Trabajo sexual en Puebla, en el olvido por las autoridades

Victor de Regil

 

El sexo servicio en la ciudad de Puebla es una actividad que se ofrece a plena luz del día de manera pública. Esto, ante la permisividad de la autoridad municipal que, durante años, no ha podido controlarla ni regularla.

Actualmente, las mujeres ofrecen sus servicios principalmente en calles del Centro Histórico, sin respaldo ni regulación por parte de las autoridades.

Y es que, recordemos que el último reglamento municipal que regulaba la actividad de las trabajadoras sexuales se emitió en 1928, pero en ese mismo año el gobierno estatal lo derogó. Esto según la tesis “El derecho al trabajo digno de las trabajadoras sexuales en México. Caso Puebla”, de Isaac Marín, académico de la BUAP.

Y es desde entonces que la capital pasó por administraciones priistas, panistas y, en los últimos años, morenistas, pero ninguna implementó lineamientos efectivos para atender las necesidades de este sector.

Recordemos que el pasado 21 de noviembre, el secretario de Gobernación, Francisco Rodríguez, anunció que analizaban la posibilidad de proponer que las trabajadoras sexuales realizaran su labor en hoteles del centro.

Sin embargo, tanto él como el alcalde Pepe Chedraui descartaron esa medida y afirmaron estar evaluando otras propuestas planteadas por las interesadas. No obstante, sigue sin haber un proyecto concreto.   Rodríguez estimó que en Puebla capital hay alrededor de dos mil trabajadoras sexuales, de las cuales unas 400 laboran en el Centro Histórico.

En la pasada administración del panista Eduardo Rivera, el Ayuntamiento intentó brindar alternativas laborales a las trabajadoras sexuales. Esto, a través del ofrecimiento de capacitación y asesoramiento para acceder a empleos formales, esto a través de la Secretaría de Igualdad Sustantiva.

Rivera Pérez señaló, en su momento que, aunque se les ofrecían estas opciones, se respetaba la decisión de aquellas que prefirieran continuar con su actividad en las calles.  Lo anterior se dio luego de que durante el gobierno morenista de su antecesora, Claudia Rivera Vivanco, la secretaria de Igualdad Sustantiva, Catalina Pérez, denunció extorsiones a las trabajadoras por parte de gobiernos panistas.

Aseguró que las anteriores administraciones pactaron con hoteleros del Centro Histórico de Puebla y la Fiscalía General del Estado (FGE), permitir a las trabajadoras sexuales estar en la zona. Sin embargo, dijo que eran extorsionadas por policías.

Sus declaraciones se dieron en el marco de su comparecencia como parte del informe de labores de Claudia Rivera Vivanco.

Durante la administración de la morenista, se implementó un programa para las trabajadoras sexuales de Puebla capital, aunque con resultados poco efectivos.

La alcaldesa declaró estar interesada en atender el tema, argumentando la necesidad de considerar a quienes ejercían esta actividad de manera libre y, al mismo tiempo, analizar posibles casos de trata de personas.

Sin embargo, integrantes de la Asociación de Sexoservidoras de Puebla capital denunciaron que Rivera Vivanco nunca atendió sus peticiones para regular su oficio.

De acuerdo con las denunciantes, cada vez que intentaban contactar a la alcaldesa, eran ignoradas. La única instancia que las recibía era la Secretaría de Seguridad Ciudadana, encabezada por Lourdes Rosales Martínez, quien únicamente les entregaba “pulseras rosas” como herramienta para alertar en casos de acoso.