Tonatiuh Valenzuela Blanco
La temporada de huracanes trae un recordatorio de humildad, que a pesar de nuestras tecnologías, la mayoría de la naturaleza sigue siendo impredecible.
Diane Ackerman
Huracán Karl; un momento de inspiración
Hace diez años en este preciso mes, vi el rostro herido de la vida en mi Veracruz; desgracias, destrucción y muerte, descubrí la solidaridad, como una virtud singular de los veracruzanos, el huracán Karl pasó sin avisarnos, ni se despidió al marcharse, pero nos dejó una gran lección; que todo es posible con el poder de la unión en tiempos de tempestades.
Mucha gente casi enloqueció por lo sucedido, las plegarias no paraban de escucharse, las lágrimas brotaban sin cesar como si fuera una fuente, algunos le llamaron desgracia, otros más emigraron.
Ayudar fue la palabra de moda esos días, comer es lo que muchos no hicieron con frecuencia, los árboles se sacrificaron para calmar la furia de Karl, que por nuestros actos se indignó, el precio fue nuestro hermoso puerto, lugar donde alguna vez hubo fiestas, convivios, alegría, esa alegría que nos caracteriza murió o por lo menos se detuvo por el impacto que sufrieron nuestros corazones, al ver la ciudad devastada y eso que pudo haber sido mucho peor.
¿Por qué la gente se comporta diferente cuando está en peligro?, será que se agarran a la vida desde la raíz, como los árboles que sobrevivieron al huracán, en esos momentos cruciales valoras lo primordial, lo que le ha dado sentido a tu vida y tratas de sobrevivir con todas tus fuerzas.
¿Por qué esperar a que llegue la desgracia para ayudar a los más necesitados?, ¿Por qué caminar solo cuando lo puedes hacer al lado de otros? ¿Por qué llorar cuando aún pueden ver el sol de nuevo? y ¿por qué la avaricia cuando pueden dar? A veces pienso que este mundo está olvidado por DIOS, pero fuimos nosotros los que lo abandonamos a Él. No falta pan sobra egoísmo, tal vez el huracán arrasó ciudades pero nunca nuestra esencia altruista. Apoyémonos entre nosotros porque mañana tal vez necesitemos de alguien más.