Victor de Regil
Desde el inicio del mandato del presidente Donald Trump, el gobierno estadounidense consideró como “terroristas” a los carteles mexicanos, entre los que destacan el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. Así como el Cártel del Noreste, La Familia Michoacana y Cárteles Unidos.
En días pasados, en Puebla, el secretario de Seguridad, Francisco Sánchez González, reconoció la presencia de tres de ellos. Estos fueron el CJNG, a través de “La Operativa Barredora”, que desde el gobierno de Sergio Salomón ha sembrado el terror en Puebla, y células del Cartel de Sinaloa y la Familia Michoacana.
Se tiene registro que la presencia de estas organizaciones en territorio poblano está relacionada con el robo de combustible, el cual se da desde hace 20 años, mismo que se presenta en las regiones de San Martín Texmelucan, Triángulo Rojo y la Sierra Norte, donde la violencia ha crecido exponencialmente.
Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), publicó un informe sobre el tráfico de huachicol. En dicho reporte, detalló que esta red trafica el combustible robado de Pemex en los ductos que atraviesan Puebla y otras entidades del país, para llevarlo a diferentes partes del mundo. Como el propio Estados Unidos, África, India y Japón.
Las autoridades estadounidenses, han detectado que el trasiego del combustible a otros continentes se da a través de contenedores marítimos o por pipas en la zona norte de la frontera. También indicaron que el huachicol a menudo se encuentra “mal etiquetado”, al ser catalogado como aceite usado o como materiales peligrosos, lo que evita que tengas revisiones de forma minuciosa.
Asimismo, informaron que los cómplices estadounidenses utilizan empresas fachada y fantasma, para realizar la transferencia del combustible.
Según las estimaciones de las autoridades estadounidenses, los importadores estadounidenses pueden obtener más de cinco millones de dólares en ganancias por cada envío de petróleo crudo en petroleros desde Estados Unidos a jurisdicciones extranjeras, con múltiples petroleros en ruta cada mes.
Debido a lo anterior, las autoridades norteamericanas emitieron una alerta para que las instituciones financieras identifiquen los flujos de ingresos provenientes de los propios carteles mexicanos.
Datos del Secretariado Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) indicaron que, durante el primer trimestre de 2025, Puebla, a nivel nacional, fue primer lugar en investigaciones por robo de combustible.
En total, se iniciaron 252 carpetas relacionadas con los delitos cometidos en materia de hidrocarburos. Seguido por el Estado de México, con 242; y Nuevo León con 200.
Cabe destacar que el propio estudio refirió que los cárteles mexicanos obtienen petróleo crudo principalmente sobornando a empleados corruptos de Pemex.
Además de sobornar a funcionarios de gobiernos locales o a través de “ordeñas” a los ductos. Así como robo de combustible en refinerías y con amenazas a empleados de Petróleos Mexicanos.
Estas operaciones de robo de petróleo han generado violencia y corrupción en todo México y, en algunos casos, catastróficas explosiones de oleoductos debido a perforaciones ilegales.