Día de la Armada de México

EN LAS NUBES

 

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Miguel López Azuara, eminente periodista mexicano y colega nuestro por seis décadas cuando el Excelsior de don Rodrigo de Llano y Gilberto Figueroa, director y gerente generales respectivamente, era considerado el vigésimo periódico más importante del mundo. Y el primero en Latinoamérica, coincide con nosotros y afirma, en una entrevista publicada en El Universal:

Me basta con oír las quejas que se emiten desde Palacio Nacional, para comprobar que en México sí hay libertad de expresión y advierte que el presidente Andrés Manuel sí ha sido el más “criticado” no el más “atacado de la historia, pero si el más defendido.

Sencillamente porque ahora las noticias y las opiniones las vemos y las escuchamos en vivo en miles de pantallas de televisión, radio, periódicos, revistas y redes nacionales.

Discrepar, añade quien fuera también con Julio Scherer García, subdirector editorial de Excélsior, no es atacar. Es contribuir con la intención de mejorar el quehacer político. Es parlamentar.

Hay millones de testigos, escuchas y lectores unidos en la búsqueda de la prosperidad nacional, pero con diferencia de matices o de fondos.

López Azuara es miembro distinguido del respetado y respetable Club Primera Plana, cuyo rector es el licenciado José Luis Uribe Ortega.

Y nunca ha evadido su responsabilidad de predicar con la verdad, como hoy.

Como de costumbre, que siempre agradecemos, el abogado Jorge Alberto Ravelo Reyes, nos pone al día, con datos del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.

Por decreto presidencial del 22 de noviembre de 1991, se dispuso que cada 23 de noviembre se conmemore el Día de la Armada de México, en reconocimiento a los marinos mexicanos de ayer y hoy.

Día de fiesta y solemne para la Nación.

La Bandera Nacional deberá izarse a toda asta.

“DIARIO OFICIAL 23 DE NOVIEMBRE “DÍA DE LA ARMADA DE MÉXICO” El 23 de noviembre de 1825, México afirmó su independencia y soberanía con la capitulación del fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, último reducto de las fuerzas españolas en territorio nacional.

En 1991, la fecha se instituyó como Día de la Armada de México.

En octubre de 1821, el general español José María Dávila, gobernador de Veracruz, se negó a rendirse ante las tropas mexicanas, quienes comenzaron el asedio de la ciudad.

La noche del 26 de octubre de 1821, Dávila abandonó el puerto y se trasladó al fuerte de San Juan de Ulúa, con doscientos soldados, artillería, municiones y pertrechos, además del dinero de la tesorería del ayuntamiento.

Ahí instaló el último reducto virreinal de la Nueva España. El lapso de la confrontación se prolongó cuatro años, debido a las circunstancias políticas que se suscitaron en México y en España.

Nuestro país experimentó una fuerte lucha entre grupos que defendían distintos proyectos políticos, primero con el gobierno imperial de Agustín de Iturbide y después con el surgimiento de la primera República federal.

A su vez, España osciló entre la monarquía constitucional y la tendencia absolutista del rey Fernando VII.

Los militares españoles emplazados en San Juan de Ulúa resistieron el bloqueo de las fuerzas militares y navales de México.

No obstante, el gobierno de México no desistió en afirmar la plena soberanía del territorio nacional.

En 1825 se consideró que había elementos para conseguir la rendición de San Juan de Ulúa.

Con este propósito, una escuadra se preparó en Alvarado, bajo las órdenes del capitán de fragata Pedro Sainz de Baranda, cuya tarea consistió en impedir que los españoles recibieran el auxilio de La Habana, Cuba, enviado por el capitán general Francisco Dionisio Vives.

No obstante, los españoles consiguieron mantener su línea marítima de refuerzos.

Por su parte, México recibió los nuevos navíos Libertad, Bravo y Victoria, además de ordenar la reparación del navío Asia, rebautizado como Congreso Mexicano.

El ataque del general Miguel Barragán obligó a las fuerzas de la guarnición española a rendirse.

El comandante español José Coppinger solicitó a las fuerzas nacionales que suspendieran el bloqueo y las hostilidades.

México cesó los ataques, pero no el bloqueo. Y volvió imperiosa la necesidad del enemigo para rendirse y entregar la plaza.

Representantes de ambos ejércitos iniciaron reuniones para convenir la capitulación.

El resultado fue un acta ratificada el 18 de noviembre por Coppinger y Barragán.

El día 23 zarparon los últimos españoles a Cuba mientras el general Barragán izaba la enseña de México.

En rememoración de esa gesta, por decreto presidencial del 22 de noviembre de 1991, se dispuso que cada 23 de noviembre se conmemore el Día de la Armada de México, en reconocimiento a los marinos mexicanos de ayer y hoy.

Sea Día de fiesta y solemne para la Nación. Y la Bandera Nacional deberá izarse a toda asta.

craveloygalindo@gmail.com