-Mientras llega el momento en que todos tengamos la vacuna en el brazo, todos debemos continuar con las medidas de prevención que todos conocemos.
Las personas deben ser responsables de los cuidados que debemos seguir para la protección de la salud de los seres queridos y del resto de la gente, ya que prácticamente a nivel mundial ya cumplimos un año con la presencia de la COVID-19.
Cada uno de nosotros es responsable de salvaguardar nuestra propia salud y la de los individuos que tenemos alrededor, ya sea en la familia o en los ambientes laborales, por lo que es importante obedecer los protocolos de salud y promover que la gente cercana las obedezca, refirió Roció Baños Lara, Investigadora de la Facultad de Biotecnología de la UPAEP.
Dijo que todavía no es momento de bajar la guardia y por lo tanto se debe continuar con los protocolos del cuidado de la salud. “Si hiciéramos un examen de estas medidas a un año del surgimiento de la COVID-19, ¿Cuál sería nuestra calificación? Contestemos honestamente cuántas de estas medidas obedecimos tan solo el día de ayer”, agregó Baños Lara.
Para conocer más al respecto de cómo va la planeación de la vacunación de la población mexicana contra la COVID-19 y de cómo ha sido el comportamiento de las personas, Rocío Baños comparte los siguientes comentarios.
Datos actualizados al 3 de enero del 2021:
Casos en el mundo 85,088,854 [1].
Decesos en el mundo 1,842,590 [1].
Casos confirmados acumulados en México 1,448,755 [2].
Casos activos en México 53,992 [2].
Decesos en México 127,213 [2].
A finales de diciembre del 2020, se inició en México la vacunación contra el SARS-CoV-2, para prevenir la COVID-19. De acuerdo a la política nacional de vacunación, el personal de salud de la ciudad de México y de Coahuila, serían los primeros receptores de la vacuna de Pfizer BioNTech [3].
El 26 de diciembre arribó la segunda entrega de vacunas con casi 43 mil dosis [4], haciendo un total de 53,625 dosis recibidas en la última semana de diciembre [5], y para el 3 de enero, tan solo en la ciudad de México, se había aplicado la primera dosis a más de 28 mil trabajadores [6].El abastecimiento de vacunas será constante, por lo pronto para el día 5 de enero se recibirán 50,000 dosis más de la vacuna de Pfizer BioNTech [5].
De acuerdo con el mencionado plan de vacunación, después del personal de salud, el resto de la población mexicana se vacunará de acuerdo a grupos de edad empezando por los mayores de 60 años, y para marzo del 2022 la totalidad de la población mayor de 16 años habrá sido vacunada [3]. Es importante destacar que por ahora la vacuna que se está aplicando es la de Pfizer BioNTech, pero a medida que se obtengan los resultados de los ensayos clínicos con las diferentes candidatas vacunales, y se consigan las aprobaciones de la COFEPRIS, éstas se irán incorporando al plan nacional de vacunación [7].
Entre la población mexicana existen dos posturas desinformadas ante la vacuna, hay quienes temen a los efectos adversos, y por tanto no quieren vacunarse, y por otra parte hay quienes ven la vacuna como un remedio inmediato para regresar a la vida que se tenía antes de la COVID-19 y se olvidan de los mecanismos de prevención de contagio.
Para quienes temen que la vacuna tenga algún efecto negativo, es importante recordar que esta vacuna es una construcción hecha con un segmento del genoma del virus (de RNA mensajero), que una vez dentro de las células de la persona vacunada se convierte en la proteína S (de la espícula) del SARS-CoV-2 (a este proceso biológico se le llama traducción) y esta proteína será la disparadora de la respuesta inmunitaria.
No hay riesgo de que este tipo de vacunas disparen la infección, porque el activo no es un agente infeccioso completo, tampoco será capaz de disparar las consecuencias de la enfermedad. Por supuesto como para cualquier vacuna, hay efectos secundarios debido a la aplicación, y son, entre otros: reacciones en el sitio de inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, dolor articular, y fiebre. En muy pocos casos se han presentado efectos adversos más severos, por ejemplo, inflamación de los nódulos linfáticos [8].
Sin duda esta y otras vacunas que consigan la autorización de aplicación de emergencia, traen consigo la esperanza de regresar a las actividades como se hacían antes de que la COVID-19 surgiera; sin embargo, esta esperanza puede ser malinterpretada y con frecuencia escuchamos comentarios como:
–Pero ya está la vacuna, ¿para qué seguirme cuidando?
–Si ya me apliqué la vacuna puedo dejar de usar cubrebocas.
–Con la vacuna la transmisión del virus será menor.
–Hagamos una reunión con los amigos, al fin que, ya hay vacuna.
Para comprender por qué es necesario no bajar la guardia en los cuidados para evitar el contagio de la COVID-19, es importante mencionar algunos aspectos importantes de la vacunación.
Se sabe con exactitud que la vacuna es eficaz para prevenir la enfermedad en el individuo vacunado, esto quiere decir que éste se puede posterior a la vacunación exponer al virus, y no sufrir enfermedad, pero aún podría ser portador del SARS-CoV-2. Por ahora no hay suficiente evidencia de que la vacuna sea segura para pacientes inmunocomprometidos, mujeres embarazadas, en lactancia, o para menores de 16 años; por lo que individuos que pertenecen a estos grupos seguirán siendo vulnerables a la infección aun conviviendo con individuos vacunados. Por ello es importante continuar con las medidas de prevención que ya conocemos todos.
Otro aspecto relevante es que las vacunas no se aplicarán masivamente a toda la población mexicana; toda la población mayor de 16 años estará vacunada, en el mejor de los casos, en marzo del 2022. Mientras llega el momento en que todos tengamos la vacuna en el brazo, todos debemos continuar con las medidas de prevención que repito, ya conocemos.
Finalmente, la duración de la protección que ofrece la vacuna de Pfizer BioNTech (y en general las vacunas en desarrollo) no se conoce con exactitud; recordemos que esta vacuna consiguió aprobación en diferentes países incluyendo México, debido a la emergencia, pero los estudios clínicos fase 3 continuarán por varios años al término de los cuales muchas dudas serán resueltas.
¿Cuáles son las medidas que a estas fechas todos deberíamos conocer?
1. Uso correcto de cubrebocas y protección ocular
2. Mantener la “sana distancia”, esto es más de 1.5 metros entre dos personas
3. Lavado de manos frecuente o uso de alcohol gel
4. Evitar tocar ojos nariz y boca
5. Obedecer el estornudo de etiqueta sanitaria
6. Evitar los lugares concurridos
7. Permanecer en casa si hay signos o síntomas de enfermedad
8. Considerarse contagiado si se ha estado en contacto con una persona que resultó positiva a la prueba de PCR para identificar al SARS-CoV-2, y quedarse en casa
9. No hacer ni asistir a reuniones ni a eventos donde se congreguen más de 5 individuos
10. No compartir información no verificada
Cada uno de nosotros es responsable de salvaguardar nuestra propia salud y la de los individuos que tenemos alrededor, ya sea en la familia o en los ambientes laborales, por lo que es importante obedecer las reglas antes mencionadas y promover que la gente cercana las obedezca.
Si hiciéramos un examen de estas medidas a un año del surgimiento de la COVID-19, ¿Cuál sería nuestra calificación? Contestemos honestamente cuántas de estas medidas obedecimos tan solo el día de ayer.
No bajemos la guardia, sigamos cuidándonos para cuidar así a la gente que convive con nosotros día a día.