PULSO POLITICO. Alejandro Armenta ha desarrollado un buen trabajo

Gabriel Sánchez Andraca

 

Como representante de Puebla en el Senado de la República, Alejandro Armenta ha desarrollado un buen trabajo que le ha merecido ser actualmente el presidente de dicho cuerpo legislativo.

Ayer tuvo un encuentro con varios columnistas de diversos medios informativos de la entidad, en la que informó de sus recorridos por el estado, para informar de las leyes y proyectos que el Senado ha aprobado para impulsar el progreso de la entidad y el mejoramiento social y económico de sus habitantes.

Informó que se han impulsado reformas a favor de las familias mexicanas, reformas que abonan al proyecto de nación del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Somos parte de la Cuarta Transformación del país, sustentada en proyectos de nación para generar condiciones de bienestar a los y las mexicanas”.

EL DOMINGO PASADO 23 DE OCTUBRE, PERO DE 1967, se cumplieron 55 años de que salió de la planta Volkswagen de Puebla el primer “bochito”, que constituyó el inicio de una nueva etapa en la vida de la ciudad, del estado y del país, pues ese automóvil pequeño, barato y muy resistente, iba a ser el preferido, durante muchos años, por las clases medias no solo de México, sino de Centroamérica y de Sudamérica y el principio de la industrialización moderna de esta capital.

Había, antes de llegar a Puebla, una pequeña armadora de ese automóvil en Xaloxtoc, estado de México, pero el despegue de esa empresa automotriz alemana, fue en realidad, su planta establecida en Puebla, la cual da trabajo a más de diez mil personas.

La distribución para su venta en el país se inicia el 11 de diciembre de ese año, a través de los llamados transportes “madrina”; en junio de 1968 se llega a fabricar el auto Volkswagen sedán número 100 mil. Un año después, en diciembre de 1969, se inicia la fabricación de las camionetas “combi”, que en octubre de 1971, se empieza a vender en el último trimestre de ese año como modelo 72. Y así ha caminado esta industria poblana hasta llegar a nuestros días como una de las más importantes empresas automotrices del país y de Latinoamérica.

NO SORPRENDE LA NOTICIA DE QUE 90 MIL POBLANOS, tengan que buscar diariamente y con muchas dificultades su alimento diario.

El primer gobierno panista, que por primera vez en su historia tuvo ese partido y que presidió Rafael Moreno Valle Rosas, invirtió el presupuesto del estado, que era el más elevado de su historia pues superaba los 60 mil millones de pesos, en obras de relumbrón y muy costosas, que no tuvieron ninguna repercusión social.

Cuando la Coneval, institución nacional encargada de medir los niveles de pobreza en el país, rindió su informe, el gobierno panista estaba a la mitad de su periodo de seis años y el informe era sumamente pesimista: la ciudad capital del estado, era una de las ciudades más importantes del país con los niveles de pobreza en su población, más elevados.

Se hablaba de más de 70 mil personas en pobreza extrema. Si ahora hay 90 mil, no se debe, como acostumbran los panistas de esta época decir, que se debe al gobierno federal. Son los efectos de una política económica destinada no a servir al pueblo, sino a construir obras innecesarias, costosas, pero apantallantes.

ALGUIEN PUEDE DECIRNOS ¿SE NECESITABAN CICLOPISTAS en una ciudad que no tiene la cultura del uso de la bicicleta como medio de transporte? ¿Se necesitaba una Central de Servicios lujosa, con lago artificial, estacionamiento subterraneo, un gasto de energía eléctrica elevadísimo y helipuerto?.

El gobierno estatal cuenta con numerosos edificios grandes y sub-ocupados en el centro histórico y sus alrededores, ¿para qué quería más?. ¿Era necesario un museo internacional del Barroco que tuvo un costo superior a los 7 mil millones de pesos y que muy pocos turistas y poblanos visitan? ¿Una rueda de la fortuna que la mayor parte del tiempo está descompuesta, solo para llamarla “la novia de Puebla”?

LA PROVINCIA POBLANA FUE ABANDONADA A SU suerte y ahora el gobierno tiene que reconstruir casi todas las carreteras del estado que quedaron hechas un desastre; acaba de informarse que se han terminado los trabajos de las carreteras que unen a Tulcingo de Valle con Izúcar de Matamoros; de Chiautla de Tapia con Huehuetlán el Chico; de La Colorada, con Acatlán; de Izúcar con Chiautla y de Izúcar con Coatzingo, tocando Las Palomas, Piaxtla, Chinantlas y Tecomatlán. Esta en proceso la de Tehuitzingo con Cuayuca de Andrade.

Todo eso en el sur del estado, pero también fueron los caminos de la zona norte y de la región oriental del estado.