México corre el riesgo de ser “un cuerpo social anémico”

-Las señales que estamos viendo en nuestro país son preocupantes, indican un deterioro grave de la vida social que tiene repercusiones en la vida económica y en la convivencia de los mexicanos.

Los acontecimientos históricos de la Revolución Mexicana de 1910 deben ser un marco de referencia para el actual gobierno de México, para no cometer errores que vayan en detrimento de la sociedad de nuestro país, manifestó Juan Louvier Calderón, catedrático del departamento de Formación Humanista de la UPAEP.

Expresó que la Revolución Mexicana que inició en 1910 con el acontecimiento que se registró en la casa de los Hermanos Serdán en Puebla, terminó hasta 1940, es decir, “la revolución fue un proceso de 30 años en donde se registró la destrucción de una nación, México quedó convertido en un montón de ruinas, que no solamente serán las ruinas físicas que se verán en esas haciendas y que actualmente han sido restauradas, durante este movimiento quedan destruidas las líneas férreas que fueron construidas durante el porfiriato”.

Se registró otro tipo de destrucción más sutil, quizá más perniciosa, que es la destrucción de las fibras morales, de las fibras que hacen que las personas respeten a los demás y que permitan una sana convivencia entre los ciudadanos, manifestó el académico.

La Revolución Mexicana fue un conjunto de movimientos muy disímbolos incluso contrarios, en donde se tendría que hablar con estricto apego a la realidad histórica de una revolución maderista y una revolución carrancista, es decir, “eran agua y aceite”, por la intencionalidad de cada grupo.

Louvier Calderón señaló que si en el México actual “hay la tentación de construir un nuevo Maximato con otras características, en donde los tiempos han cambiado, pero finalmente, otro poder tras el trono; el resultado fue la implementación de un presidencialismo salvaje, porque el presidente Cárdenas cuando logra quitarse de encima al jefe máximo, hay que recordar que Cárdenas es resultado de la imposición de Plutarco Elías Calles, y se logra liberar, a partir de ahí, todos los poderes meta-constitucionales los asume Lázaro Cárdenas, y da paso a ese presidencialismo feroz que a su vez, dará por resultado los gobiernos del partido oficial en el poder –PNR; PRM y finalmente el PRI- que se prolongará hasta el año 2000”.

Juan Louvier subrayó que la sociedad mexicana necesita retomar el camino del desarrollo y crecimiento dentro de un marco de justicia. Agregó que actualmente estamos viviendo una verdadera destrucción nuevamente del entramado social, quieren dar paso a una sociedad que no tenga cuerpos intermedios. “Una sociedad que no tiene instituciones intermedias autónomas, es una sociedad anémica, que no tiene defensas, ante enfermedades socialmente hablando que se llaman totalitarismo, autoritarismo y en estos momentos, estamos ante la amenaza de un tipo de gobierno bajo estos conceptos”.

Asimismo, expresó que si es tercera, cuarta o quinta revolución, es algo que no tiene relevancia hoy en día. Indicó que “el autoritarismo y totalitarismo son solamente grados de la misma enfermedad. La primera –autoritarismo- le pavimenta el camino a un régimen en el cual el estado lo es todo, desapareciendo la libertad de las personas”.

Louvier Calderón acotó que todas las señales que estamos viendo en nuestro país son preocupantes, indican un deterioro grave de la vida social que tiene repercusiones en la vida económica y en la convivencia de los mexicanos.

Apuntó que en los últimos tres años del actual gobierno, se han registrado más muertos que de los que se hablan durante los 10 años del movimiento armado de la revolución mexicana -1910 a 1920- en donde se habla de un millón de muertos.

Por último, manifestó que los ciudadanos deben hacer a un lado la indiferencia y participar en la vida política de México, porque la historia nos ha enseñado que acciones que van en contra del crecimiento y desarrollo de una nación, conducen a la destrucción, conduce a la abdicación de las responsabilidades y conduce a las personas a “convertirse en una especie de zombie”.