Victor de Regil
Cada caso es una historia. Así fue la de Susana Cerón Zenteno, quien era madre de tres pequeñas, tenía 33 años y toda una vida por delante. Pero Efrén H. R., su pareja sentimental, la mató y abandonó su cuerpo en una cuneta sobre Periférico Ecológico a la altura de Forjadores, en Cuautlancingo, Puebla.
Susana fue reportada como desaparecida la noche del sábado 7 de noviembre, cuando Efrén llegó borracho a buscarla a casa de su tío, ubicada en la colonia Xilotzingo de la capital poblana. Su cuerpo fue localizado hasta el 19 de noviembre.
Efrén, quien se sabe laboraba como policía estatal adscrito al Arco de Seguridad de Huejotzingo, sigue prófugo. Hoy, los familiares de Susana exigen justicia y, al mismo tiempo, acusan omisiones de la Fiscalía General del Estado para localizarla con vida.
Se sabe que el lunes 9 noviembres, Efrén utilizó el teléfono celular de Susi; incluso, leyó sus mensajes de WhatsApp pero las autoridades ministeriales no pudieron rastrear en qué lugar se encontraba el dispositivo.
Para ese momento, ella estaba con vida pues la necropsia reveló que fue asesinada hasta el 17 de noviembre. El 12 de noviembre, la FGE cateó la vivienda de Efrén, ubicada muy cerca del lugar donde se localizó el cuerpo; la camioneta Toyota CRV color plata que utilizó para llevarse a Susi fue encontrada en un taller mecánico, también ubicado muy cerca de su casa. Sin embargo, nunca encontraron algún indicio para dar con el paradero de ella.
Durante estas dos semanas, la FGE también cateó la casa de la prima, esposa y mamá de Efrén. Se sabe queque Efrén está casado y tiene un hijo. Incluso, la esposa acudió a la FGE acompañada de tres abogados para presentar una denuncia por la desaparición de su esposo. Los agentes del Ministerio Público le advirtieron que no iba a proceder su búsqueda como desaparecido, porque ya lo buscaban pero por ser el principal sospechoso de la desaparición, ahora feminicidio.
Los padres de Susana acusaron que la FGE nunca mostró interés en compartir datos de la supuesta investigación. Por el contrario, ellos tenían que preguntar constantemente, pero la respuesta siempre era la misma: estamos investigando, todavía no hay nada.
Se sabe que ella se encontraba en la casa de su tío, en la colonia Xilotzingo, la tarde del 7 de noviembre. Al sur de la ciudad de Puebla. Aproximadamente a las 21:00 horas, Efrén, su pareja sentimental, llegó borracho a buscarla y ambos discutieron. Efrén le arrebató el teléfono celular a Susi y, bajo el engaño de que se lo regresaría, logró que se acercara a él. En ese momento, la subió a la fuerza a su camioneta Toyota y se la llevó.
El 11 de noviembre la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Puebla emitió un comunicado de prensa para informar que Susana trabajaba en la dependencia. Además, reveló que el principal sospechoso de su desaparición era su pareja sentimental, Efrén, quien se desempeñaba como policía estatal. La SSP dijo que, en ese momento, ya cooperaban con las acciones legales para localizar a Efrén y ponerlo a disposición de las autoridades.
El 19 de noviembre a las 18:00 horas fue encontrado el cuerpo de una mujer en una cuneta de Periférico Ecológico a la altura de Forjadores. En ese momento se dijo que la víctima estaba semidesnuda, embarazada y presentaba signos de violencia. El cuerpo estaba a 15 metros de profundidad.
La ropa que portaba la víctima correspondía con la vestimenta que llevaba Susi el día de su desaparición. Después de unas horas, los familiares de Susi acudieron a realizar el reconocimiento del cuerpo y confirmaron que Susi fue víctima de feminicidio.
El 21 de noviembre, el cuerpo de Susana fue sepultado en el Panteón Municipal de Puebla. La necropsia descartó que Susi se encontrara embarazada.
De acuerdo al documento expedido por el Servicio Médico Forense, Susi fue asesinada el 17 de noviembre y presentó heridas en la muñeca derecha que hacen suponer que Efrén la amarró para evitar que escapara. Además, tenía huellas de violencia.
Aunque ya existe una orden de aprehensión contra Efrén, hasta este momento no ha sido ubicado. Esta es una de las 47 historias que mujeres poblanas asesinadas han vivido en este 2020.