Rosario Piedra hace honor a su apellido en la CNDH

Conjeturas

 

Por Álvaro Cepeda Neri

 

I.- Fue un capricho haber impuesto a la señora Rosario Piedra en la dependencia de la Comisión Nacional de Derechos humanos. Las consecuencias de ello son su total inoperancia, al grado que un grupo de madres, cuyas hijas fueron violadas sexualmente, incluso una niña de cuatro años de edad; mujeres maltratadas, etcétera, mejor ocuparon un domicilio de esa institución y la mantuvieron en su poder, exhibiendo que en sus refrigeradores había comida de gran calidad y unos cuadros con fotografías de Madero, Morelos y alguien más, que pintarrajearon y pusieron de cabeza, con la bandera en la misma posición; alegando que ya no seguirán siendo engañadas. Al enterarse López Obrador, en sus monólogos mañaneros se dijo ofendido y defendió a la señora Piedra. Una mujer le contestó que debería sentirse dolido por la violencia de género que ha descuidado totalmente. Y se ha convertido en un problema que ni sus dos más cercanos colaboradores como son Sánchez Cordero y Encinas, han podido resolver.

II.- Y es que más de una de las que tomaron posesión del inmueble de la CNDH, ya habían estado en sus entidades gestionando por mucho tiempo que se les atendiera, y al no obtener respuesta es que decidieron hacerse del inmueble y mantener una protesta. Han recibido el apoyo de otras organizaciones de mujeres; alimentos, entre otros. Ya que está claro que el asunto de los feminicidios y otros delitos que sufren las mujeres, no han tenido la necesaria  atención por parte de las instituciones obligadas a ello. Y se les ha dejado de lado, porque el Presidente de la República en los temas de inseguridad federal, ha permanecido alejado, casi ajeno, lo cual ya motivó la indignación de las mexicanas que no están dispuestas a soportar esa indiferencia. El asunto radica, fundamentalmente, en que la presidente de la CNDH ha resultado incompetente. Desde su nombramiento se cuestionó su falta de conocimiento en la materia y durante estos dos años al frente ha hecho honor a su apellido: Piedra. Pues es una roca que obstaculiza la vigilancia de las violaciones a los derechos humanos.

III.- Así que como toda decisión presidencial, doña Rosario Piedra ha demostrado ser una nulidad en el cargo. Cargo que obtuvo como reconocimiento a su madre: doña María del Rosario Ibarra de la Garza, mejor conocida como: Rosario Ibarra de Piedra, quien dedicó gran parte de su vida a buscar a su hijo: Jesús Piedra Ibarra, que con 21 años desapareció en 1972, acusado de pertenecer a la Liga Comunista 23 de Septiembre; durante el sexenio de Luis Echeverría Álvarez. Pero la hija ha probado que no tiene más opción que renunciar, lo que no hará porque presume su cargo como un premio a ella. Esto no es verdad, y tiene a la institución paralizada; pues en el caso de las mujeres, los derechos humanos son inexistentes. Al demandar su renuncia, López Obrador ha dado a entender que no la dejará irse. Este es otro capricho. Por lo que seguiremos teniendo violaciones a los derechos y más protestas que alimentan a los 62 millones de ciudadanos, contra los 30 que apoyaron a Morena en las elecciones.

 

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