­­SABERSINFIN. Alfredo Oteman, fundirse con dignidad en la otredad


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Abel Pérez Rojas

Parte de la felicidad es fundirse en el otro

sin dejar de ser uno mismo.

Abel Pérez Rojas

De forma simple, pero profunda, me queda claro que la dignidad humana es respetarse y valorarse a sí mismo a la par de que otros también manifiestan respeto y valor por cada uno de nosotros.

Esto conlleva a que cada una de las personas trate dignamente –en términos de igualdad– a quienes les rodean.

No es fácil gestar y cultivar entornos en los cuales la dignidad sea su cimiente, pero quienes lo han conseguido, sostienen que es clave para la libertad individual y colectiva, y pieza vital de la felicidad.

La otredad emerge y está siempre presente en medio de este tipo de reflexiones, porque la dignidad solo puede ser aquilatada a la luz del “otro”, de los “otros”, es decir, del “nosotros”, del “ustedes”.

Pienso todo esto después de documentarme sobre la vida y obra del empresario, comunicador, gestor y promotor cultural argentino, Alfredo Oteman.

Alfredo Oteman –Alfredito, como atrevida, pero fraternalmente a veces le llamo– es toda una figura del medio cultural en Mar del Plata, Argentina.

Él es un estudioso de la idiosincrasia, de la convivencia social y de la actividad cultural de aquella bella latitud.

Alfredo y su esposa Olga Vázquez crearon hace treinta años el premio Faro de Oro, el cual reconoce la labor y dedicación de quienes impulsan con su esfuerzo la vida cultural, artística y los medios de comunicación de Mar de Plata y de Argentina.

Por tres décadas Faro de Oro ha reconocido a creativos de todas las artes, deportistas, fotógrafos, periodistas y todos aquellos que tienen un emprendimiento cultural en Mar del Plata, me confirma Esmeralda Longhi, gestora cultural.

Además de su labor al frente de Faro de Oro, Alfredo y su esposa tienen un programa de televisión, el cual se llama Tangoleando y algo más, a través del cual promueven el rescate y la difusión del tango; no está de más recordar que en el 2009, la Organización Cultural de Naciones Unidas (UNESCO) denominó al tango como patrimonio cultural intangible de la humanidad.

La labor de Alfredo Oteman se establece en el valor de la otredad para tener siempre presente las bondades del nosotros.

Pero, ¿de dónde se toma fuerza para no decaer en el desánimo y abandonar una labor como la que realiza Oteman?

Quizá la clave está en la procedencia de las personas.

Alfredo Oteman nació un 9 de octubre en medio de la pista de un circo.

Sus padres fueron actores circenses, realizaban un número que era el platillo fuerte de cualquier enlonado: su padre, parado de cabeza y sin ningún otro apoyo, ejecutaba un número en el cual le lanzaba cuchillos a su madre.

En cada número los padres de Alfredo se jugaban la vida.

Esa, quizá, fue la mayor lección para quien no se ha deslumbrado frente a los reflectores ni los halagos de famosos.

Pero hubo más lecciones.

Hasta los catorce años Alfredo supo lo que era vivir en una casa edificada, pues toda su vida la había pasado en una carpa.

Su primera casa edificada estuvo en Mar del Plata, al lugar que llegó y del cual no se ha ido, pese a haber nacido en Buenos Aires.

Hace poco entrevisté a Alfredito gracias a la encomiable labor de la destacada escritora Aurora Olmedo.

¿Dónde está el secreto del éxito? Le pregunté a Alfredo, quien sin pensarlo reveló el suyo.

Dice Alfredo que el secreto del éxito radica en lo siguiente: hacer las cosas bien, no mentir y tener respeto por las personas.

Pero, todo lo anterior, sostiene Alfredo Oteman, “no tiene sentido si no se hacen las cosas con dignidad y si uno fracasa, hay que fracasar con dignidad”.

Me queda claro que Alfredo predica con el ejemplo, porque para llegar al trigésimo aniversario de Faro de Oro, se debió sortear el primer intento, el cual se suspendió por falta de asistencia del público.

Alfredo Oteman es un hombre que se funde en la otredad con dignidad, no cabe duda.

Un honor conocerte, querido Alfredo.

Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com