Tonatiuh Valenzuela Blanco. Silencio y paz

 

Tonatiuh Valenzuela Blanco. Nació en 1993 en Veracruz, Veracruz, México. Estudió la licenciatura de Educación Deportiva en el Instituto Leonardo Bravo. Publica ensayos literarios y poemas en el portal de noticias del Semanario Siete Días de Puebla, El Dictamen de Veracruz, Decano de la Prensa Nacional y en la revista de Literatura Pueblos de la Mixteca, que se distribuye impresa y en electrónico en México y en los Estados Unidos de América. Fue incluido en las tres ediciones de la Antología Internacional de Poesía Sabersinfin y en la de Otoño de Palabras (Editorial Castellanos. 2022), ha participado en encuentros regionales de escritores organizados por la Unión Estatal de Escritores Veracruzanos A. C. Actualmente está por integrarse al sistema educativo.

 

Silencio y paz

 

Cuando el silencio habla

la paz sonríe;

si el silencio calla

la paz se ausenta

unidos siempre

como inseparables amigos.

En silencio puedo conocer

la paz que vive dentro de mí

arma silente que combate

mis más grandes crisis…

guerras y catástrofes interiores.

La paz y el silencio danzan en equilibrio

sobre la cuerda floja de la maldad

las vanidades mundanas… son nada

cuando descubro verdades humanas.

En silencio aparecen respuestas que busco,

en el estanque del silencio puedo observar

los peces inquietos del pensamiento

y disfrutar de la libertad que me brinda

el hermoso presente.

En silencio puedo vislumbrar

qué hay más allá de mi carcasa

el silencio acaricia mi alma

me siento en paz, como en casa.

 

Tranquilidad logro alcanzar

cuando me desprendo de todo

y me pongo en las manos de Dios

el Creador me visita en silencio y paz.

 

El mundo material y espiritual están entrelazados

solo requiero quietud mental para observarlo

y estar en silencio para llegar al vértice místico.

 

El tiempo pasa mientras medito

en el silencio de lo eterno me invade la paz

pienso en el “más allá” donde solo hay quietud

ausencia de ruido…

el bienestar llega a visitarme

lo recibo en mi mente como invitado

al final de esta vida me daré cuenta

que un remanso de paz

siempre estuvo conmigo.

Al fundirme con la luz, me convierto en ella

cuando el silencio reina en mi ser,

hallo mi centro en esta vida fugaz;

de lo único que no puedo escapar

es de mi destino

de mi trascendental camino

la eternidad me espera

al marcharme del planeta Tierra.