Como en todo proceso electoral, hay ganadores y perdedores. En primerísimo lugar como ganador están las instituciones electorales. Una vez más demostraron que nuestro sistema funciona. Sí, es caro, pero eficaz. Se abren prácticamente todas las casillas, se reciben los votos, se cuentan, se levantan las actas y se reportan los resultados. Todo lo hacen ciudadanos escogidos al azar apoyados por el sistema profesional del Instituto Nacional Electoral. En un momento donde el gobierno de López Obrador y su partido, Morena, pretenden desmantelar las instituciones electorales, es indispensable reiterar que éstas sí funcionan, y muy bien.
De igual forma, ganaron el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista. Se vio la importancia para Morena de lograr el apoyo de estos partidos. Al haberse dividido en Coahuila, presentando a candidatos propios, el morenista Armando Guadiana perdió por un amplísimo margen. Tanto Ricardo Mejía Berdeja (PT) como Lenin Pérez (Verde y UDC) le quitaron votos provocando que arrasara el candidato de la alianza PAN-PRI-PRD, Manolo Jiménez.
En el Estado de México, en cambio, PT y Verde sí se aliaron con Morena y, como se esperaba, su candidata, Delfina Gómez, ganó por una diferencia de ocho puntos porcentuales. Se trata, sin duda, de un triunfo muy importante para Morena: estamos hablando del estado con más votantes en todo el país.
Con Delfina, gana Claudia Sheinbaum. La jefa de Gobierno de la capital invirtió capital político en la operación electoral del Estado de México. La corcholata favorita obtiene más apoyos rumbo a la sucesión presidencial. Tener, ahora, a una aliada en el Edomex es una victoria significativa en la carrera al 24.
Gana, desde luego, el presidente. Mucha gente salió a votar en el Edomex por su popularidad y la eficacia política de los programas sociales federales. El año que entra llegaremos a los comicios con 23 gobernadores morenistas (72% del total). En un solo sexenio, López Obrador ha construido una nueva hegemonía territorial del partido gobernante.
La alianza Va por México (PAN-PRI-PRD) gana una gubernatura, por mucho, pero pierde otra.
El caso del Estado de México tendrá que estudiarse con lupa. La coalición tenía una buena candidata que no logró cambiar las preferencias mayoritarias del electorado a favor de Morena. En las encuestas preelectorales, resultaba patente el rechazo que concitaba el PRI como partido. La pregunta que el PAN deberá hacerse en los próximos días, ya con los números del Edomex en la mano, es si el tricolor suma más de lo que resta. Para muchos, resulta una verdad decir que la oposición dividida tiene menos posibilidad de ganar en 2024. Sin embargo, lo ocurrido en el Edomex invita a una reflexión sobre la obviedad de esta tesis. Al PAN, ¿no le convendría más una alianza con Movimiento Ciudadano que con el PRI?
El gobernador coahuilense, Miguel Riquelme, es un ganador. Su popularidad ayudó para que triunfara el candidato de su partido, al que no tuvo empacho alguno en apoyar. Una vez más, demostró ser uno de los mejores operadores electorales del país.
Alfredo del Mazo sale derrotado. Hijo y nieto de exgobernadores mexiquenses, el actual mandatario entregará el poder a una morenista después de casi cien años de haber sido gobernado por el PRI.
Sin embargo, Del Mazo podría seguir la ruta de otros exgobernadores priistas que entregaron en bandeja de plata sus estados para luego ser premiados por López Obrador con alguna embajada o consulado. Además, al no haberse involucrado en la elección, seguramente su sucesora, Delfina Gómez, no revisará con mucho ahínco las cuentas del último gobernador priista del Edomex.
El gran perdedor de ayer fue el PRI. Cierto, retiene Coahuila, pero pierde uno de sus bastiones más importantes: el Edomex con su legendario Grupo Atlacomulco. El rechazo que concita este partido es una lápida para cualquier candidato, por más bueno que sea. A muchos panistas e independientes les cuesta un trabajo endemoniado votar por un priista. Algunos optan por no acudir a las urnas. Ocurrió en el Edomex, donde la abstención fue de alrededor de 50 por ciento.
Pierden muchas casas encuestadoras al haber medido un enorme margen de diferencia entre Gómez y Del Moral en el Edomex. Se equivocaron. Gana, sin duda, la encuesta de Reforma al haberle atinado al resultado.
Hoy, que comienza la carrera del 2024 a todo vapor, habrá dos preguntas clave que resolver. La primera es ¿qué le dará Morena al PT y al Verde para evitar una división como la de Coahuila? Y la segunda es ¿qué tanto suma y qué tanto resta el PRI para la coalición opositora de Va por México?