Tercera Antología Internacional de Poesía (Sabersinfin). Despedida

 

Tercera Antología Internacional de Poesía (Sabersinfin)

Ariana Magaña Narváez. Directora de teatro, actriz, astróloga y escritora. Es autora de múltiples obras dramáticas presentadas en diferentes teatros de la ciudad de Puebla y México. Ha escrito un gran acervo de poemas de alta sensibilidad, inspirados en experiencias personales, pero también en la contemplación de la vida cotidiana; por esta razón, sus lectores pueden identificarse fácilmente en sus versos, a veces libres, a veces fieles a las formas y figuras propias de la poesía. Coordina la edición de la Agenda con orientación astrológica, la cual se publica anualmente.

 

Despedida

 

Si tienes que partir

no temas.

Si cada arruga de la piel se va desprendiendo del cuerpo

y la luz te invita a volar lejos de esta silla fría, no dudes.

 

Y no sufras por mí, ni por nadie.

Serán nuestras manos las que acompañen tu viaje,

estas manos que tú misma enseñaste a servir,

éstas, que dirán adiós con una dulce caricia en tu cabello.

 

Si tienes que partir

no te preocupes.

Ve tranquila que tu recuerdo y tu mirada

seguirán envejeciendo entre nosotros,

que tu paso por la tierra no tendrá fin,

ni tu huella será borrada con el tiempo.

 

Si tienes que partir, saluda a Dios por mí,

y a mi madre, que ha pasado tantos días sin tu abrazo

acompáñala en su dimensión infinita.

 

El cielo hace rato que te espera,

y cuando hayas de subir

lloverán dulces y flores,

y crecerá esperanza en la tierra.

 

Si tienes que partir

ve tranquila.

Libérate de estos huesos que gritan.

Tu partida estará llena de gracia

como estuvo tu vida.

 

Y aquí, al mirar el claro azul,

cuando una nube escurridiza descubra el sol,

cuando sienta el calor sobre la espalda,

sabré que serás tú acariciando mi sonrisa.

 

Vida de fotografía

 

Me lleno de tus fotografías.

Elijo de entre todas

la que luces más joven,

la que tienes los ojos más abiertos

la que casi te mueves.

 

En el fondo de la computadora,

en la pared al lado de la cama.

En mi billetera, en mi escritorio;

me lleno de tu fotografía

para hacerte casi un ritual

cada vez que te miro.

 

Alimento mi duda

mi rencor hacia tu muerte.

Alimento mis manos furiosas

y mi corazón sin consuelo

 

Quiero ver una y otra vez

tus rizos mágicos

tu sonrisa de hada.

Quiero mancharme la mente

por toda la eternidad

con tu figura, la sana,

la no enferma.

 

Quiero cerrar los ojos y mirarte,

conservar tu mirada de foto

tus aretes de foto,

tu vida de foto

que es una vida miserable,

encerrada tras un cristal pequeñito.

 

Un día de estos

quebraré tus retratos

y te dejaré salir a volar.