Tala clandestina, crimen ambiental en Puebla

Victor de Regil

 

En días pasados, a través de un completo informe, el Inegi enlistó los obstáculos que atentan también contra la productividad de la industria forestal en Puebla. La tala ilegal desmedida, la disminución de ventas a partir de la pandemia de Covid-19, así como la inseguridad y los altos costos de los insumos, son los principales factores que amenazan la supervivencia de los sitios de aprovechamiento forestal legalmente establecidos en Puebla, reveló el Inegi.

Mediante una revisión hecha a los resultados del Censo Agropecuario (CA), se identificaron los principales obstáculos que enfrentan los propietarios de unidades de aprovechamiento forestal en la entidad poblana.

Según el Inegi, en Puebla se encuentran registrados 260 establecimientos donde activamente se realiza la extracción y transformación de productos maderables de manera legal. De ellos, el 100 por ciento registra diversos problemas que afectan su productividad.

Exactamente un total de 111 representantes de estas unidades argumentaron que el principal obstáculo para desempeñar su trabajo es el repunte en el costo de insumos y servicios básicos. Esto convirtió a dicha variable en el principal problema que enfrentan los productores de esta rama en la entidad poblana.

Después le siguió la tala clandestina, pues de los 260 establecimientos dedicados a este rubro, 96 señalaron ser directamente afectados por la deforestación provocada por la poda irregular de árboles y otras especies vegetales.

Posterior a esa variable se ubicó la pérdida de clientes a consecuencia de eventos extraordinarios, como la pandemia de Covid-19, pues afectó a 93 negocios. Aquí también se identificó la baja de precios al consumidor que han tenido que adoptar los propietarios para mantener un nivel mínimo de ventas.

Otro de los principales problemas para este tipo de empresarios, como en casi todas las actividades económicas, fue la inseguridad, pues el Inegi reportó que al menos un total de 81 unidades de aprovechamiento forestal fue víctima de la inseguridad hasta el momento del levantamiento de la información.

Aunado a lo anterior, la reducción de la mano de obra se impuso como un obstáculo para 65 establecimientos de este rubro. Por otra parte, 54 de ellos argumentó que las adversidades derivadas de la sanidad forestal, como la existencia de enfermedades, afectaron notablemente su desempeño.

Pese a que se reportó en menor medida, el estado de salud y la edad avanzada de los productores se posicionó como un reto de productividad para 53 empresas de este tipo.

Después de ello, se encontraron la extracción ilegal de productos no maderables, así como la caza clandestina de flora y fauna en las zonas de operación, pues derivado de dichas actividades se afectaron 49 y 48 establecimientos, respectivamente.

Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Puebla era la décima entidad a nivel nacional con la mayor participación en la economía forestal a nivel nacional, lo que no es menor.

Finalmente, cabe señalar que el Inegi enlistó los siguientes obstáculos que atentan también contra la productividad de la industria forestal en Puebla: excesivo intermediarismo que complica la comercialización, así como problemas en la transportación y almacenamiento. Lo mismo ocurre con la invasión de los predios y la propia falta de tenencia de la tierra.