COMENTARIO A TIEMPO. El presunto asesinato de Pablo Neruda es reabierto por la justicia chilena


Por Teodoro Rentería Arróyave

A mi querido hermano y entrañable amigo, Fortino Ricardo Rentería Arróyave, gran radiodifusor y fundador de cuatro estaciones de radio además de ocupar puestos de liderazgo, en su V aniversario de que emprendiera el viaje al éter eterno, A Yolanda, su amor de vida, a sus hijos, también colegas: Fortino Ricardo y Raúl, a sus nietos: Emilio, Mauro, Jimena, Santiago y Aranza. In memoriam.

Mientras en México los presuntos delincuentes de cuello blanco gozan de cabal salud en su lujosas residencias y duermen en sabanas de seda, al fin la justicia chilena, cuando es gobernada por líderes de avanzada, reabre el “caso Neruda”, el del poeta vanguardista y a la vez de fina y excelsa rima, Pablo Neruda, quien como indican cientos de informes, investigaciones y testimonios, fue asesinado al igual que miles de ciudadanos chilenos, sobre todo jóvenes luchadores sociales por la criminal dictadura de ese monstruo conocido como “el general”, Augusto José Ramón Pinochet Ugarte.

Así es, la justicia chilena decidió reabrir el ‘caso Neruda’, con una orden fundamental: investigar a un médico del Ejército, además de demandar revisar el informe sobre la muerte del poeta.

Como es del conocimiento público, el sumario que data de cerca de cinco décadas fue cerrado sin procesamientos el pasado septiembre; ahora para bien de la justicia, un tribunal de apelaciones decreta llevar a cabo siete diligencias en una causa que busca determinar si Neruda murió de cáncer o fue envenenado por la dictadura, como siempre se ha sospechado.

Textual nos dice el diario “El País”: Una sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ha resuelto este martes por unanimidad reabrir la investigación sobre las circunstancias de la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, quien falleció en la Clínica Santa María, en el municipio de Providencia, el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet (1973-1990) que derrocó, mediante el asesinato, al presidente socialista mártir, Salvador Allende (1970-1973). El sumario de la causa, abierto durante casi 13 años para despejar si la muerte fue por causas naturales, cáncer de próstata con metástasis, o envenenamiento, se cerró el 25 de septiembre del año pasado tras darse por concluidas todas las diligencias sin procesamientos.

“Sin embargo -textual-, los jueces Martiza Villandangos, Elsa Barrientos y Jorge Gómez han considerado que la investigación no está agotada y han ordenado la realización de siete diligencias “que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos”, según indica el fallo. Entre ellas, un peritaje caligráfico al certificado de defunción del poeta; revisar las conclusiones del panel de expertos de las universidades de McMaster y Copenhague que intervinieron en la causa; e interrogar al médico y oficial en retiro del Ejército Eduardo Arriagada Rehren, quien fue condenado en 2021 por el asesinato del locutor de radio y simpatizante comunista Archivaldo Morales, recuérdese, le inyectó dipiridamol para provocarle un infarto-. Además, se decretó que la Policía de Investigaciones establezca cómo era el mílete, Arriagada en 1973”.

Pablo Neruda, cuyo nombre real era Neftalí Reyes, padecía un cáncer de próstata con metástasis, que fue la causa oficial de su muerte durante 38 años. En 2011, su exchófer, Manuel Araya, muerto en junio de 2023, aseguró en una entrevista a la revista mexicana “Proceso” que había sido asesinado por una inyección letal en la clínica. Ese año, el Partido Comunista, PC, en el que militaba el poeta, presentó una querella que derivó en una indagatoria que estuvo 13 años abierta, y ha sido ese mismo partido, a través de los abogados Manuel Luna y Elisabeth Flores, que representan a Rodolfo Reyes, sobrino del escritor, quienes pidieron a la Corte la reapertura del caso, que ha sido concedida.

Es el caso, continúa la nota de “El País” que, han participado tres paneles científicos, que han llegado a conclusiones divergentes. En el caso del certificado de defunción del poeta, los querellantes han cuestionado, además de la causa de muerte, la caligrafía, que contiene letras manuscritas distintas. Pidieron entonces pruebas sobre la firma que está estampada en el documento oficial en 1973, la del médico tratante de Neruda, Roberto Vargas Salazar. En el certificado, en vez de Salazar, dice Zalazar, lo que fue cuestionado por los querellantes.

Respecto al médico militar Arriagada Rehen, aunque ya había declarado en la causa, volverá a ser citado. Según el abogado Luna, su nombre fue mencionado por una enfermera de la Clínica Santa María. La Corte de Apelaciones ha ordenado que sea interrogado “sobre su trabajo de inteligencia en base al Clostridium botulinum y se le expongan los sucesos idénticos por los que fue condenado respecto de la víctima, Archivaldo Morales Villanueva”. Además, los jueces pidieron a la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones realizar un análisis sobre el expediente completo del asesinato del locutor “con el objeto de establecer si existen similitudes” entre los hechos que originaron el caso Neruda.

El listado de médicos que estuvieron en la Clínica Santa María cuando murió Neruda es uno de los grandes misterios del caso. Quien abrió esas sospechas fue Sergio Draper, quien falleció en 2022. Draper dijo al juez que entregó el turno a otro médico que identificó como un tal “doctor Price” o Prize. Señaló que era alto, rubio y de piel blanca.

Con esos datos de Draper, en 2013 la policía elaboró un retrato hablado. Además, se inició una búsqueda que no dio resultados, pues ni en la clínica ni en el Colegio Médico de Chile ni en las escuelas de medicina del país se encontró a alguien con ese nombre o apellido.

Tras la reapertura del caso Neruda, la Corte de Apelaciones ordenó también, entre otras diligencias, el interrogatorio a Peter Kornbluh, analista del Archivo de Seguridad Nacional estadounidense, con sede en la Universidad de George Washington, quien lleva años analizando los documentos desclasificados sobre la injerencia de Estados Unidos en el derrocamiento de Allende y su apoyo a la dictadura de Pinochet.

Ese es el gran problema, la injerencia de la gran potencia para evitar que se esclarezca el presunto asesinato de Pablo Neruda, por ello es de recordarse su poema, “Sólo la Muerte”: “oscuro, oscuro, oscuro, /como un naufragio hacía dentro nos morimos, /como ahogarnos en el corazón, /como irnos cayendo desde la piel al alma”.

Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com