José Antonio López Sosa
Tomó protesta ayer la gobernadora Mara Lezama, destaca la permanence del secretario de turismo de la administración anterior Bernardo Cueto, que sin lugar a dudas ha hecho un muy buen trabajo al frente de la dependencia.
Carlos Joaquín González, hoy ex gobernador y próximo embajador de México en Canadá entrega buenas cuentas del estado luego de haber recibido hace seis años, una administración quebrada como producto del saqueo de Roberto Borge –hoy preso–, será junto con Joaquín Hendrix, los únicos dos ex gobernadores que podrán caminar con tranquilidad por las calles de Chetumal, hecho penoso por los demás ex gobernadores para un estado tan joven como Quintana Roo. Destaco la operación del comunicador Fernando Antonio Mora Guillén, quien desde la subdirección de vinculación y luego de la dirección de comunicación social, fue parte importante en el proceso de acercar al gobierno con la sociedad desde la perspectiva de la comunicación. También el destacado desempeño de Darío Flota Ocampo, quien coadyuvó en la consolidación del Consejo de Promoción Turística estatal; Marisol Vanegas y luego Bernardo Cueto en la secretaría de turismo. Una forma digna de terminar una administración estatal.
40 AÑOS DE EMPRENDIMIENTO
Nuestro país desde mediados del siglo XX pasa por crisis económicas recurrentes, entre políticas incorrectas, devaluaciones y abusos desde el poder, nos hemos quedado rezagados como nación frente a países que tuvieron un entorno económico más complicado como Corea del Sur, Taiwán, Singapur o Vietnam y, que ahora nos han rebasado por mucho en materia económica.
Hacer crecer y sobre todo conservar una empresa dedicada a asesorías contables y financieras durante 4 décadas, en un entorno como el nuestro es de reconocerce sobre todo cuando nació del emprendimiento de un solo hombre y se ha consolidado como una empresa estable y líder en su rubro.
Así hace 40 años Roberto Payán Campos, licenciado en administración de empresas con especialidad en contabilidad comenzó un sueño con un modesto despacho, junto al consultorio dental de su hermano mayor con el sueño de consolidar un despacho que pudiese crecer frente al entorno tanto de competencia en el rubro, como de recurrentes crisis económicas.
Una prueba fehaciente que sí existe el sueño mexicano, que en nuestro país a pesar de los pesares sí se puede salir adelante de forma exitosa y honesta toda vez que se tenga disciplina, empuje y sobre todo, ganas de salir adelante en conjunto con quienes se van sumando a colaborar en un proyecto que se consolidó a lo largo de los años y sigue al día de hoy, dando empleo a familias y creciendo en reputación en un rubro que de pronto, suele ser complicado, donde empresas y despachos nacen y mueren ya sea por la dificultad de la coyuntura o por la avaricia y malos manejos de quienes abren y cierran deliberadamente aprovechándose del escenario local y global.
Con el paso de los años también han logrado un hecho que resulta muy complejo en el ámbito empresarial, incorporar a la segunda generación y lejos de reducir, aumentar la productividad. Se cuentan casos por doquier de empresas grandes y pequeñas cuya segunda generación las lleva a la ruina, en lo particular, fui testigo del caso del exitoso Colegio Francés Hidalgo de México al norte de la Ciudad de México, donde tuve mi formación básica y media superior que, a la llegada de la segunda generación se fue directo a la ruina y al embargo, al grado que hoy sigue operando bajo una empresa financiera como producto del cobro de deudas que esa segunda generación no logró saldar, por ello, el mérito también es aquilatar el esfuerzo empresarial con la formación paterno familiar para no solo mantener, sino hacer crecer esa “start up” como sería llamada en estos tiempos, que nació hace 40 años.
En fin, P&H Payán, una historia de éxito más que se teje en nuestro país y que merece ser reconocida, ojalá más empresas de distintos rubros se sigan consolidando así, ello representa una de las pocas alternativas que tenemos en nuestro país para lograr un tangible crecimiento económico.