Gabriel Sánchez Andraca
La Ley de Presupuesto de Egresos de la Federación, contempla un gasto de 6 billones 295 mil 736 millones de pesos, que permitirá avanzar en la recuperación de la economía y seguir impulsando el desarrollo nacional, dijo ayer el diputado federal poblano, Alejandro Carvajal Hidalgo.
El gasto federal para el 2021, favorecerá la continuación del proyecto político de la Cuarta Transformación, que tendrá un incremento del 4.6 por ciento respecto al gasto que fue aprobado para este año.
Se proyectó un precio para el barril de petróleo de 42.1 dólares por barril; una inflación del 3 por ciento; un tipo de cambio de 22.1 pesos por dólar.
Para gasto social se destinarán 4 billones 6 mil millones de pesos, que representa el 73.4 por ciento del gasto programable total, con un incremento del 1.3 por ciento en términos reales en políticas de bienestar respecto al 2020; educación, cultura, deporte, trabajo y bienestar, apoyo al campo, fomento económico y medio ambiente, infraestructura carretera y ferroviaria, seguridad, fortalecimiento energético, seguridad social y otros renglones.
Dijo el diputado que los ingresos para la atención de los proyectos sociales y de infraestructura, están garantizados y que constituirán un avance en los programas que deberán cumplirse en el 2024.
Como usted verá, el PEF del actual gobierno federal, está ubicado dentro de la realidad nacional, con atención prioritaria a los problemas de educación, cultura, salud y deporte, así como al campo y a la pequeña y mediana empresa, sin descuidar el impulso a la infraestructura necesaria para continuar avanzando en el proyecto sexenal de transformación nacional.
Las críticas que se hacen a las autoridades de la Cuarta Transformación, son producto el enojo de algunos sectores de la población, por el cambio de régimen, algo que el presidente López Obrador nunca ocultó, lo dijo siempre en sus tres campañas políticas, antes de llegar a la presidencia. Se iba a combatir la corrupción, ya demasiado extendida en los gobiernos neoliberales y se iba a cambiar el sistema económico que esos gobiernos venían imponiendo, porque era un sistema fracasado no solo en México, sino en todos los países que lo habían adoptado al concentrar la riqueza en unos cuántos y aumentar el nivel de pobreza entre las grandes masas.
El presidente de Brasil, Lula da Silva, dijo que el 70 por ciento de los brasileños no podían dormir, por no haber cenado y el 30 por ciento restante, no dormía tranquilo por el temor a que los pobres que no llegaban a cenar, fueran a rebelarse contra lo que sí cenaban todos los días.
Antes, en los primeros años sesenta, cuando el presidente Kennedy puso en marcha su Alianza para el Progreso, para América Latina y el Caribe, afirmó ante una multitud de jóvenes de su país: “O damos algo de lo que tenemos, o perderemos todo lo que tenemos”.
Los más de 30 millones de votos logrados por el presidente de México en las urnas en el 2018, un record en la historia del país, fue una rebelión pacífica ante tanta ineficiencia y latrocinios de los gobiernos anteriores, hay que entender eso.
Este no es un gobierno comunista, como dicen algunos grupos de católicos fanáticos, ni tampoco un gobierno populista como quieren hacer creer algunos políticos desplazados. Es un gobierno que trata de arreglar las cosas para que el país marche hacia un progreso, con justicia social. No puede juzgarse cuando apenas va a cumplir dos años en el poder. Hay que esperar los resultados del 2024 y entonces se podrán hacer las críticas que quieran.
EL PROYECTO DE LEY REGULATORIA Y buena administración, enviado por el gobernador Miguel Barbosa Huerta al Congreso del Estado, ya fue aprobado en comisiones y solo falta su aprobación en el pleno de la Cámara y su publicación en el periódico oficial del Estado. Se trata de un ordenamiento que pretende eficientar la administración pública evitando el burocratismo y la multitud de trámites innecesarios, así como mejorar el trato a los ciudadanos que ocurren a las diversas dependencias a hacer trámites y pagos.
Esa multitud de trámites, el burocratismo existente desde hace décadas, ha propiciado la corrupción y hasta los malos tratos al público y con esta nueva ley se pretenden recomponer las cosas, dijo el subsecretario de Transparencia y Gobierno Digital, Jesús Rodríguez Díaz.
Con la nueva ley, se promoverá una ética de servicio al público que coloque en el centro de la atención y de la gestión de las autoridades en los trámites y servicios.
El mandatario poblano señaló, que esta ley colocará a Puebla como pionera en la reestructuración administrativa en el país.