Puebla debe disfrutar de las festividades decembrinas con conciencia ambiental

 

La situación presenta desafíos, como la formación de microclimas en la zona metropolitana de la ciudad. Las variaciones de temperatura a lo largo del día, desde la mañana con temperaturas bajas hasta la tarde con valores más elevados, son indicativas de estos cambios climáticos locales.

 

Según las mediciones de las últimas 24 horas, la calidad del aire en Puebla muestra una buena condición para contaminantes de bajo peso molecular, como óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y óxidos de carbono. Sin embargo, la ciudad se encuentra en semáforo naranja, lo que indica una calidad del aire regular o riesgosa, especialmente en relación con el material particulado PM2.5 y PM10, señaló Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP.

 

Estas partículas están relacionadas directamente con las emisiones del volcán, que ha experimentado exhalaciones constantes en los últimos días. Aunque gran parte del material particulado se dispersa hacia el norte del estado e incluso llega a Morelos, y se observa una correlación interesante en la química atmosférica, comentó.

 

También el académico destacó la importancia de ser conscientes de las tradiciones y festividades que marcan el último mes del año, pero también subrayó las consecuencias ambientales de ciertas prácticas. Específicamente, hizo hincapié en los juegos pirotécnicos y las fogatas relacionadas con celebraciones alusivas al fin de año, señalando que estas actividades afectan de manera sustancial las concentraciones de contaminantes en la atmósfera.

 

«Las fogatas y los juegos pirotécnicos no solo generan emisiones inmediatas, sino que alteran la química de la atmósfera, volviéndola más reactiva», explicó Sánchez Ruiz. «Esto se manifiesta en cambios visibles, como el color rojizo del cielo en algunas temporadas, que no está relacionado con el clima, sino con las reacciones químicas en la atmósfera».

 

En cuanto a la calidad del aire, el profesor resaltó que, si bien después del confinamiento durante la pandemia se experimentó una mejora temporal, los desafíos persisten. Comparando con el año 2019, se evidenció una calidad del aire muy mala en esa temporada, y la pandemia permitió una toma de conciencia que llevó a una mejora temporal.

Sánchez Ruiz explicó que, paradójicamente, la presencia elevada de PM2.5 y PM10 puede conducir a concentraciones más bajas de otros contaminantes gaseosos. Este fenómeno se debe a la capacidad de estos materiales semisólidos para absorber ciertos gases, lo que, desde el punto de vista químico, puede considerarse una ventaja para la calidad del aire.

 

No obstante, destacó que la situación presenta desafíos, como la formación de microclimas en la zona metropolitana de la ciudad. Las variaciones de temperatura a lo largo del día, desde la mañana con temperaturas bajas hasta la tarde con valores más elevados, son indicativas de estos cambios climáticos locales.

 

Francisco Javier Sánchez subrayó la importancia de monitorear constantemente las emisiones del volcán, así como controlar el parque vehicular para reducir las concentraciones de contaminantes. Además, señaló la llegada de la temporada navideña, con tradiciones que, aunque enriquecen la cultura, pueden contribuir a la contaminación del aire, como el uso de fuegos artificiales.

 

En este sentido, Sánchez Ruiz advirtió sobre las emisiones contaminantes asociadas con los juegos pirotécnicos, que pueden afectar la química atmosférica y contribuir a la mala calidad del aire. También mencionó la posibilidad de lluvia ácida si las condiciones actuales persisten.

 

Asimismo, compartió que en la Facultad de Ingeniería Ambiental de la UPAEP han desarrollado un modelo de Inteligencia Artificial basado en redes neuronales para predecir la calidad del aire. Este modelo ha sido utilizado para evaluar diferentes escenarios, considerando factores como juegos pirotécnicos y afluencia vehicular durante las festividades y cómo han impactado en el medio ambiente.

 

Sánchez Ruiz hizo un llamado a disfrutar de las festividades, pero con conciencia ambiental. «Lo que hacemos ahora puede no repercutir a corto plazo, pero sí a largo plazo. La Tierra está enferma, y depende de nosotros curarla», expresó.

 

Además, instó a reducir el uso de platos desechables y adoptar prácticas que generen menos residuos. El manejo de residuos y la regulación del parque vehicular fueron señalados como algunos de los principales retos ambientales que enfrentarán las próximas autoridades municipales, estatales y federales en Puebla.

 

Con este panorama, dijo que Puebla enfrenta un cierre de año con retos ambientales, destacando la importancia de medidas preventivas y un manejo consciente de las tradiciones para preservar la salud y el medio ambiente.