Garmendia se encuentra contra las cuerdas ante las denuncias que están por caerle ante la presunta venta de candidaturas de las que se le acusan.
Por el momento, con un cerco que se cierra cada vez más sobre él, por la venta de candidaturas en la que ha incurrido presuntamente, Édgar Garmendia de los Santos, el impugnado secretario general en funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Puebla, pareciera estar ante un precipicio, desde el que su caída se ve inexorable y se anuncia que será muy dolorosa.
Y es que, en días pasados, fue formalizada la denuncia contra el apodado Manotas, ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la Fiscalía General de la República.
Pero no solo ahí, sino que también es una acusación que ya se había presentado ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de su partido.
El tema no es menor, pues tomas estas acusaciones se dan por la venta de candidaturas que se reveló que, a través de su hermano Pedro, realiza Édgar Garmendia en Puebla con los distintos aspirantes.
El caso quedó al descubierto en un audio que dio a conocer el portal El Incorrecto.
La oferta de candidaturas a alcaldías y diputaciones locales al mejor postor, casi como en subasta, no es un asunto secreto en Morena. Todos los saben. Muchos participan en los beneficios económicos y en las transacciones. Así se ha denunciado que presuntamente ocurre por todo el territorio poblano. Es así como “El Manotas Garmendia”, como se le conoce, no está solo en el tema, muchos lo acompañan.
Hay quienes aseguran que tiene como cobrador-abonero a Pablo Salazar Vicentello. Aseguran que el otrora conspirador para asesinar, en 2019 al hoy gobernador Miguel Barbosa, pide 30 mil pesos para incluir a los aspirantes en la encuesta respectiva. Que las postulaciones están en alrededor de 300 mil pesos.
De ser todo eso cierto, como ya se está investigando, deberán reunir una millonada. Es tan simple como solo hacer cuentas: son 217 municipios y 26 diputaciones de mayoría, más algunas plurinominales. Una obscena cifra de más de ocho dígitos, un verdadero carnaval de flujo de dinero en este partido, de llegarse a comprobar.
Lo que no ha quedado del todo claro es la participación en esta venta, del delegado del Comité Ejecutivo Nacional de Morena y uno de los cinco integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones, Carlos Alberto Evangelista Aniceto. O si esta red de corrupción morenista alcanza o salpica también al presidente del CEN, Mario Delgado Carrillo.
Mientras se deslindan responsabilidades, en días pasados ante la FEPADE, la denuncia fue presentada por Jorge Hernández Aguilera, secretario de Derechos Humanos en el Comité Ejecutivo Estatal de Morena.
Ya antes él había presentado la querella ante la CNHJ, pero ahí muy probablemente será archivada.
Ese órgano está presidido por Eloísa Vivanco Esquide, mamá de la alcaldesa de Puebla capital, Claudia Rivera Vivanco, identificada como afín al grupo de El Manotas.
Por supuesto, el tema está más allá de la vida interna de Morena. De comprobarse, estaríamos ante un delito grave, también reprobable, pero sobre todo inmoral en un partido que prometió serían distintos.
Por ahora, las acusaciones son abrumadoras. Manotas está hoy mirando precipicio, el desenlace tanto en instancias de procuración de justicia como al interior de Morena, será observado detenidamente.