Carta a mi padre Gonzalo

 

Por Tonatiuh Valenzuela Blanco

 

Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma

-Julio Cortázar

 

Padre:

Gracias a ti estoy aquí, te debo el haber conocido esta maravillosa vida, pero no sólo eso, sino el haberme dado una crianza dichosa que muchos envidiarían, recuerdo cuando me acompañabas al parque a andar en bicicleta, cuando escalábamos y nos precipitábamos de los médanos, cuando muy generosamente me obsequiabas juguetes, ropa y videojuegos, siempre me has brindado tu tiempo y tu espacio, me escribiste mil veces lo que significaba para ti y en lo que te gustaría que me convirtiera, siempre eres mi motivador y guía emocional y espiritual, estás ahí cuando más te necesito, y ahora; las palabras se quedan cortas ante todo lo que siento hacia ti papá.

A pesar de que tenemos nuestras diferencias, tu inteligencia emocional siempre es capaz de solucionar cualquier problema, no es coincidencia que seas psicólogo, tienes todas las aptitudes y actitudes para serlo, y no lo digo porque sea tu hijo, veo la forma en que tratas a otras personas, pero lo que en realidad advierto, es un reflejo de lo que tú eres, me enseñaste tantas cosas acerca del amor y el bien, que competirías con un ángel aquí en la tierra.

Lo que escribes es tan cierto y lleno de profundidad, que sólo un ser despierto puede ver, trato de seguir tus pasos en ese aspecto, pero créeme que no es fácil, tú lo haces ver tan sencillo.

Mejor padre no me pudo haber dado el Creador, ahora que he madurado un poco más, soy capaz de ver todos los sacrificios y esfuerzos que realizaste para salir adelante y las buenas acciones que sembraste han dado fruto para mí, de ti aprendí a tratar bien a las mujeres, porque nunca vi una actitud negativa hacía mi madre, ni golpes ni veneno en tu boca hacia ella.

Gracias a ti, en parte soy lo que soy el día de hoy, y cuando sea la hora de separarnos, por supuesto que la tristeza invadirá mi ser, pero recordaré con orgullo mis raíces poderosas que trascenderán para siempre, y si en la otra vida nos llegamos a encontrar, que sea para mejorar.

Tu hijo que te ama y te valora

20/mayo/1999