José Antonio López Sosa
Hace ya algún tiempo, el canciller Marcelo Ebrard publicó un tuit donde invitaba a los interesados en participar en la fase 3 de la prueba de la vacuna de CanSino Biotech, la liga llevaba a un cuestionario en línea, lo respondí y envié.
El 16 de diciembre, recibí un correo electrónico donde me dieron una cita, el día 18 de diciembre a las 13 hrs en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Ahí comenzó la interrogante, participar o no. Consulté con tres amigos cercanos –médicos todos ellos– y en todos los casos, su recomendación fue participar en el protocolo de investigación.
Llegué diez minutos antes el viernes 18, pasando la 1 de la tarde bajó un guardia con una lista, leyeron poco más de 50 nombres y estábamos ahí quizás unos 30 solamente. Pasamos en grupos a recibir una plática donde se explica con claridad, lo que la carta de consentimiento informado que nos enviaron dice, luego firmamos cada una nuestra aceptación voluntaria. Se nos informó también de una línea de atención para cualquier síntoma relacionado con el Covid-19 en los siguientes 12 meses, así como la garantía que tendremos los voluntarios de ser atendidos en caso de contraer la infección en ese mismo período. Si en cualquier momento uno decide salir del estudio solo habrá que avisar, entonces informará el sistema si nos tocó placebo o vacuna. En caso de estar disponible cualquier vacuna para algún voluntario –de acuerdo al calendario de la secretaría de salud– también se puede pedir la baja para saber si es necesario vacunarse o no.
Es requisito ser mayor de 18 años, en el caso de las mujeres no estar embarazada ni embarazarse en los siguientes tres meses (y para los hombres, no embarazar a nadie en el mismo periódo), no haber padecido Covid-19, no tener alguna enfermedad autoinmune o VIH y comprometerse a responder las llamadas y mensajes por doce meses para dar seguimiento al estudio.
A la mitad de los voluntarios en México les tocará placebo y a la otra mitad la vacuna recombinante contra el SARS-CoV-2 (vector Adenovirus tipo 5), conocida científicamente como AD5-nCoV, así que resultó un volado lo que me haya tocado como voluntario.
Pasamos a una valoración médica, donde se nos pregunta sobre antecedentes médicos, tratamientos y medicinas que estemos tomando, así como para tomar signos vitales en general, después me extrajeron –como a todos los voluntarios– tres pequeños tubos de sangre, mismos que se congelarán y estarán en resguardo en Canadá para darle seguimiento al estudio, asimismo para asegurar que no haya tenido –mediante una prueba de anticuerpos– Covid-19.
Siguió la vacuna, un leve piquete en el brazo y media hora de espera para garantizar que no hubo una reacción adversa inmediata. Así terminó la visita uno, la dos será en 12 meses o cuando finalice el estudio. Cada semana me llamarán y enviarán mensajes de texto para conocer mi estado de salud.
El estudio podría concluir antes, diversas fuentes coinciden que podría ser en los próximos tres meses, en tal caso, nos avisarán para entonces si fue vacuna o placebo lo que nos tocó, para los que haya tocado placebo, CanSino Biotech ofrecerá de forma gratuita y prioritaria, vacunas.
Salí del estudio y llegué a mi casa, nada fuera de lo común, trabajé como todos los viernes en la edición de los programas que conduzco en Grupo Fórmula los fines de semana. Alrededor de las 3 de la mañana, el dolor de piernas me despertó, cuerpo cortado y temperatura alrededor de los 38.9ºC, tomé paracetamol como se nos indicó en caso de esos síntomas. La mañana del sábado el malestar fue por mucho, peor: dolor de cabeza, dolor de cuerpo, fiebre constante, falta de apetito; llamé a la línea dedicada para los voluntarios, mi interlocutora aseguró que se trata de síntomas normales –como me lo describieron en la plática– y ajustó las dosis de paracetamol. Así pasé todo el día, entre fiebre y malestar.
La mañana de ayer domingo amanecí un poco mejor, ya sin fiebre y con los dolores cediendo. Para el cierre de esta columna estoy casi recuperado al cien por ciento.
No puedo asegurar que me haya tocado vacuna, pero la reacción que tuve fue bastante fuerte, tal como lo describieron en la plática antes de aceptar participar en el ensayo.
¿Por qué participé?, en primer lugar, por la oportunidad de tener acceso prioritario a una vacuna –en caso que me haya tocado– dado que por mi edad, me toca de acuerdo al programa de salud hasta mayo de 2021; en segundo lugar, por poner un granito de arena ante la situación de estudio y autorización de las vacunas. Todos queremos la vacuna pronto, del mismo modo pensé, es una muestra de empatía ciudadana participar para que, con la suma de miles –vamos alrededor de 7 mil en México de esta vacuna– pueda agilizarse el resultado, la autorización y la distribución de esta vacuna.