Sergio Salomón, ni perdón ni olvido

Victor de Regil

 

De forma muy poco higiénica y con una lectura apresurada y errática, personajes y grupos que, por sus cuentas pendientes con la ley o su larga cola, huyeron de Puebla o se camuflaron en un bajo perfil, pretendieron salir a la luz pública tras la lamentable muerte del gobernador Miguel Barbosa Huerta. Qué equivocados han estado esos “valientes” de temporada, pues bajo el brazo, ahora, del mandatario Sergio Salomón Céspedes Peregrina, tampoco habrá impunidad ni debilidad.

La lista de los atrevidos es larga. En algunos casos incluso cómica. Pero en todos los casos su equivocación los hace topar con pared.

Y el costo del reto puede ser muy alto.

“Siempre estamos abiertos al diálogo, está nuestra mano abierta para la construcción, pero que no nos prueben y tampoco que nos reten, la aplicación de la ley es de ordenamiento general”, dijo el gobernador el pasado 25 de enero.

Algunos de esos “envalentonados” no duraron ni dos minutos. Otros han comenzado a entender que el legado barbosista implica, sin dubitaciones, la continuidad del castigo a los delitos del pasado.

También del presente.

Veamos quiénes son algunos de eso que agarraron valor, los muy “valientes”, que solamente aparecieron tras el fallecimiento de Miguel Barbosa.

Como grupo, está Antorcha Campesina. Quiso tomar como bandera la oposición a la verificación vehicular. Ha realizado dos marchas con un puñado de sus militantes, sus protestas multitudinarias son cosa del pasado. No lo conseguirán. Si querían medir al gobernador, lo único que han logrado es ponerse nuevamente en la mira.

Los líderes de ese movimiento, que a veces es priísta, otras panista y hasta ha coqueteado con algunos morenistas, tienen muchas cuentas pendientes. Los medidos, al final de cuentas, fueron ellos. Exhibieron su actual condición de debilidad.

En la lista hay más.

Ignacio Mier Velazco, el coordinador de los diputados federales de Morena, quien intensificó su actividad proselitista. Sin embargo, no ha logrado reunir a más seguidores. Queda claro que su falta de popularidad con los poblanos no era por obstaculización de Barbosa.

Varios de sus voceros comenzaron a decir que incluso su socio y principal golpeador mediático, el director de Diario Cambio, Arturo N., saldría de la cárcel. Pero no.

El personaje que vive en el penal de Tepexi de Rodríguez tiene cuatro procesos. Deberán desahogarse. La ruta será muy larga.

Los abogados que rondan el caso aseguran que el Nigromante Rueda está más cerca de obtener sentencias, que de la libertad.

Está también el ex panista Fernando Manzanilla, quien andaba dando entrevistas y por fin tuvo el valor para salir a presentarse como “coordinador de precampaña” de Ignacio Mier. Pero sigue tan huérfano de poder, como cuando vivía el gobernador Barbosa.

Su ausencia física no le levantó el veto en la administración pública, porque está muy bien justificado el rechazo a lo que representa.

Hay más en la lista: Francisco Castillo Montemayor, a quien de repente le salió lo mediático. Aunque a él lo metió a la cárcel el morenovallismo, había entendido que no podía andar de opinador en temas que no le corresponden.

Pero ahora ha decidido dejar la prudencia. Veremos qué pasa.

También los panistas Genoveva Huerta Villegas, el mismo alcalde Eduardo Rivera y otros, han dejado la timidez y la autocensura de opiniones y comportamientos.

Qué decir de los galistas, que hasta reactivaron sus facebooks. Aunque recularon con inusitada velocidad.

Hay un caso muy ilustrativo de que los procesos no se detienen. Es el del ex director de Carreteras de Cuota del estado de Puebla (CCP), Rodolfo Chávez Escudero. La versión es que estaba escondido en Estados Unidos.

Con la muerte del gobernador pensó que se extinguiría el proceso en su contra, por corrupción, por el que tenía ya una orden de aprehensión. No fue así.

Regresó al país, muy contento, muy campechano y muy supuestamente impune, y hoy está en la cárcel.

Porque la valentía de temporada puede ser un mal consejero, como por ejemplo para el presidente de Coparmex, Rubén Furlong Martínez.

La lista sigue, pero también se reduce cada día. Hay mano firme.

“Que no nos prueben y tampoco que nos reten”, ya dijo el gobernador. No es solamente advertencia es previsión.