Gabriel Sánchez Andraca
Aunque todavía falta mucho para las elecciones del 2024, los morenistas ya están organizando grupos para apoyar a los diferentes precandidatos que ha mencionado en sus conferencias mañaneras, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador y algunos más.
Por lo pronto en Atlixco ha surgido un grupo que apoya la precandidatura del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón.
Lo lidera Servando Galindo Ríos, quien a través de twitter hace llamados a la ciudadanía para apoyar al canciller mexicano que considera el mejor de los que suenan, para suceder a López Obrador, por el impecable trabajo que ha venido realizando, al frente de la Secretaría a su cargo.
En todo momento esos llamados, han sido respetuosos con los demás aspirantes, como debe ser en la buena política; con sustantivos y no con adjetivos que generalmente derivan en politiquería.
El partido Morena, no está en el mejor momento para empezar a trabajar con miras a la campaña presidencial: Todavía no logra la unidad requerida, ni cuenta con la organización partidista necesaria para ser un partido fuerte, unido, con ideología precisa y con disciplina.
Sí es el partido fuerte de México, pero lo es por la simpatía y carisma de su líder el presidente López Obrador, que como ha dicho varias veces, está temporalmente separado de la organización partidista, pues como presidente tiene que serlo para todos los mexicanos, lo cual es acertado si se quiere un cambio político verdadero.
AQUÍ EN PUEBLA, LOS MORENISTAS NO HAN LOGRADO siquiera ponerse de acuerdo para tener una dirigencia estatal aceptada por todos y en consecuencia, no tienen la estructura necesaria para hacer un buen papel en las elecciones que se llevarán a cabo dentro de dos años.
Sin un comité nacional bien conformado, fuerte y organizado, no podrá tener comités distritales y municipales confiables. Su triunfo para llevar un buen sustituto a la Presidencia de la República, está asegurado, pero no está asegurado el triunfo para tener un Senado mayoritario, un Congreso nacional con mayoría calificada, y congresos locales con suficientes representantes de ese partido, para garantizar que siga la Cuarta Transformación y no haya retrocesos que pongan en riesgo lo hasta ahora alcanzado.
El actual coordinador de la diputación federal morenista, Ignacio Mier, ha dicho que para consolidar los trabajos de la 4-T, es necesario que por lo menos tres sexenios sean gobernados por el partido que está actualmente en el poder. De lo contrario podrá frenarse la obra emprendida por el actual Presidente y hasta podría haber retrocesos.
TODO PARECE INDICAR, QUE EL PRESIDENTE municipal de Puebla capital, ya anda preparando el terreno para su candidatura a la gubernatura del estado.
El primer gobierno panista del Estado de Puebla, hizo muchas obras en el municipio. Todas de relumbrón, sin ninguna repercusión social y carísimas; tanto, que dejó al gobierno local endeudado, como nunca y sin poder desarrollar los programas que podría realizar para beneficio de la sociedad, pues tiene que pagar intereses y abonar a la crecida cuenta dejada por el gobierno panista, que por cierto, no tomó en cuenta para nada, solo para aprobar la privatización del servicio de agua potable en la capital, al ayuntamiento de entonces, presidido por el alcalde de ahora que pretende ser el candidato del PRI, PAN y PRD, a la gubernatura en el veinticuatro.
Don Eduardo Romero Pérez, es un panista total, incluso se dice, es miembro del Yunque, grupo de ultraderecha al interior del PAN.
Y ADEMÁS, SUS PRIMEROS PASOS EN LA ALCALDIA de Puebla, lo pintan como un panista a ultranza: que los habitantes de las colonias del municipio, paguen el alumbrado público; colocar parquímetros en el centro histórico; seguir con la privatización del servicio de agua potable que tantas protestas ha levantado, etc.
Imagínese lo que haría al frente del gobierno estatal y apoyado por los partidos derechistas PRI, PAN y PRD. Y decimos derechistas, porque el PRI que en sus inicios fue liberal y el PRD, que en sus inicios fue de izquierda, ahora con la alianza que han conformado, los tres son de derecha, porque el PRI y el PRD obedecen, en la alianza, los dictados del panismo que se asume como la tercera fuerza política del país.
SI Morena fuera un partido bien organiza<do, bien estructurado y consecuentemente unificado, no habría problema. Su triunfo total estaría garantizado, pero por desgracia para quienes ansían un cambio de verdad en el país, los morenistas, todavía no encuentran el camino para lograr eso. Necesitan apurarse o el tiempo se los va a comer