Ibero frente al Covid-19 investiga aprendizaje de niñas y niños en casa

·       Académico del Departamento de Educación de la IBERO encabeza el proyecto ‘Pedagogías diversas: la voz de los niños y las niñas sobre la pandemia COVID-19’

·       Investigan la respuesta pedagógica de niños al trasladar la escuela al hogar

·       Este trabajo fue seleccionado en la convocatoria de proyectos de investigación ‘IBERO frente al COVID-19’
Pedro Rendón/ICM
Docentes de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México realizan la investigación Pedagogías diversas: la voz de los niños y las niñas sobre la pandemia COVID-19, seleccionada en la convocatoria , a través de la cual buscan entender cuál es la respuesta pedagógica de las niñas y los niños al haber trasladado la escuela al hogar, en donde se delegó parte de la responsabilidad de la enseñanza-aprendizaje de los infantes a sus madres, padres, abuelas y abuelos.

 

El doctor Manuel López Pereyra, académico del Departamento de Educación, y coordinador de la investigación, mencionó que en cuanto al aprendizaje, las escuelas son ambientes y comunidades importantes, porque ahí se aprenden cosas disciplinares, como matemáticas y español, y otras habilidades, como la empatía con personas diferentes y diversas.

 

Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha puesto a prueba a las escuelas, a los docentes, a las madres y padres de familia, que buscan que las niñas y los niños aprendan. Por eso, una de las preguntas que pretende responder la investigación es: ¿cuáles son esos aprendizajes que están teniendo las niñas y los niños en el confinamiento en sus hogares?, para tratar de entender, en términos de aprendizaje-educación, cuáles son los compromisos, dedicaciones y expectativas que se tienen.

 

Estas otras formas en que las niñas y los niños pueden aprender son denominadas ‘pedagogías diversas’, en la investigación, donde posiblemente las y los académicos de la IBERO se den cuenta que las y los infantes no estaban tomando clases en línea en su casa, pero sí estaban aprendiendo, por ejemplo, a cocinar, a limpiar, a cultivar, “un sinfín de actividades que nosotros en la educación les llamamos no  escolarizadas, pero que contienen muchísimo aprendizaje”.

 

Al continuar sus estudios en el hogar las niñas y niños están teniendo muchas oportunidades para poder jugar, para tener otros procesos de aprendizaje, como los de las prácticas lúdicas, que muchas veces en México no se dan, porque al ser el sistema educativo muy vertical, mantiene a las niñas y los niños sentados, cuando muchas veces ellas y ellos aprenden más con recursos recreativos.

 

Por ello quienes elaboran la investigación reflexionarán por medio de esta en cómo las niñas y los niños, las familias y los docentes pueden interactuar en los procesos de enseñanza-aprendizaje, particularmente en momentos de contingencia, y qué pueden aprender de esto las y los profesores. En este sentido, López Pereyra espera que el confinamiento transforme la forma en cómo los docentes están enseñando en las escuelas, y se lleguen a crear nuevas y diversas formas de convivencia.

 

Debido a que es inédito cómo las madres, padres y docentes han compaginado el trabajo escolar, y también han creado mucha incertidumbre en los aprendizajes que están teniendo las niñas y los niños, con la investigación también se busca entender estas relaciones de las prácticas familiares y educativas.

 

“Al final, lo que queremos generar es una propuesta pedagógica que venga de la voz de las niñas y los niños, que ellos nos digan: mira, yo aprendí esto haciendo esta actividad, y me la pasé mucho mejor que en la escuela, porque en la escuela me la pasaba sentada, sentado, y ahora he hecho muchas actividades, he hecho muchas manualidades”.

 

Esto es muy importante porque lo que se quiere generar son nuevos conocimientos, y para ello hay que saber, “qué es lo importante, qué es lo que debemos de aprender, cuáles son las cosas que las niñas y los niños quieren aprender. Eso, en general, es lo que queremos hacer en el proyecto”.

 

En esta investigación lo más importante es escuchar las experiencias de las niñas y los niños, qué es lo que han vivido; esa es una de las ideas de las pedagogías diversas, trabajar sobre estas comunidades de aprendizaje que las propias niñas y niños han creado. “Y nosotros como docentes tenemos que tomar esos aprendizajes y darles un seguimiento, más que imponer qué es lo que tienen que aprender”.

 

El bienestar emocional

 

Como la pandemia del coronavirus también ha puesto a prueba el bienestar emocional de las personas, Pedagogías diversas: la voz de los  niños y las niñas sobre la pandemia COVID-19 igualmente investigará cómo se encuentran las niñas y los niños, y cómo se relacionan con sus cuidadores (sus madres y padres).

 

Lo que se quiere es identificar el bienestar emocional en las familias, cuáles son las emociones que las niñas y los niños están presentando y qué se está haciendo con ellas, porque en el regreso a clases ayudará a los docentes saber cuáles son esas experiencias.

 

“Es como un diagnóstico, saber qué es lo que pasó, cómo lo vivieron, y de esa manera nosotros también poder decidir cuáles son los materiales, cuáles son los temas que podemos hablar en clase, cuáles son las responsabilidades que tenemos”.