, pero lo que está celebrando es la vida de la joven al lado de un hombre asesino y misógino, que ha matado a miles de mujeres.

Ese es el triunfo que se celebra en esa historia.

Cuento poco edificante para los niños pero que los propios padres les compran.

Habrá que analizar cuantas situaciones de misogísmo aceptan y estimulan las mujeres en esa hilera de costumbres y preceptos morales que les imponen y que no toman en cuenta cuando condenan y señalan culpables, con el dedo acusador.

craveloygalindo@gmail.com