Conjeturas
Por Álvaro Cepeda Neri
I.- Puntual y certera como siempre en sus investigaciones periodísticas, análisis e informaciones y en el marco de la crítica constitucional, la portada de la revista Proceso (12/VII/20), dice: Ayotzinapa, Duarte, Lozoya: Todos los caminos llevan a Peña Nieto. Con mucha más verdad sexenal incluso sería: todos los caminos de los corrupto-rateros conducen a Peña Nieto. Y es que los ya procesados, que son pocos; y, los que están en la mira: Lozoya, Duarte, Ayotzinapa y un larguísimo etcétera, son unos trogloditas de la ratería que se aprovecharon a manos llenas de los dineros del pueblo. Y mediante el reparto, si es cierto que “el que parte y comparte se queda con la mayor parte–”, parece que, en efecto, el expresidente Peña está hasta el cuello metido en la podredumbre de los saqueos-robos a la nación. No hemos tenido sexenio, ya sea priista o panista, que no hayan sus funcionarios robado y se hayan enriquecido al estilo de César Duarte, en Chihuahua; en Veracruz, Javier Duarte. En Morelos, al parecer, Graco Ramírez.
II.- Y de esta manera, en otras muchas entidades que dejaron sus huellas, como ha venido sucediendo desde Miguel Alemán. Cada presidente llega diciendo que combatirá esa corrupción, para quedar siempre en promesas. Esta vez parece que el lópezobradorismo va en serio contra los ladrones y esperamos el resultado de Lozoya y el chihuahuense Duarte. Es cierto que todos los caminos conducen a Peña Nieto; pero, pensamos que no llegará hasta allá Santiago Nieto; pues basta con entregar a la Fiscalía General de la República denuncias sin pruebas, y ese ministerio público se queda atorado o los jueces decretan la libertad de los presuntos. Si el actual huésped de Palacio Nacional quiere, en algo, recuperar el apoyo para su futuro electoral, deberá entregar la cabeza de Peña y no solamente de sus retoños. Con su copete el mexiquense y Luis Videgaray deben estar en las denuncias de Lozoya y los implicados en Ayotzinapa, cuando menos, ya que de otra manera será lo mismo de siempre.
III.- Así que muy pendientes estaremos a la espera de cómo y a quiénes Lozoya entregó dinero para la campaña de Peña, y cuanto él se llevó. Necesitamos saber si los militares también estuvieron involucrados en la desaparición y homicidio de los 43 estudiantes. Y es que el peñismo dejó cientos de miles de fosas clandestinas, las que sus familiares han ido descubriendo por todo el territorio. Todos los corruptos tuvieron un jefe, un cómplice, alguien que se hizo tarugo, para dejar que robaran a manos llenas. Los secretarios del despacho presidencial de Peña se llevaron algo, mucho o poco, pero muchos de ellos se enriquecieron. Y dejaron un país en ruinas, casi a merced del infame Trump, al que trajo Videgaray (el mismo Trump al que Ebrard llevó a López Obrador). Tenemos, pues, mucho que saber antes de las elecciones del 2021, si es que los de Morena quieren más o menos obtener apoyo electoral. La condición es que todos los ladrones caigan con sus cómplices, y si es Peña Nieto lo queremos ver.