AGENDA EMPRESARIAL. Menos uso de Efectivo más Exclusión de la Tercera Edad

Jorge Marcelino Alejo
Le esperan más tortuosos momentos a la población de 65 años y más, porque la Asociación de Bancos de México –ABM-, planteó reducir el uso del Efectivo, en aras de acelerar la digitalización de los servicios bancarios.
A través de su nuevo presidente Emilio Romano Mussali, precisó entre otras conclusiones de la 88ª  Convención Bancaria, que si en el 74 % de las compras se usan billetes como principal fuente de pago, esa práctica es un obstáculo para cambiar el sistema bancario, incrementa costos y limita la innovación. Además favorece a la informalidad y frena la movilidad social.
Aún más, si la inclinación es por menor uso del efectivo, la medida vendría acompañada de limitar la emisión de billetes de alta denominación, establecer esquemas simplificados para el pago de impuestos y digitalizar transacciones gubernamentales. Y todavía más, fusionar plataformas de pagos digitales, para profundizar en el acceso a servicios bancarios.
Obviamente sobra decir, que tales plataformas tienen que ser fáciles de usar, transparentes y centradas a las personas.
Aquí se advierte que reducir el uso de billetes, indica que es el sendero para impulsar la educación financiera digital de las futuras generaciones. Ellas no tendrán problema con los servicios bancarios, pues dominarán la tecnología digital.
Sin embargo las personas de la tercera edad, a las que nos referimos al principio, seguirán en la discriminación, porque además son pocas las que incursionan en el uso de esa tecnología. NO lo hacen porque para ellas no es “fácil de usar”.
No olvidemos que en la pasada pandemia, por la limitación a salir de casa, se aceleró la tecnología digital por la actividad comercial y la prestación de servicios. El Gobierno y la Banca se percataron que se debían garantizar espacios adecuados a la tercera edad, para su capacitación digital.
Se advirtió también, que las personas mayores no tienen recursos para acceder a la información. Menos para contratar servicios de conexión a Internet, ni comprar celulares, tablets o computadoras.
La realidad es que no se necesitan porcentajes, para decir que esa población no puede ser excluida. Ya tiene bastante con la marginación que padece.
Toca pues a la tecnología digital incorporarla de alguna manera. Para que se beneficie del avance tecnológico que transforma la convivencia humana y su relación económica financiera.
Lo esencial es que no se excluya, a quiénes por no saber usar dicha tecnología, o por discapacidad física, se hacen acompañar de un familiar o vecino, para acudir a solicitar un servicio bancario. O que cuando tienen algunos billetes, suelen “guardarlos” bajo el colchón.
M E M O R A N D U M
FISCAL
Ya se ventila en el Congreso de Estados Unidos, una ley fiscal que gravará con el 5 % a las remesas que envíen los migrantes a sus países de origen. Ese porcentaje será retenido por las empresas encargadas del envío, y deberán entregarlo al Departamento del Tesoro de EU.
Según el Banco de México, el promedio en dólares que se mandan a hogares mexicanos es de 358 dólares. O sea que a la cuota a pagar por cada envío, se le sumarían 17.9 dólares, algo así como 363.53 pesos al tipo de cambio actual.
A marzo de este 2025, el monto de remesas que recibió México, ascendió a cinco mil 50 millones de dólares.
Si el presidente Trump se prometió a sí mismo, que EU volverá a ser rico, busca ingresos por donde puede e inventa impuestos a los migrantes, a quiénes, obviamente, no ama.
Habrá que hacer números.
joma61@hotmail.com