Es una realidad que las encuestas de intención de voto, Morena y los abanderados de la coalición Sigamos Haciendo Historia se ven con una cómoda ventaja hasta de dos dígitos sobre sus contendientes de la oposición o la coalición Mejor Rumbo para Puebla, el errático y desaseado proceso de selección de candidatos de los aliados de la Cuarta Transformación podría acortar esta delantera.
Y no solo por los distintos agravios que en diferentes distritos, regiones y municipios del estado están recibiendo las bases de Morena con la postulación de candidatos a diputados federales y locales, así como a presidentes municipales que no hace mucho eran sus enemigos partidistas e ideológicos.
Para los conocidos como “puros” o fundadores de Morena y los militantes históricos de la izquierda es una afrenta que personajes que en su momento estuvieron plenamente identificados o vinculados con el presidente Enrique Peña Nieto o los gobernadores Rafael Moreno Valle, José Antonio Gali Fayad y Martha Erika Alonso, los hayan desplazado o relegado en aras de ganar los comicios del 2 de junio, con el pretexto de que no se busca darle gusto a la militancia sino ganar la mayoría calificada.
Los agravios son más profundos, pues los aspirantes no sólo están molestos con los arribistas sino con la forma en que fueron designados los candidatos a diputados federales y locales, y están siendo nombrados los candidatos a presidentes municipales por acuerdos cupulares, como pago de cuotas a grupos políticos que ni siquiera forman parte de la Cuarta Transformación o intercambio de favores políticos.
En no pocas regiones de la entidad, difícilmente, Morena y la coalición Sigamos Haciendo Historia podrá conciliar a sus aliados, aunque les haya repartido candidaturas.
En el municipio de Xicotepec, al cacique regional Ardelio Vargas Fosado se le concedió que su hija Guadalupe Vargas Vargas vaya como candidata a diputada local, pero a él se le negó la candidatura a la presidencia municipal. Esta posición se le entregará a su enemigo político Carlos Barragán Amador, quien tendrá como contendiente a Juan Carlos Valderrábano, que será candidato común del PAN, PRI, PRD y PSI.
Lo mismo sucede en Teziutlán. Ahí, el presidente municipal Carlos Peredo Grau buscará que la exdiputada Karla Martínez Gallegos sea quien lo sustituya y su enemigo Antonio Vázquez Hernández va con Corona Salazar Álvarez como candidata a la presidencia municipal. En este pueblo mágico de la Sierra Nororiental los aliados de la 4T se harán pedazos.
En Chignahuapan y Zacatlán, los priístas que instigados por Jorge Estefan Chidiac decidieron abandonar el tricolor no serán candidatos de Morena a la presidencia municipal, sino de otros partidos, como el PVEM y Nueva Alianza. El exdiputado priísta Juan Enrique Rivera competirá por la alcaldía de Chignahuapan con Juan Rivera Trejo “El Diablo”, que será abanderado de Morena y el PT, y contra su tío Lorenzo Rivera Sosa como candidato común del PRI, PAN, PRD y PSI.
En este distrito local, Morena y el PT llevan como candidata a la diputación a Katia Sánchez Rodríguez, la esposa de Eric Cotoñeto Carmona, quien poca cercanía tiene con Juan Enrique Rivera, mientras que el candidato a diputado local de la coalición Mejor Rumbo para Puebla será Lorenzo Rivera Nava “Lenchito”, hijo del cacique de la región.
En Zacatlán, el presidente municipal José Luis Márquez buscará reelegirse como candidato del PVEM y Nueva Alianza, pero competirá contra el candidato de Morena y el PT, Eybar Márquez Manzano, quien por cierto no es mal visto por el PAN y su candidato a la gubernatura Eduardo Rivera Pérez.
Conflictos similares a estos por las rivalidades entre grupos de Morena y los partidos de la coalición Sigamos Haciendo Historia se replican en otros distritos y municipios relevantes, como la capital, Tehuacán, Cholula y Huejotzingo, en los que difícilmente los distintos actores políticos de la 4T jalarán en la misma dirección.
Para el candidato a la gubernatura Alejandro Armenta Mier lo anterior no solo no es desconocido sino que es motivo de preocupación, pues municipios y demarcaciones electorales que hasta hace unos meses parecían campo fértil para cosechar un buen número de votos, hoy se han complicado y puesto en focos amarillos, no tanto por la precampaña y la estrategia electoral de su adversario Eduardo Rivera Pérez, sino por el errático proceso de selección de candidatos de Morena y partidos aliados, y la imposición de contrarios a la 4T como Pepe Chedraui, Tony Gali junior, la hija de Paola Angon, María de la Barreda, Grace Palomares, Isabel Merlo, la ex esposa del cetemista Leobardo Soto, Ivonne Enríquez, Roberto Zatarain, quien es esposo de Claudia Riveray Adolfo Alatriste, por mencionar solo unos cuantos nombres.