Diseño del monumento a “La Joven Amajac” un riesgo en zona sísmica como CDMX  

Angélica Beltrán

Polìtica en Movimiento

 

¿Desconocerá el jefe de gobierno Martí Batres que la Ciudad de México está asentada en una zona sísmica? Desde luego que no. Entonces ¿por qué habrá optado por colocar la efigie “La Joven de Amajac” en un monumento de más de 10 metros de altura; y con un cimiento poco seguro en caso de sismo?

     Definitivamente la base que sostiene la escultura para reconocer a las mujeres indígenas, no muestra cumplir con las medidas de seguridad que establece Protección Civil; instancia que tendrá que pronunciarse al respecto si de verdad existe el compromiso de velar por la seguridad de los capitalinos ante siniestros naturales como es la frecuencia de sismos en la capital del país.   

La escultura de “La Joven de Amajac”, colocada en la que se llamó la Glorieta de Colón, porque ahí estuvo la escultura del “descubridor” de América; es un riesgo latente para transeúntes y automovilistas que concurren por la avenida, quizás, más hermosa de la Ciudad de México y que es el Paseo de la Reforma. El riesgo, debido a la altura en la que se colocó la efigie, sin más base que la propia escultura.

Y si bien el objetivo es “noble”: dejar atrás la visión euro-centrista de la historia y poner de relieve el pasado prehispánico; queda visto que el diseño de la escultura muestra ser poco estable, más aún en zona sísmica donde se asienta la Ciudad de México, tenemos un monumento poco afortunado en el tema de seguridad vial y peatonal.

Por eso, le decimos al jefe de gobierno, Martí Batres –quien hasta este momento iba muy bien en su desempeño, a un mes y medio de asumir el cargo tras la licencia de Claudia Sheinbaum, que replanté el diseño del monumento que busca reivindicar a las mujeres indígenas residentes en la Ciudad de México, por el bien de los capitalinos y visitantes.

    A fin de prevenir un riesgo innecesario, a fuerza de la improvisación y el querer abarcar más acciones en el último tramo del gobierno capitalino de poco más de un año, todavía.