- El Dr. Yerko Castro Neira, académico del Doctorado en Antropología Social, señaló que los gobiernos de izquierda y de derecha se parecen en términos de la aplicación práctica de las políticas de control migratorio
Valentina González/ICM
El programa Quédate en México es cruel e inhumano, ya que no es posible que las personas solicitantes de asilo esperen la resolución en lugares como Tamaulipas, uno de los estados catalogados como de los más peligrosos del mundo, señaló el Dr. Yerko Castro Neira, académico del Doctorado en Antropología Social de la IBERO.
Para el académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO, urge contrarrestar ese orden migratorio cruel e inhumano y que los gobiernos modifiquen sus discursos para que se deje de ver a la migración como una invasión y como una situación fuera de control. Cabe recordar que este programa fue promovido por el gobierno de Donald Trump y Estados Unidos pretende reactivar en noviembre.
“Es necesario ver a las personas migrantes como seres humanos, como personas que tienen necesidades y que buscan otras alternativas de vida. Hay una contradicción enorme y un sistema inhumano que no considera a las y los migrantes con una historia y que están en busca de un destino mejor”, dijo el especialista.
En entrevista, el Dr. Castro Neira, explicó que estamos frente a una situación sumamente grave en cuanto a violación a los derechos humanos de las personas migrantes, pero no sólo de quienes pasan por México, sino de las personas que transitan por países de otros continentes.
Gobiernos de Izquierda y derecha se parecen en sus políticas racistas
Para el Dr. Yerko Castro, los gobiernos de derecha e izquierda se parecen en la aplicación práctica de las políticas de control migratorio y del filtro selectivo de personas, orientado a una concepción racial y de clase, conclusión a la que llegó tras reflexionar sobre la condición generalizada de la precariedad, los derechos humanos y el reconocimiento de las necesidades de protección de las personas migrantes.
A decir del investigador, el problema es que tanto los gobiernos de México como de Estados Unidos, y de otras partes del mundo como Europa, insisten en que las personas migrantes no tienen necesidades de protección internacional, pero lo hacen sin ninguna argumentación ni análisis. Y desde esta visión, se toman medidas excepcionales y se deporta fast track.
“Estas políticas migratorias hacen visibles discursos supremacista asociados a la ultraderecha. Tendemos a adjudicar discursos raciales extremos a la ultraderecha, pero a partir de esta pandemia, hemos visto que izquierda y derecha se parecen en sus políticas racistas y clasistas en las que se discrimina a personas que vienen del sur, pues constantemente refieren un proyecto racializado en los que los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, se parecen mucho. Es decir, no hay diferencia en el trato hacia las migraciones”, expresó.
De acuerdo con el académico, México aplica las mismas políticas migratorias de gobiernos de ultraderecha como Brasil. Es decir, no se dan facilidades para acceder a mecanismos de protección, como la obtención de papeles para transitar sin temor.
“Nadie quiere estar sin documentos en un país. Todas las personas buscan, desde diferentes mecanismos, tener papeles, pero la probabilidad de que los tengan es muy baja. Y es un proceso muy selectivo, quienes los obtienen son el mínimo de personas”.
Falta activismo
Castro Neira asegura que se requiere de una articulación social masiva de la academia, del estudiantado y de activistas; así como de abogadas y abogados, de personas defensoras de derechos humanos y de organizaciones eclesiásticas que apoyan a este grupo de personas, para que hagan un frente e insistan en un cambio radical del paradigma migratorio que no esté guiado por una política de criminalizar y castigar.
En ese sentido, señaló que hace falta activismo por parte de la sociedad, pues quienes siguen las caravanas, dicen que hay poca ayuda y cooperación por parte de las personas y los gobiernos.
La IBERO cuenta con el Doctorado en Antropología Social, el cual es reconocido por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC-Conacyt). Este posgrado se fundó en 1966 y en todos estos años ha formado a distinguidos antropólogos que se destacan en el ámbito nacional e internacional.
Valentina González/ICM