Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Algunos dicen que nunca alcanzamos a estar satisfechos. Que vivimos en angustia y en discordia permanente los unos contra los otros.
Pero el siguiente mensaje nos hace disentir.
“El decano del periodismo nacional recibirá la presea que otorga año con año el Club Primera Plana de la ciudad de México.
Honor a quien honor merece. Comunicadores Unidos A.C. de Tamaulipas que preside Mario Díaz y el Colegio de Periodistas de Tamaulipas A.C. que lidera el licenciado Cristóbal Garza Martínez se unen al merecido reconocimiento por Trayectoria Periodística del licenciado en periodismo Carlos Ravelo Galindo por sus 75 años ininterrumpidos de ejercicio periodístico”.
Esta es la diferencia entre ángel y amigo:
Por ello dos teólogas, la pedagoga María Luisa Izquierdo y la arquitecta Yolanda Gómez Cobián, responden a una pregunta sobre los ángeles.
Especifican que hay ángeles, arcángeles, serafines y querubines.
Un ángel no nos escoge. El Señor nos los asigna.
Un amigo nos toma de la mano y nos acerca a él.
Un ángel te ayuda evitar problemas.
Un amigo te ayuda a resolverlos.
Un ángel en realidad es parte de tus sueños.
Un amigo comparte y lucha porque tus sueños sean realidad
Son tres ejemplos. Luego presentaremos otros.
Y claro también hubo o hay ángeles malos.
Ellas doña Tati y Yolis nos dicen del primero: Lucifer.
Lucifer era uno de los seres más hermosos de la corte celestial de Dios.
Su inteligencia y belleza eran tales que el Creador Supremo lo convirtió en su favorito, o al menos en el más querido.
Confiaba ciegamente en éste y lo puso muy cerca suyo.
Este «portador de luz» -significado de su nombre, aunque también se le conoce Luzbel o Lucero– fue el primer ángel que Dios creó.
Los ángeles tenían como objetivo «crear», ya que estaban dotados de razón, voluntad y belleza, así que una de sus misiones principales de esta corte era la de ayudar a su padre en la creación. De esta manera, Lucifer fue escogido para crear en la Tierra.
Historia de Lucifer
Al verse como ser omnipotente de una tierra árida, viciada y débil de espíritu, el arcángel comenzó a desear convertirse el único señor de la Tierra.
No obstante, convino que la cooperación era demasiado complicada, por lo que urdió un plan para invadir el Reino de los Cielos.
Durante miles de años posteriores, convenció a hordas de ángeles rebeldes para que se uniera a la causa.
Pero cuando llegó el momento de invadir el Cielo, el arcángel Miguel se interpuso.
Tras una dura y sangrienta batalla, Miguel consiguió derrotar al ángel traidor y a sus secuaces.
Derrotado, Lucifer tuvo que asumir una durísima sentencia: Dios le arrebató su rango, lo rebautizó como Satán, el Diablo y lo envió al Infierno junto con los otros ángeles que se convirtieron en demonios.
Además, lo sentenció a una perversión de su mente y barrió todo lo creado por éste en la Tierra.
Esta primera guerra en el cielo no sería la última, ya que muchos ángeles continuaron (y continúan rebelándose contra su padre, el creador).
Estos traidores reciben el nombre de «ángeles caídos»; aquéllos que prefieren unirse a las filas del ejército del Diablo en el inframundo.
Desde esta guerra celestial, el mundo ha estado sometido a la presión de Satán por apoderarse de él.
Tiene la facultad de mostrarse como una criatura celestial, además de que en su momento intentó tentar al mismísimo hijo de Dios, Jesucristo.
Lucifer, quien fuera la mano derecha del Ser Supremo, quién lo tenía todo a su alcance, prefirió dejarse llevar por la codicia y un ansia de poder que no conoce límites.
Ante ello con un rayo, el séptimo día, domingo, creó al Arcángel Miguel: Significa “Quien es como Dios”
Es el máximo protector de personas y bienes, del espíritu y de la superación. Guardián de la paz, la armonía y la cooperación, la reconciliación y los sueños.
El arcángel Miguel es, ante todo, el enemigo de Satanás. También es el ángel de la muerte ya que se dice que ofrece a las almas la oportunidad de redimirse antes de morir.
Su tercera labor es la de pesar las almas en una balanza perfecta en el día del Juicio Final.
Es también el guardián de la Iglesia universal.
Al arcángel Miguel se le representa con armadura de guerrero o de soldado centurión.
La imagen más frecuente lo muestra como el conquistador de Satanás, con el talón sobre la cabeza del ángel caído.
Casi siempre lleva una espada o una lanza con que vencer a su enemigo.
Puede también llevar una balanza, llaves o cadenas en las manos, y un manto.
Los atributos del arcángel Miguel se refieren a su papel de justiciero, protector de los inocentes y juez de la maldad.
Su título «Príncipe de la Luz» representa la iluminación del camino del ser humano para liberarlo de la oscuridad del miedo.
Tanto a nivel literal como simbólico, el arcángel Miguel representa la justicia y la lucha por el bien.
Su significado implica protección, seguridad, poder, superación de obstáculos y la destrucción del miedo y la duda.
El color que se asocia es azul y el día domingo.