SABERSINFIN. A veces, leer es escribir para adentro

 

Recibí El lado solitario del río, de

Fabio Wasserman

Abel Pérez Rojas

 

 

A veces, leer es escribir para adentro

Abel Pérez Rojas

 

Hace unas semanas llegó desde Buenos Aires, Argentina, para la Biblioteca Abel Pérez Rojas, del Centro Cultural D’Los, el más reciente libro de cuentos de Fabio Wasserman (1965): El lado solitario del río (Argentina. Ediciones Corregidor. 2020)

Imaginando la mirada aceituna muy característica de Fabio Wasserman, empecé degustando la presencia visual del libro.

Por cierto, alguna vez el brillante escritor uruguayo Gabriel Vieira dijo que, a través de los ojos de Fabio Wasserman se puede ver con claridad una parte de lo que es Argentina.

Y sí, Gabriel está en lo cierto, cuando Fabio Wasserman ambienta con el bandoneón sus poemas, inmediatamente me remonto a la Argentina sentipensante que no se quiebra y sigue adelante.

Ahora, me sucede algo parecido recorriendo sus letras.

La redacción ágil y limpia de Fabio me invita a beber su libro.

Las primeras páginas de El lado solitario del río me sumergen en el desarrollo de historias que no pueden dejarse de andar.

Pero, me sucede algo adicional vigorizante, leo a Fabio y quiero escribir.

Reparo en que quiero escribir porque traigo hacia mí el manantial de Wasserman: la inspiración autopoiética a la cual tanto se ha referido mi querido amigo Enrique Canchola, experto en cuestiones neuronales.

Sí, hacer arte, como la plasma Fabio, es construir con piezas que genera- otras estructuras, las cuales a su vez son preludio de otras más; de tal manera que se está ante la presencia de algo sin fin.

Agradecido con el gesto fraterno de Fabio Wasserman, a continuación comparto el  comentario de Pablo Ramos, contenido en la contraportada de El lado solitario del río.

El lado solitario del río es un libro que explora los matices más duros de la soledad y el desamor: esos que nacen cuando se despierta en la conciencia la certeza de que todo lo vivido fue tan solo un largo desencuentro. O lo que sería más triste aún, la revelación de que el otro, el amado, el íntimo, jamás dejó de ser un completo desconocido.

La prosa retórica y poética de Fabio Wasserman elude la confesión y rechaza la autocompasión y el lamento. Avanza sobre los detalles y los objetos transformando lo que debería ser ordinario o doméstico en un susurrado ensueño acuoso y colorido. En lo bello y lo triste.

Los cuentos acá reunidos son un puñado de historias humanas que pasan, han y seguirán pasando, pero con esos matices únicos que van a identificarlo, estimado lector, al punto de sentir que bien usted los pudiese haber escrito.

Entonces no suelte este libro, no lo deje, tal vez  acá esté un viejo amor perdido, una burbuja de felicidad robada de la espuma que deja la ola marina, o tal vez ese secreto, pesado y necio, que usted no se atrevería a compartir con nadie.

Le aseguro que vale la pena tomarse un tiempo para leer la más reciente obra de Fabio Wasserman, porque de forma ágil y limpia, puede uno confirmar que, a veces, como en este caso, leer es escribir para adentro.

 

Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com