Las nuevas reglas del IEE

Victor de Regil

Para el próximo proceso electoral, el INE ha complicado a los partidos políticos poblanos la de por si ya complicada selección de candidatos a diputados locales para 2024, pues estableció que siete de los 26 Distritos Electorales Locales deberán ser de representación indígena, además de que reestructuró cuatro demarcaciones que estaban “fuera de rango”, con lo que movió dos cabeceras. Las nuevas reglas harán mucho más enredada la ya de por sí tortuosa selección de abanderados y abanderadas.

En su sesión extraordinaria del 30 de junio, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) avaló la nueva distritación de seis entidades: Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Ciudad de México y Puebla.

Lo que respecta a Puebla, los distritos locales siguen siendo 26, pero hay nuevas reglas.

En siete demarcaciones, y ya no solamente tres, los partidos deberán postular a candidatos y candidatas indígenas. O, como han hecho hasta ahora, simular que postulan indígenas, púes no han trabajado con cuadros.

En tanto, para “maximizar el voto de los ciudadanos”, reorganizó cuatro distritos que estaban “fuera del rango” en la representación, por su número de habitantes.

Esta se define de acuerdo con la densidad demográfica y con base en el más reciente Censo realizado por el INEGI.

De este modo, además de que cambió el orden numérico de todos los 26, debutan como cabeceras Libres y Chignahuapan.

Para ello, dejan de ser cabeceras locales Tecamachalco y Teziutlán.

Hay que recordar que, de acuerdo con el Censo 2020, la población en Puebla creció 9.89 por ciento, en comparación con 2010.

Este ajuste electoral, dice el INE, es para “garantizar el equilibrio poblacional, con una desviación no mayor al más menos 15 por ciento”, entre cada distrito local.

Lo anterior que hemos señalado, cambiará sin duda, el esquema interno de los partidos y complica mucho más las alianzas.

No hay que olvidar que, además, hay que completar la paridad de género: 13 distritos para postulaciones de hombres y 13 para mujeres, lo que ha metido en serios problemas a muchos partidos políticos.

A este nuevo galimatías que enfrentarán los partidos y sus dirigencias, hay que sumar la complejidad de los llamados bloques de competitividad los cuales también han sido candados de la autoridad electoral que ha metido en aprietos a los partidos.

Es decir, no se puede ahora como lo habían venido haciendo y como hicieron mucho tiempo los partidos, mandar a las mujeres a los distritos que tenían perdidos con seguridad, mientras que a los hombres los hacían candidatos en las demarcaciones en donde tenían mayores posibilidades de triunfos.

Los espacios serán pocos. Las oportunidades muy escasas para quienes busquen una candidatura este 2024.

Todo esto sumará un laberinto adicional, a la natural y casi siempre muy agria disputa interna por las candidaturas.

La distritación que avaló el pasado 30 de junio el INE y que podrían impugnar por su parte los partidos políticos, perfila también que el proyecto sobre la redistritación federal será también avalada.

Sobre ésta, hay que recordar que el anteproyecto, “escenario” le llaman, que el INE presentó el 23 de abril, plantea que Libres sea también cabecera distrital federal y que en la demarcación 14, se mueva la cabecera de Acatlán de Osorio a Izúcar de Matamoros.

Eso, además de otros movimientos territoriales.

Año y medio le queda por delante a los partidos y a los aspirantes para prepararse antes del arranque de las campañas a finales de 2023 para buscar posibilidades competitivas y, de esa manera, perfilar sus liderazgos.

Las reglas están sobre la mesa.