Abel Pérez Rojas. Poeta, comunicador, académico y gestor de espacios internacionales de educación permanente mexicano. Abogado, maestro en Ciencias de la Convivencia Humana y en Educación Permanente; así como doctor en Educación Permanente. Posdoctor en Ciencias de la Educación. Es doctor honoris causa por la Universidad Mesoamericana. Es miembro honorario de la Academia Colombiana de Historia, Literatura y Arte, y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía de México. Es autor de poemarios y libros de ensayos educativos; además, es compilador de la Antología internacional de poesía Sabersinfin y de la Agenda de poesía latinoamericana actual. Dirige la revista de literatura Filigramma. En 2006 fundó y dirige, desde entonces, Sabersinfin.com.
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En el remanso de tu pecho,
la vida corre más lenta.
Las libélulas flotan sin ser llamadas,
los problemas trocan en oportunidades,
la lluvia es recibida con bendiciones,
la tierra calma su sed,
mi corazón aligera su peso
mientras se ajustan los ciclos
en la inmanente unidad.
El aroma de tu piel húmeda
besa mi ser intangible,
le arropa en la complacencia.
Un arcoíris al fondo sonríe,
el cielo está contento,
vale la pena acoger tormentas
para provocar abstracción.
La noche suelta su manto,
las estrellas, cobijo de plata,
funden su luz al cenit.
La vida se levanta sobre la muerte
con el anuncio del amanecer.
Asible
Perdido en la pócima que aturde,
bebo de la savia que despierta,
gota a gota, el brebaje
teje la conexión,
mielina y sinapsis,
tris decisivo.
En el cofre de tus extremidades
descubro el desvarío,
el extravío de la brújula.
La luz se filtra por la rendija;
las sombras carecen de sustancia.
Sienes,
cascarón de atribuciones confusas,
los surcos grises,
cuerpo fugaz de la chispa sagrada.
¿Cómo atrapar el viento sin ayuda?
Reina la bestia,
el sapiens esclavizado contempla.
El corazón aguarda en silencio,
la luz, intacta bajo siete llaves.
Subyugación voluntaria,
esclavitud autoimpuesta,
muro de cristal
–me reflejo en él–:
libertad asible.