Una mafia llamada “28 de octubre”

 

Víctor de Regil

 

El movimiento llamado “28 de octubre” lleva años operando en la impunidad, enriqueciendo a sus dirigentes sin rendirle cuentas a nadie. Controlan mercados, taxis piratas, transporte público pirata y legal, a cientos de franeleros en época de feria y, además, en toda la capital poblana y, hasta hace unos días, si más lucrativo y millonario negocio: el cobro de los estacionamientos del estadio Cuauhtémoc, el Hermanos Serdán y el auditorio GNP.

Esta zona de los estadios, que les garantizaba por evento ganancias cercanas a los 500 mil pesos por evento, sin rendirle cuentas a nadie ni garantizar la seguridad de los visitantes, el espacio se mantuvo en manos de la organización de vendedores ambulantes, cuyos agremiados protagonizaron golpizas y quejas por altas tarifas y supuestos robos

Pero, afortunadamente, en un gran golpe a esta organización por parte del gobernador Alejandro Armenta, el pasado 4 de abril, el Gobierno de Puebla, impidió que franeleros agremiados a esta agrupación siguieran ingresando al sitio para cobrar por su uso. Esto en coordinación con la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y el ayuntamiento capitalino.

En próximas semanas, para atender la seguridad, está prevista la colocación de una torre de vigilancia, capaz de grabar en 360 grados, reconocer rostros y placas.   Pero también contará con la capacidad de enlazarse al Complejo Metropolitano C5 para dar atención inmediata.

Recordemos que en 2022, el entonces gobernador Miguel Barbosa, reconoció que la UPVA “28 de Octubre” se había apoderado del estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc. Para evitar que esto continuara, propuso regular los espacios, mismos que acusó, fueron otorgados a la organización ambulante por algún “político corrupto” del pasado.  Ese mismo año, el Gobierno de Puebla alistó una iniciativa para el Congreso del Estado, a fin de concesionar el estacionamiento y evitar más su lucro. Pues tan sólo por esta actividad, la agrupación ambulante llegaba a recaudar hasta 230 mil pesos durante cada evento. Sin contar el cobro que hacía por los autos estacionados en calles aledañas, desde el 2019 que el Club Puebla dejó de administrarlo.

Después, el gobernador Sergio Salomón también intentó regular el estacionamiento del estadio. Desde el inicio de su administración, el exgobernador aseguró que su gobierno trabajaba para atender las múltiples problemáticas que se presentaban en la zona. Entre ellas, robo de autopartes, daño a los vehículos que hacían uso del sitio y cobros excesivos.  Para ello, sostuvo reuniones con los dueños del estadio con la finalidad de buscar una regulación de los cajones del aparcamiento.

En ese mismo año, el Gobierno de Puebla informó que podría hacerse cargo, tanto del estacionamiento del Cuauhtémoc como del Hermanos Serdán.  Sin embargo, esto tampoco se concretó, y sólo dos meses después, ocurrió una de las primeras agresiones de los franeleros hacia una familia.

El 12 de septiembre del 2023, una mujer denunció en redes sociales ser víctima de miembros de la UPVA “28 de Octubre” después de salir de un evento deportivo.

En ese mismo año se intensificó la búsqueda por un concesionario para los dos estacionamientos ubicados al norte de la ciudad de Puebla, la cual tenía que dar garantías a sus usuarios.  Al final, esta opción no procedió y en su lugar, el gobierno estatal sólo ofreció la creación de un reglamento para los vendedores y los usuarios.

En 2024 hubo otros intentos por sacar a la UPVA “28 de Octubre”, pero ninguno prosperó. Durante febrero del 2024, el Gobierno de Puebla buscó que una empresa se hiciera cargo del estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc.

Ante la falta de tiempo para lanzar una concesión, se propuso esa opción para que los usuarios recibieran un servicio adecuado y tarifas justas.

Dos meses más tarde, el entonces gobernador, Sergio Salomón, anunció la colocación de parquímetros, pero tampoco se hizo efectiva la propuesta. Ya que un mes después, en mayo, se determinó que no era viable.

El último esfuerzo, antes de culminar su mandato, fue que el mismo Club Puebla se hiciera cargo del estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc.

Pero la falta de tiempo no permitió concretar nada “28 de Octubre”, continuó tendiendo el control y haciendo negocio.  Afortunadamente, eso ya se acabó.